El kirchnerismo arriesga la cómoda mayoría con la que domina el Senado
Hoy con 40 legisladores controla la dinámica legislativa sin problemas, pero ahora tiene dificultades en varios distritos
Si bien todas las miradas estarán instaladas en la lucha por el reparto de bancas en la Cámara de Diputados, en estas elecciones el kirchnerismo también se juega una exigente parada en el Senado, donde pondrá en juego la mitad de las 24 bancas de las ocho provincias que renuevan a sus representantes en este turno electoral.
La exigencia para el oficialismo se incrementa si se toma en cuenta que también deberán revalidar sus escaños tres de los siete senadores que el kirchnerismo viene contando como aliados incondicionales desde hace tres años.
Son los representantes de Nuevo Encuentro de Tierra del Fuego (2) y del Movimiento Popular Neuquino (MPN).
Del resto de las 24 bancas, la UCR pone en juego 4, y el PJ disidente, 2. La lista se completa con los escaños de los porteños Samuel Cabanchik (independiente) y María Eugenia Estenssoro (FAP) y del Partido Renovador de Salta.
En los comicios de octubre renovarán sus representantes Capital Federal, Chaco, Tierra del Fuego, Santiago del Estero, Neuquén, Entre Ríos, Salta y Río Negro, tres en cada distrito.
Sin embargo, en estas elecciones primarias son muy pocos las provincias donde habrá disputa al interior de alguna fuerza política para convertirse en los candidatos en los comicios legislativos de medio término del 27 de octubre.
Aunque escasas, esas disputas internas podrían cambiar de manera importante el futuro perfil de un Senado dominado ampliamente por un kirchnerismo que, contando a legisladores propios y aliados, hoy detenta una mayoría de 40 legisladores sobre un total de 72 miembros del cuerpo.
De hecho, el oficialismo apeló al Senado cada vez que necesitó dar un trámite veloz y seguro a alguna demanda del Gobierno, ya que es la Cámara donde tiene mayoría más holgada.
En Capital Federal, la atención estará centrada en conocer quiénes serán los candidatos del frente de centroizquierda UNEN.
La compulsa la protagonizan las listas encabezadas por Fernando Solanas, Alfonso Prat-Gay y Rodolfo Terragno, en una disputa que se adelanta cerrada hasta el final mismo del conteo de esta noche.
Las encuestas muestran que, sumados, los lemas de UNEN alcanzarían el segundo lugar en octubre, detrás de Pro, y le arrebatarían la banca al kirchnerista Daniel Filmus, que va por su reelección.
El nombre del que resulte ganador de esa compulsa podría ser fundamental para saber si esa sumatoria se mantiene o si muchos votos de las opciones que resulten perdedoras migrarán hacia otras fuerzas, permitiéndole al oficialismo afianzarse en el segundo lugar en el distrito y quedarse con la banca de minoría.
La otra interna que tendría repercusiones en el perfil del futuro Senado es la del MPN, en Neuquén.
Aliado incondicional del gobierno de Cristina Kirchner, el gobernador Jorge Sapag apuesta a la lista A, que encabeza su vicegobernadora, Ana Pechén.
Pero hoy, esa nómina tendrá que enfrentarse a la encabezada por el sindicalista petrolero Guillermo Pereyra (lista B), alineado con el líder de la CGT opositora, Hugo Moyano.
Una victoria de la lista de Pereyra se convertiría en un verdadero dolor de cabeza para la Casa Rosada, ya que a la pérdida de un escaño (el kirchnerismo pone en juego dos y todo indica que el MPN ganará en octubre) deberá sumarle la pérdida de una fuerza aliada.
En el resto de los distritos, no aparecen grandes disputas internas, por lo que el resultado de estas primarias deberá leerse como una encuesta que podría anticipar el resultado de octubre.
En este escenario, asoman algunos casos para analizar.
En Tierra del Fuego, el kirchnerismo podría perder dos escaños (uno propio y otro aliado) si se impone el Movimiento Popular Fueguino de Jorge Garramuño y relega al FPV al segundo lugar.
En Salta, las encuestas vienen mostrando un ascenso del peronismo disidente que podría anticipar una dura disputa en octubre con la lista kirchnerista que patrocina el gobernador Juan Manuel Urtubey, golpeado electoralmente por la ruptura de su alianza con el Partido Renovador.
Por último, el radicalismo corre serio riesgo de perder dos bancas. Las de Santiago del Estero y de Entre Ríos. En este último caso, se explica en la irrupción de Alfredo De Angeli como candidato de Pro.
En Chaco y Río Negro, todo indica que se mantendría el statu quo, reteniendo el FPV y la UCR sus respectivas bancas de mayoría (2) y minoría (1).