El peronismo bonaerense se quejó por los planes Trabajar
LA PLATA.- Las principales figuras del Partido Justicialista bonaerense criticaron ayer la decisión del gobierno nacional de eliminar casi el 70 por ciento de los planes Trabajar. "Una dramática novedad", dijo el gobernador Carlos Ruckauf, quien, sin embargo, reiteró su voluntad de ayudar al gobierno nacional en lo que sea posible.
"Gravísimo error", apuntó su vicegobernador, Felipe Solá, en un tono más alto, aunque no tan crítico como el de Eduardo Duhalde. "En el gobierno nacional no hay ningún atisbo de que quieran ocuparse de lo social", disparó el ex gobernador, quien, además, dijo "No se puede hablar de trabajo y quitar los planes de asistencia".
"Muy grave", sentenció Antonio Cafiero, que también desmintió que el bloque de senadores justicialistas esté dispuesto a sellar una "componenda" para aprobar los proyectos de reforma laboral y de emergencia económica a cambio de la descentralización de los fondos para ayuda social.
Por rara paradoja del destino, el centro de la escena, ayer, se montó en la intendencia de La Matanza, uno de los distritos más castigados por el desempleo y por la crisis social. Allí se efectuó la reunión del gabinete bonaerense y, obviamente, la cuestión social acaparó gran parte del encuentro.
Como respuesta a los dichos del gobernador bonaerense, el secretario de Empleo del Ministerio de Trabajo, Horacio Viqueira, dijo a La Nación : "Es muy grave hacer una manipulación política de un tema tan sensible como el de los desocupados".
"No sólo no fueron recortados los planes Trabajar: el gobierno de De laRúa los restituyó luego de que la gestión del PJ los eliminara del presupuesto para este año", dijo Viqueira."Creemos que el gobierno nacional tiene que rectificar su decisión de bajar los planes Trabajar", opinó el primer mandatario provincial durante una conferencia de prensa en la que apareció flanqueado por Duhalde -presidente del PJ bonaerense- y por el intendente local Alberto Balestrini.
Ruckauf catalogó los planes como "imprescindibles" y reconoció la existencia de un "acuerdo federal" tendiente a conseguir su descentralización, pero que, "de ninguna manera", involucra, como contrapartida, la aprobación en el Congreso de los proyectos de emergencia económica y de reforma laboral."Los gobernadores queremos la descentralización para asegurarnos que la ayuda llegue a quien más lo necesita", certificó.
Pese a reiterar su conocido discurso de no poner "palos en la rueda" al gobierno nacional y de su convicción de que, "en la medida en que le vaya bien a Fernando (por De la Rúa), me va a ir bien a mí", Ruckauf no dejó pasar la oportunidad de fijar sus disidencias con el gobierno central. "En medio de la austeridad, los que no pueden sufrir son los que menos tienen en la provincia y la Nación", dijo.
El gobernador eludió elegantemente la estocada cuando se le preguntó si la decisión de De la Rúa había sido un error. "Es una cuestión de prioridades que todo gobernante debe asumir. Yo también tengo problemas en la provincia, pero no toqué un peso de los planes de ayuda social. Preferimos hacer menos obras públicas, cuestión que también nos duele", enfatizó.
Ruckauf, que anoche viajó rumbo a los Estados Unidos, también cargó las tintas contra el ministro de Economía de la Nación, José Luis Machinea ("tiene visión de cierre de caja", dijo de él) y recordó todos los proyectos en los que no coincidió con el gobierno federal. En ese sentido, apuntó: la lucha contra los grandes evasores, en lugar de mayor presión impositiva y la reducción de la edad jubilatoria para crear nuevos puestos de trabajo. "Si no apuntamos a la reactivación, nunca tendremos equilibrio fiscal", concluyó.
El gobierno provincial, a su vez, encomendó al secretario de Trabajo, Aníbal Fernández, la elaboración de nuevos planes que permitan paliar lo que se perderá de los planes Trabajar.
Diferencia
Viqueira dijo que el proyecto de presupuesto de la gestión de Menem y Ruckauf (como vicepresidente) pretendía la anulación del plan Trabajar, de 135 millones de pesos por ese entonces. "Ellos, con un decreto de necesidad y urgencia, congelaron los fondos del plan. De la Rúa no sólo los restableció por decreto, los aumentó en 70 millones de créditos presupuestarios".
Como consecuencia, explicó que la nueva administración quedó debiendo 36 millones de pesos para pagar los planes iniciados durante la gestión anterior. "Ese monto deberá pagarse con fondos del presupuesto actual", precisó Viqueira y señaló que el dinero destinado al plan Trabajar "había tenido un crecimiento muy fuerte" poco antes de los comicios presidenciales. "En pocos meses pasó de 60.000 a 160.000 beneficiados", dijo.