El oficialismo del Senado atacó a "los medios hegemónicos"

El kirchnerismo impuso ayer su mayoría en el Senado y bloqueó el intento de la oposición de discutir sobre tablas la modificación del sistema electoral para introducir el uso de la boleta única en las elecciones presidenciales y combatir, así, las denuncias sobre irregularidades que surgieron tras las primarias del 14 de agosto último.

En una nueva muestra del verticalismo imperante en los bloques legislativos oficialistas, el neuquino Marcelo Fuentes rechazó las denuncias sobre irregularidades que adjudicó a una "campaña de los medios hegemónicos" contra el Poder Ejecutivo.

"Hubo un acto electoral irreprochable, una manifestación popular contundente. Esta campaña del multimedios Clarín y del «multimedios» LA NACION ha fracasado", afirmó el senador. Llamó la atención que el elegido para fijar la postura oficialista haya sido uno de los denominados "kirchneristas de paladar negro". El jefe del bloque, Miguel Pichetto (Río Negro), sólo se limitó a cuestionar desde el aspecto reglamentario el pedido del debate sobre tablas de un tema que no estaba previsto abordar en la sesión.

Mientras en la Cámara baja el tema se discutía en comisiones con suerte similar (como se informa por separado), en el Senado el debate lo llevó al recinto el peronista disidente Adolfo Rodríguez Saá (San Luis), que pidió el tratamiento sobre tablas de los cuatro proyectos que impulsan el sistema de boleta única.

Según Rodríguez Saá, la discusión es "necesaria porque hay una enorme sospecha" sobre irregularidades cometidas en las primarias, entre las que citó el faltante y el robo de boletas y las inconsistencias de los telegramas utilizados para el escrutinio definitivo.

Según el legislador puntano, el sistema puede aplicarse en las presidenciales de octubre, para lo cual mostró las boletas usadas para votar en las embajadas argentinas en el exterior y en los penales del país. "Entonces no es que boleta única no puede ser, sino que boleta única existe hoy", sentenció, tras lo cual aseguró que las razones esgrimidas por el Poder Ejecutivo para no modificar el sistema electoral "son todos pretextos".

El radical catamarqueño Oscar Castillo aclaró que "no está en discusión el resultado electoral" de las primarias, pero avaló el uso de la boleta única porque "se ha comprobado que hubo irregularidades".

El socialista Rubén Giustiniani (Santa Fe) afirmó que el sistema fue una "experiencia exitosa" en su provincia. "El 95% de los santafecinos dirán que funcionó muy bien", agregó. Roxana Latorre (PJ-Santa Fe) replicó sus argumentos, al señalar que "hubo índices inéditos de voto en blanco" que atribuyó a la falta de información, lo que la llevó a afirmar que hubo una suerte de "voto calificado".

La peronista disidente Sonia Escudero (Salta) destacó que "en América latina sólo la Argentina y Uruguay se han quedado con este sistema anacrónico que exige un despliegue de recursos humanos para evitar que se roben las boletas". Y agregó: "La boleta única ayuda a la equidad electoral".

Por último, Luis Juez (Frente Cívico-Córdoba) usó su propia experiencia para reclamar al tratamiento del nuevo sistema, al recordar que la boleta única le permitió aceptar sin dudas el resultado de los comicios de su provincia. "Me permitió decir con hidalguía: hoy me tocó perder . Hace cuatro años estaba a los gritos porque me habían robado", rememoró.