El Gobierno dice que apoya el plan de reforma judicial de la Corte
El ministro Garavano señaló que la convocatoria que ayer formalizó el máximo tribunal no se pisa con las propuestas del Gobierno; Lorenzetti conversó con Macri del tema
Horas antes de presentar su paquete para la "transformación profunda" de la Justicia, el presidente de la Corte, Ricardo Lorenzetti, fue a ver a Mauricio Macri a la quinta de Olivos para presentárselo.
En la misma línea de cortesía ayer, cuando se hizo público, el ministro de Justicia, Germán Garavano, le dijo a la nacion que el Gobierno apoyaba "fuertemente" la convocatoria de la Corte y "el lanzamiento de las bases para fortalecer y mejorar la Justicia".
El ministerio de Garavano tiene su propio plan en marcha, Justicia 2020, pero la Corte, en el documento redactado por Lorenzetti que servirá de base para trabajar en las reformas, sostiene que "el agente del cambio debe ser el propio Poder Judicial, liderado por la Corte Suprema" y que deberá buscarse un "consenso" con los otros poderes. Dijo que cuando no se siguió este esquema, las reformas fracasaron.
El cambio "sistémico" que propone la Corte incluye aspectos de lo más diversos y anuncia que se revisarán muchos temas para los que el Gobierno ya tiene su propia solución en Justicia 2020. Garavano, sin embargo, dijo que el proyecto de la Corte y el suyo no se pisan, sino que son "complementarios".
"El Poder Ejecutivo apoya las iniciativas de todos los poderes judiciales del país, incluido el federal, para transformar la Justicia, avanzar al expediente digital, optimizar, transparentar y reducir las demoras en la tramitación de los casos", dijo el ministro. Él conocía la idea general del plan de la Corte desde hacía semanas por reuniones que había mantenido con los ministros en el Palacio de Justicia.
Otras fuentes del oficialismo de menor afinidad con Lorenzetti leyeron este plan como un intento de salvar la imagen del Poder Judicial ante el malhumor social y se quejaron de que los tribunales sigan trabajando con el mismo horario (atención al público hasta las 13.30) y que no hayan modificado las ferias, algo que la Corte podría cambiar con una mera resolución. El año pasado, Macri les reprochó públicamente a los jueces que trabajaban poco y con privilegios.
El plan que hizo público Lorenzetti ayer postula una reforma amplia. Incluye revisar la "organización del trabajo de magistrados, funcionarios y empleados judiciales", pero va mucho más allá. También propone cambios en los procedimientos para las causas penales (hace especial mención a la corrupción), replanteos en el manejo presupuestario de los poderes judiciales, una nueva revisión de la conformación del Consejo de la Magistratura, un régimen de subrogancias más veloz y hasta el debate de los planes de estudios universitarios.
En el caso del Consejo, el Gobierno ya presentó un proyecto de reforma y, en paralelo, la Corte tiene para resolver un planteo de inconstitucionalidad que podría restablecer la vieja conformación del Consejo. Ahora, el máximo tribunal dijo que "es necesario dar estabilidad a la regulación y el funcionamiento del Consejo" y que se debe definir si el Congreso vuelve a cambiar la ley.
En materia penal, el Gobierno apuesta a inaugurar este año el sistema acusatorio, una modificación profunda que pone las investigaciones en cabeza de los fiscales y ya no de los jueces. La implementación empezará en Salta y Jujuy, y demorará varios años en llegar a Buenos Aires.
La Corte plantea ahora la necesidad de avanzar con "reformas procesales mientras se cumple con el proceso de implementación del sistema acusatorio, para celeridad en los juicios". Por ejemplo, la "limitación de resoluciones de mérito y apelaciones" y la "generalización del sistema de flagrancia". Para eso requeriría nuevas leyes que no podrán sancionarse sin el apoyo del oficialismo.
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