El Gobierno se entusiasma con una reforma en el PJ
Kirchner piensa en un partido "abierto"; se habla de amnistías
El resultado que obtuvo el Gobierno en las urnas se verá reflejado en poco tiempo en cambios en la estructura partidaria del peronismo.
El Presidente y sus más estrechos colaboradores ya hablan de un justicialismo "flexible y amplio" que se sustentará en una amplia reforma del partido oficialista.
No obstante, el nuevo perfil que Néstor Kirchner quiere darle al PJ se ajustará a un esquema mayor de acuerdos partidarios que tendrá su base en el Frente para la Victoria, donde confluirán todas las fuerzas aliadas al Gobierno. En el nuevo peronismo que se piensa desde la Casa Rosada, Kirchner no encaja como jefe partidario, sino que tendrá en la mesa de conducción a sus máximos referentes. Sucede que el Presidente quiere mostrar la imagen de un Gobierno más amplio en lo estrictamente partidario y hará todo lo posible para que el PJ también refleje ese concepto.
Kirchner, junto al jefe de Gabinete, Alberto Fernández; al ministro del Interior, Aníbal Fernández, y a varios colaboradores y gobernadores del PJ, intercambió en los últimos días ideas y proyecciones sobre el peronismo que se viene luego de la victoria del oficialismo en las urnas.
Según confiaron a LA NACION dos fuentes calificadas de la Casa Rosada que estuvieron presentes en varias de esas reuniones, el nuevo esquema peronista de Kirchner prevé, entre otras cosas, una depuración de padrones de afiliados, la convocatoria a una suerte de amnistía para todos aquellos que dejaron el partido en la década del 90 y una reafiliación partidaria.
Para llevar adelante este objetivo, en el Gobierno existen dos vertientes de pensamiento. Por un lado, hay quienes creen que el actual interventor partidario, Ramón Ruiz, puede poner en marcha esta reforma. Por otra parte, están quienes opinan que se debe hacer una convocatoria "simbólica" a elecciones de autoridades partidarias. Es decir que habría lista única de autoridades acordadas con el jefe del Estado.
En este último esquema, la nueva mesa de conducción del PJ avanzaría con una reforma estructural de la Carta Orgánica del partido. Kirchner no quiere demorar demasiado todo este proceso para no ser visto como un presidente que le escapa a la gestión de gobierno y se queda atado a lo partidario.
"El proceso de reforma del PJ nacional debe ser rápido como el que se hizo en el peronismo porteño", se sinceró un estrecho colaborador del Presidente. En este sentido, se habló de una mesa de conducción partidaria que tenga una "nueva visión de la política acorde con los tiempos de Kirchner" y que establezca puentes con el Frente para la Victoria en todo el país.
Las fuentes consultadas por LA NACION aseguran que el esquema de depuración de padrones del PJ tendrá un firme objetivo: servirá para mostrar al electorado que no habrá más padrones "inflados", como ocurre en muchos distritos del país, principalmente en el territorio bonaerense. Es decir que será una señal más hacia el duhaldismo. "Preferimos un partido más chico en padrones pero más transparente y acorde con los tiempos que corren", dicen en la Casa Rosada.
A la vez, se prevé una amnistía para que, entre otros, haya un regreso de los referentes del Frepaso que se fueron del PJ por sus diferencias con el menemismo. Ese también será un gesto que se quiere dar para mostrar un peronismo "flexible y abierto", como dicen.
Hay también un importante sector del PJ que por diferencias con Duhalde jugó por fuera de la estructura partidaria en las últimas elecciones y se espera que regrese a las filas partidarias. Es el caso del gobernador de Misiones, Carlos Rovira, por poner un ejemplo.
Toda esta reforma partidaria del peronismo estará sujeta al armado del Frente para la Victoria en el nivel nacional. En el plano legislativo, esto funcionará como un interbloque PJ-Frente para la Victoria en ambas cámaras. Y en el plano político, el peronismo intentará interactuar con los aliados al Presidente para tratar de abarcar la mayor cantidad de referentes posibles en las provincias.
"Será algo así como el sueño peronista del gran movimiento", se entusiasman en la Casa Rosada. Habrá que ver en el tiempo si este tipo de alianzas subsiste o si sólo actúan como expresiones coyunturales sujetas a propuestas concretas del Presidente.
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