"El pase a retiro no debe ser impunidad"

SAN MIGUEL DE TUCUMÁN.- Graciela Ledo entiende que la salida de César Milani como jefe del Ejército "abre una luz de esperanza para que se conozca la verdad" sobre lo que le pasó a su hermano, el soldado Alberto Ledo, quien desapareció en 1976, en esta provincia.

En diálogo con LA NACION la docente riojana aseguró que seguirá "con más fuerza que nunca la lucha" que lleva adelante desde hace 39 años junto a su madre, Marcela Brizuela de Ledo, en reclamo de justicia. "Acá puede morirse el perro, pero no la rabia. Esta lucha no es contra el jefe del Ejército, sino contra uno de los responsables de la desaparición de mi hermano, que tiene que ser juzgado por los crímenes que cometió", dijo la militante de derechos humanos.

En diciembre de 2014, el fiscal federal Carlos Brito requirió el llamado a indagatoria de Milani, a quien acusó de haber falsificado un acta en la que se hizo figurar al conscripto Ledo como desertor, con la supuesta intención de cubrir su secuestro y asesinato. Sin embargo, el juez federal Daniel Bejas, quien lleva adelante la causa, desestimó el planteo por considerar que no existen pruebas suficientes contra el jerarca militar. La Fiscalía y la Querella apelaron esa decisión, que ahora debe ser revisada por la Cámara Federal de Apelaciones de esta provincia.

La hermana del soldado Ledo opinó que con la decisión adoptada por Milani "la Justicia ya no tiene excusas y ahora puede actuar sin presiones para investigar y llamarlo a declarar". Según Ledo, Milani "debe ser juzgado como participe necesario" del asesinato de su hermano. "Está acusado de haber falsificado el acta de deserción de Alberto y de haber sido parte del aparato represivo, porque marcaba a las víctimas y participaba de los operativos de tortura y detenciones, actos que configuran el delito de genocidio", argumentó.

Ledo opinó que el pase a retiro solicitado por Milani "no obedece a razones estrictamente personales, como aseguró, sino que responde a cuestiones políticas, que reflejan la gravedad y el peso de las acusaciones que hay en su contra".

En este sentido, consideró que "el Gobierno no podía seguir sosteniendo como jefe del Ejército, con todo el poder que le otorgó el Estado y los servicios de inteligencia en sus manos, a un acusado de haber participado del aparato genocida de los 70". La hermana del conscripto riojano espera "que la Justicia actúe para que este pase a retiro no sea un gracioso pase a la impunidad". Y aclaró: "Somos optimistas, pero no se puede bajar los brazos después de casi cuatro décadas de espera de una Justicia que nos dio la espalda".