Plazos. El Mundial marcará el ritmo de las internas en la disputa por 2015
Oficialistas y opositores creen que la pausa por el torneo apurará las definiciones
Es un clásico. El año del Mundial de fútbol llega con una certeza: mientras dura el torneo y, sobre todo, el tránsito de la selección argentina por las sucesivas rondas, la política entra en un estado de parálisis, mezcla de pausa, distracción y euforia.
Este año no será la excepción. Pero tendrá una particularidad: el paréntesis no sólo se sentirá con fuerza en todos los recovecos de la política mientras dure. También tallará fuerte en los meses previos y, especialmente, en lo que venga después del entusiasmo celeste y blanco. El Mundial volverá a marcar el ritmo del reloj de la política.
Aunque con matices, el diagnóstico se repite en las charlas de los pasillos de la política, ésas que sólo fluyen en voz baja. Lo trazan políticos, gremialistas, economistas y consultores.
Los primeros meses del año serán complejos y de mucho movimiento. La persistencia de la inflación, la puja salarial en el marco de las paritarias, la caída de reservas y la crisis energética (en la extensión de su versión estival o, más avanzado el calendario, puesta en evidencia por el frío) se repiten como los ejes sobre los que girará la cargada agenda. Hasta que llegue el esperado puntapié inicial de Brasil-Croacia, el 12 de junio, en San Pablo.
Consultado por LA NACION, el encuestador Carlos Germano sumó un elemento al primer trimestre del año que postuló como "el primer gran ordenador": la apertura del próximo período legislativo el 1° de marzo, a cargo de Cristina Kirchner. "Ese discurso es fundamental. Veremos cómo está la Presidenta y cómo proyecta 2014", opinó.
Germano, asesor del vicegobernador bonaerense Gabriel Mariotto, consideró además que, pasado el intervalo del Mundial, la política volverá al ritmo frenético de los primeros meses.
"En agosto se abre un escenario nuevo. Se van a ir acelerando fuertemente los acuerdos políticos, tanto en el oficialismo como en la oposición", pronosticó.
Es que en agosto próximo faltará un año exacto para las elecciones primarias de 2015. Más allá de los que ya hicieron pública su decisión de ir por la presidencia (Daniel Scioli, Sergio Massa, Mauricio Macri), restará saber entonces si el gobernador jugará por adentro o por fuera del Frente para la Victoria y si Cristina Kirchner elegirá o no otro candidato por el oficialismo.
También llegará la hora de las definiciones para el frente que comparten la UCR, el socialismo, GEN, la Coalición Cívica y Proyecto Sur. No sólo necesitan definir cómo elegirán a sus candidatos, sino también hacerlo con tiempo suficiente para instalarlos como parte de la oferta electoral.
Este año antesala de la sucesión de Cristina Kirchner será además sustancialmente distinto a los últimos dos años previos a una elección presidencial: 2006 y 2010, cuando también se jugaron mundiales de fútbol.
En 2006, mientras la selección disputaba el campeonato del mundo en Alemania, el misterio sobre la sucesión de Néstor Kirchner estaba en pie, pero con la certeza de que el dilema se resolvería dentro del matrimonio presidencial. Algo similar ocurrió mientras la pelota rodaba en Sudáfrica 2010. La alternativa seguía siendo "pingüino o pingüina".
Este año la incógnita es (y seguirá siendo hasta después del Mundial) si la Presidenta ungirá a Scioli como su candidato o si elegirá a otro como delfín. El kirchnerismo también tendrá que decidir si la disputa por la sucesión se resolverá en una interna o si las cartas estarán echadas antes.
Aunque jamás delante de un micrófono, tanto en el kirchnerismo como en el sciolismo comparten la lectura sobre los tiempos políticos de este año. Ven un primer cuatrimestre muy áspero, sobre todo por factores económicos, una meseta mientras dure el Mundial (más un período de gracia si los resultados acompañan) y una explosión de la interna a partir de agosto.
Se van a acelerar las definiciones sobre las candidaturas y la decisión sobre si se cambiará la ley electoral para permitir cambios en las fórmulas después de las PASO. "En agosto tiene que estar todo cocinado", coinciden en estricto off the record.
El sociólogo Ricardo Rouvier explicó el vaivén con una comparación. "La carrera electoral es como un libro. El prólogo se está escribiendo ahora y es muy probable que en el Mundial la escritura se atenúe porque el receptor va a estar distraído. Terminado el Mundial se va a dinamizar la escritura y vendrán los capítulos centrales", graficó.
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