El PJ disidente se mostró unido

Francisco de Narváez llevó su última encuesta a la mesa del almuerzo. Felipe Solá y Mauricio Macri observaban con atención: el sondeo, realizado por el equipo de encuestadores de De Narváez, reflejaba una ajustada paridad, con una leve ventaja en el orden de dos puntos en favor de Unión-Pro por sobre el kirchnerismo en Buenos Aires. Ante este complejo escenario, los tres socios coincidieron en priorizar, de ahora en más, la tarea de fiscalización de los comicios ante el peligro de un eventual fraude orquestado por el Gobierno.

"Es un escenario (el de eventual fraude) que no hay que descartar, pero no creo que los intendentes acompañen a Néstor Kirchner al cementerio forzando la elección ni propiciando irregularidades", advirtió De Narváez a LA NACION.

Aprovechó, también, para fustigar las llamadas candidaturas testimoniales del kirchnerismo: "La mayor impugnación la recibirá el oficialismo en las urnas", reiteró.

En tanto, Solá coincidió en que no se puede descartar un posible fraude en Buenos Aires y que, para prevenirlo, se ordenará a cada jefe de lista en los distritos a organizar cuanto antes la fiscalización en su propio territorio, al tiempo que se imprimirán casi 100 millones de boletas para evitar el robo en el cuarto oscuro. En poco tiempo más se lanzará, además, un corto publicitario convocando a la ciudadanía a cuidar su voto.

De todo esto se habló en el almuerzo que ayer compartieron De Narváez, Macri y Solá en un restaurante del barrio de Congreso. Fue un almuerzo para la foto, con el propósito de demostrar que no hay fisuras entre los tres socios. Por eso eligieron una mesa pegada a la ventana, a la vista de todos los periodistas y transeúntes, pero esta elección que les trajo algunos sinsabores, como cuando un hombre se detuvo detrás del vidrio y se dedicó a insultar largamente a Macri. Solá salió a calmarlo.

Pese a esta imagen de unidad, cada uno de los socios seguirá su campaña por separado con la excusa de que se trata de una cuestión de estrategia electoral: De Narváez y Macri buscarán el voto de indecisos, Solá intentará sustraerle votos al kirchnerismo.