El Papa recibió a De la Rúa
ROMA.- El candidato presidencial de la UCR, Fernando de la Rúa, se llevó la bendición del papa Juan Pablo II para el pueblo argentino y aseguró que su visita al Sumo Pontífice no persigue ningún objetivo político.
El jefe espiritual de la Iglesia Católica recibió a De la Rúa en la residencia veraniega de Castel Gandolfo. Después de la tradicional ceremonia del Angelus, que ayer se prolongó algo más de lo usual, se concretó la visita protocolar del jefe del gobierno porteño.
El embajador argentino ante la Santa Sede, el menemista Esteban Caselli, que estaba acompañado por su esposa, presentó a De la Rúa y a su mujer. Cuando concluyó el encuentro, dos de los tres hijos del candidato radical, Fernando (Aíto) y Agustina, que estaba junto a su esposo y a su pequeña hija, también pudieron saludar al Santo Padre.
El jefe del gobierno porteño dijo estar "emocionado" como católico y destacó que "el objetivo de la visita fue llevar los saludos desde Buenos Aires" para el Papa y transmitirle el afecto del pueblo argentino. Acto seguido, pidió "que no se dé otra significación" a la reunión.
De esa forma, De la Rúa desestimó las acusaciones que le habían hecho sus socios frepasistas respecto de que los contactos que mantiene con el menemismo habrían sido decisivos a la hora de concretar la gestión.
El aspirante presidencial del radicalismo ironizó sobre el "poder de persuasión presidencial. Lo único que falta -dijo- es que crean que el presidente Menem es quien le arma la agenda al Papa".
De la Rúa aseguró que el pedido de audiencia fue presentado ante el arzobispo de Buenos Aires, monseñor Jorge Bergoglio, quien lo transmitió al nuncio apostólico, Ubaldo Calabresi, y que posteriormente se informó a la embajada argentina ante la Santa Sede de su visita.
Pedido por fax
Sin embargo, La Nación observó un fax que lleva la firma del jefe del gobierno porteño, fechado el 25 de agosto último, en el que De la Rúa expresó a Caselli: "Agradeceré quiera tener a bien contemplar la posibilidad de gestionar una audiencia protocolar" con el Papa con motivo de la visita que realizaría a esta ciudad. Cuando se preguntó a De la Rúa respecto de la duración del encuentro, dijo que aunque no lo medía en tiempo, estimaba que se había prolongado por aproximadamente 10 minutos. Sin embargo, fuentes del Vaticano expresaron que, tal como sucede en este tipo de visitas protocolares, el saludo no se extendió más allá de los tres minutos. Por la tarde, el actor Vittorio Gassmann recibió a De la Rúa en su casa particular.