El Gobierno busca fortalecer a Guzmán como “ministro de la deuda” y licuar las diferencias internas
En Casa Rosada señalan que el ministro será el capitán y el portavoz de los avances con los organismos de crédito, mientras persisten diferencias en torno de otras definiciones de fondo como las tarifas y los DEG
Con Alberto Fernández y los miembros de su comitiva embarcados en el vuelo de regreso de la gira europea, en Buenos Aires, la Casa Rosada -que ya recibió los últimos reportes desde el viejo continente- se prepara para potenciar a Martín Guzmán como el capitán y el portavoz de la negociación de la deuda con los organismos internacionales.
En las últimas horas, los funcionarios de primera línea del gabinete de Fernández lo ratificaron como quien llevará adelante las negociaciones técnicas con el Club de París y con el FMI. También como el encargado de anunciar sus resultados. Así, el Gobierno vuelve a erigir a Guzmán como el gran “ministro de la deuda” mientras otras definiciones de peso macroeconómicas -las tarifas, el uso de las reservas y el gasto público- siguen en la nebulosa de las indefiniciones, por los desacuerdos de fondo que persisten en el Frente de Todos.
“El balance de la gira es muy positivo. El ministro de Economía será el encargado de informar los avances, si es que hay algo objetivo para informar, y sino seguirá trabajando. Esperemos a los tiempos de Guzmán que es quien nos hizo ahorrar 37.000 millones de dólares con los bonistas privados”, un importante ministro tras comunicarse con Roma y dialogar con Fernández en el sprint final de la gira.
Hasta ahora, ningún funcionario quiso confirmar si la gira, además de cosechar la buena voluntad de los líderes europeos, también devino en resultados concretos para la negociación de los plazos y los montos de la deuda. Todos transmitieron “entusiasmo” luego de un cable de la agencia Bloomberg que transmitió que “el Club de París está dispuesto a retrasar el pago de deuda de 2.400 millones de dólares de Argentina que vence este mes si el país cumple con ciertas condiciones” y que el organismo “evitará que Argentina caiga en la cesación de pagos, con la esperanza de que el país pueda renegociar el crédito de 45.000 millones de dólares con el FMI”.
Un importante funcionario de la Casa Rosada se limitó a responder sobre esa versión: “Ya se plantearon a los países cuáles son las necesidades de la Argentina, y que no hay ámbito ni espacio para ajustes. Si hay alguna comunicación oficial la va a hacer el Ministerio de Economía”.
Indefiniciones de fondo
Las expresiones de entusiasmo que se ven en Casa Rosada respecto de la performance de Fernández y Guzmán en la gira contrastan con los gestos inescrutables que asoman entre los colaboradores oficiales cuando es necesario brindar definiciones en otras áreas.
No hay, por ejemplo, claridad sobre cuál será el destino de los U$4300 millones que podría recibir la Argentina por los Derechos Especiales de Giro (DEG, la moneda del Fondo), luego de que el kirchnerismo en el Senado aprobara un proyecto de declaración para pedir que ese dinero no se “malgaste” en pagar deuda y que en cambio se destine a solventar los gastos de la pandemia.
En la Casa Rosada, simplemente, intentan bajarle el tono a esa controversia, en tren de licuar las diferencias internas que asoman frecuentemente en el oficialismo. “Los DEG van a ser destinados a la Argentina y consideramos adecuado que esos recursos sean para fortalecer nuestras reservas para salir de la pandemia”, dijo hoy un importante funcionario. Los economista, sin embargo, aclaran que el dinero es fungible y que la clave pasa por saber -no a qué se destinarán específicamente los DEG- sino si hay voluntad de pagar la deuda.
Tampoco hoy nadie se anima a afirmar en el gabinete si habrá, o no, otro aumento de tarifas durante este año, un tema por demás sensible para el Frente de Todos. El kirchnerismo duro dice que no habrá nuevos incrementos y no se corre de allí.
Lo que sí hicieron en la Casa Rosada fue intentar bajar la espuma por los nuevos mensajes que emanaron esta semana desde la provincia de Buenos Aires hacia el Palacio de Hacienda. Luego del comunicado del PJ bonaerense que señaló que “la Argentina de los tarifazos quedó atrás”, un importante funcionario con despacho en Balcarce 50 aclaró: “Cuando el comunicado habla de tarifazos, se refiere a lo que hizo Mauricio Macri, no a este gobierno. Después, la decisión de cuánto aumentar es una medida macroeconómica que pertenece al Ministerio de Economía”.
Tampoco quisieron mostrar fisuras con el proyecto de ley que presentó Máximo Kirchner junto a diputados de otras bancadas para declarar “zonas frías” para disminuir entre el 30% y el 50% el monto de las facturas de gas en localidades de Buenos Aires, Mendoza, San Juan, Salta y San Luis. Cerca de Alberto Fernández lo presentaron como una iniciativa “del Frente de Todos” y agregaron que es una discusión que se da a nivel federal “desde hace mucho tiempo”, tanto con las provincias que piden pagar menos gas por el frío, como con los distritos del norte que tienen su propio reclamo con la tarifa de luz.
“Este Gobierno está dispuesto a generar los equilibrios federales en el marco de sus posibilidades”, sentenció hoy un importante ministro.
Gestos
Así, ante cada avanzada del kirchnerismo para condicionar el rumbo de Guzmán, la Casa Rosada se esfuerza por reponer el equilibrio y preservar la paz interna. No es fácil: hoy mismo Federico Bernal, interventor Enargas y otro funcionario que reporta directamente a La Cámpora y el Instituto Patria, le respondió a Guzmán por sus dichos sobre los subsidios “pro-ricos”: “El ingreso promedio del decil más alto ronda $160.000, no es rico el que gana eso. Desconozco la fuente de Guzmán para afirmarlo”, dijo en Radio con Vos.
Pero en Casa Rosada quieren sepultar episodios como los de la salida fallida del subsecretario de Energía, Federico Basualdo. En Buenos Aires, y mientras Fernández se encontraba de viaje, sus dos principales ministros, el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, y el ministro del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro -el primero de la tribu albertista; el segundo, de La Cámpora- se mostraron juntos cada vez que pudieron.
El jueves compartieron un acto en Tres de Febrero y luego viajaron juntos a Tucumán. Antes, Wado había enviado a su mano derecha, la secretaria de provincias Silvina Batakis, a Chaco junto a Cafiero. Todo sea por mantener viva la foto de la unidad.
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