El Gobierno busca extender en el Norte el "efecto Corrientes"

La noche del festejo fue larga, incluyó caravana y terminó frente a la Costanera. "¡Vamos, Ricardo!", gritaban los militantes radicales mientras el gobernador Ricardo Colombi se chocaba las muñecas en señal de triunfo. Atrás, en el escenario, reían con ganas el jefe de Gabinete, Marcos Peña ; los ministros Rogelio Frigerio (Interior) y Ricardo Buryaile (Agricultura), junto al mandatario electo, Gustavo Valdés. Poco después llegó la llamada del presidente Mauricio Macri , instando a los vencedores a "seguir trabajando juntos de acá en más". De madrugada, y ya en el avión de regreso a Buenos Aires, Peña y Frigerio comenzaron junto con otros altos funcionarios a analizar el escenario que abrieron las elecciones correntinas, decididos a extender el "efecto contagio" a otras provincias del norte argentino, muchas de las cuales le fueron esquivas al Gobierno en las PASO de agosto.

"Fue un espaldarazo importante. Y esto se va a esparcir por todo el Norte", afirmó a LA NACION un importante asesor presidencial. Frigerio fue más allá: dijo que el gobierno de Mauricio Macri "será recordado como el más federal de la historia".

Además de estar seguros de repetir los triunfos en Corrientes y Jujuy, donde gobierna el radical Gerardo Morales, en el Gobierno ya se entusiasman con mejorar los resultados en tres provincias en las que Cambiemos fue derrotado: Misiones (ayer estuvo el Presidente), Chaco y Salta. Allí estarán puestos muchos de los cañones logísticos de la Casa Rosada y la sede partidaria de Balcarce al 400.

En las PASO, el Frente Renovador misionero, que responde al gobernador Hugo Passalacqua, le sacó once puntos de ventaja al candidato de Cambiemos, Humberto Schiavoni, también titular partidario. "El 22 estaremos a cinco puntos", se entusiasman en la Casa Rosada. Una situación parecida se vive en Chaco, donde hay encuestas que ya marcan una mejora en la intención de voto de la lista encabezada por la ex funcionaria Aída Ayala. El objetivo allí es emparejar con el frente Chaco Merece Más, del gobernador Domingo Peppo, y repartirse en partes iguales las cuatro bancas en disputa.

El oficialismo se tiene mucha fe en Salta, donde el frente encabezado por el gobernador Juan Manuel Urtubey sacó casi 38 puntos sumando seis listas. Cambiemos logró el 24 por ciento con su candidato Martín Grande, pero en el Gobierno hay quienes se animan a pronosticar que pueden darlo vuelta en octubre. "Urtubey no va a retener todos los votos y podemos dar una sorpresa", se ilusionan en un despacho importante. Una amiga de Urtubey, la vicepresidenta Gabriela Michetti, estará hoy en esa provincia para capitalizar el "efecto Corrientes".

Para el Gobierno, "en Corrientes funcionó la estrategia de nacionalizar la elección, con una buena fórmula enfrente. Pero Mauricio y el Gobierno están muy bien allí", resumió un funcionario.

Por el momento hay algunos distritos donde la mejora sería mínima. Nadie se ilusiona con mejorar la performance en Santiago del Estero, donde el matrimonio Zamora le sacó cincuenta puntos de diferencia a Cambiemos, ni en Catamarca y tampoco en Formosa, aunque en esta última los 35 puntos obtenidos por Luis Naidenoff en la pelea por las bancas en el Senado son muy valorados cerca del Presidente. "Ahí todo cuesta el doble, pero podemos mejorar algunos puntos en todas las provincias", afirman desde la Secretaría General de la Presidencia, a cargo de Fernando de Andreis. En La Rioja, donde el ex presidente Carlos Menem ganó las PASO por 12 puntos, hay expectativa de acercarse en los números la noche del 22, aunque nadie sueña con ganar allí.

En el búnker de Cambiemos ponen una condición importante para extender el efecto correntino: que la gente vaya masivamente a votar. "Hay provincias del Norte donde apenas se supera el 60 por ciento del padrón. Nosotros necesitamos que el 22 vote cerca del 80 por ciento", se sincera un funcionario, ansioso por repetir el festejo de la costanera correntina en otras provincias del norte del país.