El Mercosur se acerca a la Unión Europea

Madrid (De nuestra corresponsal).- El anuncio del gobierno español de elegir a la Argentina como "socio estratégico" en América latina tiene, en lo comercial, una evidente vocación por lograr acuerdos de libre intercambio entre la Unión Europea y el Mercosur.

De cumplirse, el objetivo podría ampliar considerablemente la capacidad de mercado de la región. Y, posiblemente, generar alguna tensión en materia exterior con el bloque comercial de América del Norte, liderado por los Estados Unidos.

Ayer, en el segundo día de visita oficial del presidente Fernando de la Rúa a España se multiplicaron como un eco insistente las expresiones de funcionarios españoles en esa dirección, que para la Argentina implica una señal importante en materia de política exterior.

Tampoco los argentinos se quedaron atrás. Empezando por el Presidente que, ante empresarios de ambos países, sostuvo: "Para este gobierno, el Mercosur es una prioridad. Y en ese terreno alentamos un acuerdo con la Unión Europea en el que España asume el compromiso de abrir la puerta".

El Presidente fue más directo y apuntó a fijar un momento preciso para impulsar el esfuerzo hacia su blanco: el primer semestre de 2002. En esa fecha, España y la Argentina coincidirán, respectivamente, en el ejercicio de las presidencias rotativas del bloque europeo y del Mercosur. "¡Qué mejor momento que ése!", dijo De la Rúa.

En nombre de Aznar

Poco antes, la misma línea había sido tomada por dos personas que integran el gabinete de gobierno de Aznar: el ministro de Turismo y Comercio, Juan Clement, y la titular del Ministerio de Innovación Tecnológica, Ana Birulés.

Birulés compartió el estrado con De la Rúa y le tocó ejercer oficiosamente como vocera de Aznar en el cierre de un seminario que analizó las relaciones comerciales bilaterales. Era claro que traía una línea directriz precisa al abandonar el terreno tecnológico, que es su especialidad, para incursionar en un fuerte pedido para lograr "un acuerdo de libre comercio" entre ambos bloques.

Esa posibilidad había sido bosquejada tiempo atrás desde la Cancillería argentina. Pero durante la gira presidencial por España cobró un impuso mucho más decidido.

Al punto que, según dijeron voceros, fue analizada en varias oportunidades. En la reunión reservada que De la Rúa tuvo con Aznar y en la que compartió luego con los titulares de las cinco empresas que concentran más del 80 por ciento de la inversión española en la Argentina: la energética Endesa, los bancos BBVA y Santander Central Hispano (BSCH), Telefónica y Repsol YPF.

Precisamente, fue el titular de esta última, Alfonso Cortina, quien puso el tema sobre la mesa con una pregunta directa. "¿Qué pasará con el Mercosur y cuál es su futuro?", consultó, palabras más, palabras menos.

Según la misma fuente de primer nivel, De la Rúa ofreció entonces una extensa explicación que incluyó el objetivo de acercamiento con Europa. De acuerdo con lo que se indicó, la respuesta fue muy bien recibida por el quinteto.

Lograr convergencias

Más tarde, con los ánimos más serenos, una fuente gubernamental explicó a La Nación que, previo a esa tarea, el esfuerzo apuntará a lograr las necesarias convergencias macroeconómicas entre los países miembros del Mercosur. "Hay mucho por hacer", dijo al poner un paño frío sobre la euforia.

Antes de que el día terminara, el ministro de Economía, José Luis Machinea, se sumó a la línea. "El Mercosur es fundamental para nosotros. Pero no como un espacio proteccionista sino como un punto para obtener mayor capacidad de negociación frente a otros bloques", dijo.

Y, como señal, añadió la reciente recomendación a los países miembros de trabajar en la futura reducción del arancel externo común. Pero, como en el mundo de los negocios nada es gratuito, enseguida deslizó el reclamo de contraparte.

"El libre comercio está muy bien. En la medida en que sea para todos. Europa debe dar señales de reducción de subsidios", dijo.

Si la negociación avanza, el reclamo argentino pasará seguro por ese eje.