El Gobierno evitó un paro de colectivos, pero evalúa una nueva suba del boleto
Destrabó por ahora el conflicto con la UTA, que exige un alza salarial del 30%; Capitanich prometió revisar las tarifas y los subsidios para larga distancia
Con la promesa de revisar la tarifa en el boleto de los colectivos urbanos y redireccionar los subsidios al transporte de larga distancia, el Gobierno evitó que hoy se realizara un paro nacional del sindicato de colectiveros de la UTA , que exige un alza salarial del 30 por ciento.
En caso de concretarse la suba del boleto, sería el segundo incremento que se dispone en lo que va del año. El 1° de enero el boleto pasó de $ 1,50 a 2,50 para los usuarios que abonan el pasaje con la tarjeta SUBE (Sistema Único de Boleto Electrónico) y ascendió a $ 5 para los que utilizan monedas.
Después de una jornada de intensas reuniones , el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, se comprometió ante Roberto Fernández, líder de la UTA, a resolver la demanda salarial. Ayer se activó un comité de crisis, al que se sumaría recién a partir de hoy el sector empresarial.
"Suspendimos el paro porque hubo una mesa de diálogo, con buena predisposición. Entramos en un compás de espera hasta la semana que viene. El Gobierno va a tener que poner la plata si no quiere un aumento de tarifa. O suben el boleto o suben el subsidio. El Estado es el que les paga a las empresas, y éstas a nosotros", dijo anoche Fernández a LA NACION.
El nudo del conflicto no es únicamente el reclamo por un aumento salarial para unos 100.000 colectiveros. Existe, además, una creciente incertidumbre porque estaría en riesgo el futuro laboral de unos 5000 choferes de los colectivos de larga distancia. El sector se desplomó tras la quita del subsidio al combustible y por la competencia aerocomercial, sobre todo, la de Aerolíneas Argentinas. Según Fernández, el Gobierno se comprometió a "analizar" un beneficio impositivo en el abastecimiento de gasoil para las empresas. Este subsidio fue dado de baja a partir de la fractura de la alianza entre Hugo Moyano y el kirchnerismo.
Con la paritaria en suspenso desde el 1° de enero, la UTA obtuvo en marzo entre $ 1200 y 1400 a cuenta del porcentaje anual que aún no se acordó. Desde entonces, se desató una pulseada que aún no termina. Fernández, que antes exigía un 35% de aumento, anoche bajó sus pretensiones en cinco puntos.
En la UTA anoche se hacían cuentas y se cruzaban números. En uno de esos análisis, un colaborador de Fernández hizo pública la siguiente ecuación: "Si el boleto urbano sube 0,50 centavos y hay 9.000.000 de usuarios por día, se recaudarían $ 4.500.000 más por cada jornada. Y así nos pagan el aumento que pedimos".
Así como el sindicato está a tiro de conflicto, el ánimo no es muy distinto entre los empresarios. Sucede que el Gobierno mantendría una deuda vinculada al retraso en el pago de los subsidios. La deuda sería de los últimos cuatro meses y alcanzaría los $ 500 millones, según publicó ayer el diario Ámbito Financiero.
Los empresarios asistirían hoy a la Casa Rosada para reunirse con Capitanich. Tal vez participen del encuentro el ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, y la viceministra de Trabajo, Noemí Rial, quienes ayer estuvieron con los gremialistas. Rial participó en reemplazo de Carlos Tomada, que está en Ginebra en la cumbre de la Organización Internacional del Trabajo.
Desde la UTA desmintieron anoche que el Ministerio de Trabajo haya dictado la conciliación obligatoria para evitar el paro. "No llegó ninguna notificación. Lo de la conciliación es feo porque te agarra bronca. Es una pena que hayamos tenido que salir a los gritos para reclamar una paritaria que lleva cinco meses", se quejó anoche Fernández.
Sin embargo, el Ministerio de Trabajo, a través de la agencia Télam, ratificó la conciliación durante 15 días hábiles.
"Capitanich y De Vido se comprometieron al diálogo y nos escucharon. Ahora les plantearán nuestra postura a los empresarios. Esperaremos una o dos semanas para ver si hay una solución", dijo el jefe de la UTA. Fernández mantiene una curiosa ambigüedad en el ajedrez sindical: es miembro de la CGT oficialista que encabeza Antonio Caló, pero actualmente es una de las voces de referencia del sindicalismo opositor, que lideran Moyano y Luis Barrionuevo.
CALÓ VUELVE A DESAFIAR A LAS SIDERÚRGICAS
La pulseada salarial entre la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), el gremio que conduce el jefe de la CGT oficialista, Antonio Caló, y las empresas siderúrgicas del Grupo Techint y Arcelor Mittal continúa sin una definición. La conciliación obligatoria que el Ministerio de Trabajo había dictado hace dos semanas venció anoche y para hoy se espera una nueva reunión para destrabar el conflicto. La UOM reclama que las siderúrgicas cumplan con la suba salarial del 26,5% acordada en la paritaria y que se negocie con el gremio el pago de los adicionales en vez de hacerlo de manera individual con cada empresa. Para reforzar el reclamo, el sindicato instaló carpas frente a las oficinas de las compañías, que hasta anoche seguían en pie. De no haber acuerdo, el gremio de Caló iría a un nuevo paro, lo que alteraría la producción de acero en todo el país.
lanacionarDel Editor: qué significa. El Gobierno ganó tiempo, pero dejó en claro que los usuarios serán los que cargarán con el costo de cualquier aumento salarial para los colectiveros.
Más leídas de Política
Internas en el Palacio. Un poderoso funcionario de la Corte recusó a los cuatro jueces del tribunal y les reclamó celeridad
Escándalo en el Senado. Tras una maniobra del kirchnerismo, la oposición abandonó el recinto y dejó sin quórum la sesión
Escándalo en la Cámara alta. JxC advirtió que Cristina "perdió el control del Senado"
"No hay lugar para los parásitos". Milei le respondió a Alberto Fernández tras ser comparado con Adolf Hitler