El juez pidió informes al Banco Mundial y a Economía para saber si representa al Estado
Suspendió la indagatoria, pero quiere chequear si Forcieri se ocupa de los fondos buitre
Guido Forcieri evitó ayer su indagatoria, pero puso en juego su credibilidad y su reputación en el Banco Mundial, en Washington, donde se desempeña como representante de la Argentina. El juez federal Ariel Lijo informó al Banco Mundial la acusación contra Forcieri por participar de la apropiación de Ciccone y pidió al Ministerio de Economía que corrobore si es cierto que representa al Estado en las negociaciones con los fondos buitre.
Lijo ayer evitó dictar la captura internacional del funcionario, sospechoso de ser cómplice del vicepresidente Amado Boudou para quedarse con Ciccone, pero decidió posponer una decisión sobre su fecha de indagatoria, a la espera de los informes que pidió a los organismos. La prórroga no demorará la definición de la situación de Boudou y el resto de los acusados.
Forcieri había sido acusado de interceder en favor del salvataje de Ciccone cuando era jefe de gabinete de Boudou, en Economía.
Así lo declaró Rafael Resnick Brenner, ex jefe de asesores de la AFIP, quien indicó que le presentó a José María Núñez Carmona, socio de Boudou, para ocuparse del asunto.
Tras esa declaración, el juez Lijo lo citó a indagatoria como partícipe de la maniobra para el 18 de junio, pero Forcieri estaba en el extranjero. Pidió prorrogar la cita hasta ayer, pero nuevamente se ausentó alegando sus compromisos en el Banco Mundial.
Allí Forcieri representa, además de la Argentina, a Bolivia, Chile, Perú y Uruguay. Ayer, le informó a Lijo, mediante su abogado Pablo Slonimsqui, que tienen "impacto directo en las tareas habituales" el acuerdo con el Club de París, la situación con los tenedores de bonos argentinos y el seguimiento que realiza el Fondo Monetario Internacional del Indec.
La cuestión de los fondos buitre "se ha convertido en un asunto de discusión e información diario del señor Forcieri con y hacia sus colegas", decía su escrito, al que adjuntó documentación secreta de la agenda del Banco Mundial con sus obligaciones. Lijo, a pedido de Forcieri, decidió guardar esos papeles en la caja fuerte, dado su carácter reservado, sensible y de circulación restringida.
Forcieri había dicho que no puede estar en Buenos Aires hasta el 11 de agosto, cuando comienzan las vacaciones de verano en el Banco Mundial.
Ayer, en declaraciones que reprodujo la agencia oficial Telam, dijo que se habían hecho "construcciones maliciosas" de parte de algunos medios, sobre los motivos de su ausencia ante la Justicia. "Mi ausencia tiene que ver con mi trabajo en sí, y en ese sentido, claro que el tema (de los fondos buitre) me impacta directa e indirectamente", señaló Forcieri.
Para saber si todas estas aludidas razones para su ausencia tienen fundamento, el juez envió ayer un oficio a las oficinas del Banco Mundial en la Argentina, en el que informa sobre la indagatoria judicial a la que fue citado el funcionario.
Ya lo había hecho ante el Comité de Ética del organismo la legisladora Graciela Ocaña, quien pidió al Banco Mundial que lo suspenda en sus funciones.
Lijo, además, preguntó cuáles son las fechas en que Forcieri puede presentarse a declarar, aclarando que la cita sólo le llevará, a lo sumo, 24 horas, y que cuando termine puede regresar a Washington. No quiere más excusas.
Paralelamente, mandó un oficio al Ministerio de Economía para que le informe si Forcieri participa en representación del Estado en las negociaciones por el pago a los tenedores de bonos que no han aceptado el canje de la deuda. Y, si es así, debe describir el ministerio a cargo de Axel Kicillof cuáles son las funciones de Forcieri.
Jurídicamente se trata de corroborar un dato que el acusado esgrimió como motivo para no presentarse a declarar, pero políticamente implica que un funcionario del Ministerio de Economía ponga la firma para darle una excusa al hombre de Boudou en el Banco Mundial para eludir a la Justicia.