El Gobierno teme que Pro sea eje de una alianza en el peronismo disidente
Sectores cercanos a Cristina Kirchner se preocupan ante una coalición con Duhalde, De la Sota, Del Sel y Busti
Pese al discurso público oficial optimista, la rotunda derrota ayer de Daniel Filmus, por casi 29 puntos, dejó la sensación en varios sectores del gobierno de Cristina Kirchner de que el ballottage porteño generó un desgaste innecesario. Que no le sirvió a la Presidenta para fijar la expectativa de un piso decoroso para las primarias presidenciales del 14 de agosto. Y consolidó al ganador, el jefe de gobierno porteño, Mauricio Macri, con 64,3% de los votos, como potencial eje de una coalición peronista disidente que fuerce una rebelión del voto justicialista.
La Presidenta obligó a Filmus a competir en la segunda vuelta para elevar el piso electoral del 28% al 40% con miras a los comicios de dentro de dos semanas. Pero se quedó en 35,7 puntos. La debacle agigantó los fantasmas.
Según confiaron a LA NACION cerca de Cristina Kirchner, el mayor temor de la Presidenta ahora consiste en que se conforme una alianza entre Macri, en la ciudad; el candidato presidencial Eduardo Duhalde e intendentes, en el conurbano bonaerense; el senador Carlos Reutemann y Miguel del Sel, en Santa Fe; los aspirantes a gobernador José Manuel de la Sota, en Córdoba, y Jorge Busti, en Entre Ríos, y el senador Carlos Verna, en La Pampa.
"Sería letal. Es la zona centro del país, el corazón sojero. El antecedente de Santa Fe hace temer un trasvasamiento del voto peronista y en el de clase media urbana y rural. Pueden mandar a Cristina al ballottage en las presidenciales del 23 de octubre, y eso complicaría todo", confió a LA NACION un operador oficial.
Otro funcionario comentaba que "es evidente que se pinchó la burbuja de que Cristina ya ganó". Aunque aclaró que "las chances están intactas": siguen estimando que la Presidenta puede rondar el 45% en el país y el 41% en Capital.
Sin embargo, los allegados a Olivos confiaron que "el ballottage no sirvió y fue pésimo". Se lamentó el fracaso de uno de los ejes de la campaña: convencer a los ausentes de la primera vuelta de que asistieran ayer. "La gente no respondió, no fue a votar", se dijo.
La derrota por casi 29 puntos se podría haber evitado según ministros como el de Planificación, Julio De Vido, y el de Economía, Amado Boudou, entre otros. Se retrocedieron 9 puntos del ballottage de 2007. Y Macri agregó 17 puntos (250.000 votos) desde la primera vuelta, mientras que Filmus sólo 8 (110.000).
O sea, entre quienes no votaron a ninguno el 10 de julio último, Macri duplicó a Filmus. Un claro voto antikirchnerista. Además, el Gobierno perdió 6 de 10 elecciones en 2011: Chubut, Neuquén, Tierra del Fuego, Santa Fe y las dos rondas de la Capital Federal. Sólo ganó en Catamarca, La Rioja, Salta y Misiones.
Para añadir preocupación, la Presidenta envió a su mano derecha, Carlos Zannini, a acordar con De la Sota que éste dedique a ella su posible triunfo en Córdoba el domingo próximo. Los delasotistas anticiparon, tal como adelantó LA NACION el sábado último, que "ganará sólo el PJ cordobés" y que en las primarias del 14 de agosto habrá libertad: ellos conversan secretamente con Duhalde y con Alberto Rodríguez Saá.
El interrogante que atormenta a Olivos consiste en cómo reaccionarán los intendentes del conurbano a los que Duhalde se puso a seducir en estos días.
El primer cambio de la Presidenta fue estético: llamó a Macri para felicitarlo y Filmus hizo un discurso conciliador. Habrá una "Cristina menos confrontativa" para las primarias, dentro de 14 días.
Se preparan, además, anuncios antes de las generales de octubre: aumentos en las jubilaciones; en la asignación universal por hijo; en asignaciones familiares y en el salario mínimo. Mientras ello ocurre, los ministros reparten planes, fondos y promesas de obras entre los municipios bonaerenses.
PASES DE FACTURA EN EL KIRCHNERISMO
El intelectual Ricardo Forster, miembro del grupo Carta Abierta, aseguró ayer que "se perdió tiempo muy valioso en elegir al candidato". En declaraciones a Radio 10, dijo que "probablemente no se terminó de construir a tiempo" y que "hubiera sido mejor tener antes un candidato recorriendo la ciudad y discutiendo con los vecinos". Otros funcionarios de la Casa Rosada critican internamente la "falta de conducción política" de la presidenta Cristina Kirchner en episodios que desgastaron al Gobierno en la semana última: el Fútbol para Todos y la AFA, y la represión en Jujuy con cuatro muertos. Además se lamentaron del escándalo de los departamentos-prostíbulos que golpearon al juez de la Corte Suprema, Eugenio Zaffaroni.
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