El PJ presentará un plan de reactivación

El único acuerdo concreto entre los catorce gobernadores justicialistas es que desde el lunes próximo comenzarán a diseñar un "plan de reactivación" que se pondrá a disposición del presidente Fernando de la Rúa. El resto de las decisiones políticas está indefinido por un problema básico que subsiste en el PJ: hay demasiados polos de poder interno y ni un solo líder.

Mientras tanto, no habrá concertación viable. Cualquier acuerdo con el PJ depende de que la Nación pague las deudas a las provincias y, desde ayer, de que acepte discutir las medidas que propondrán los peronistas.

Además de esas condiciones, en el frente de gobernadores no hubo consenso para definir cómo encarar ese diálogo: unos plantearon, otra vez, acelerar los tiempos para la caída del Presidente, otros defendieron la idea de ser una oposición dura y al menos dos dirigentes insistieron en que había que dialogar.

Esta información fue confiada a LA NACION por cuatro gobernadores.

La decisión de convocar a un grupo de economistas para el lunes y de postergar cualquier posibilidad de sumarse a la concertación que impulsa De la Rúa se tomó ayer en el Consejo Federal de Inversiones (CFI), donde se reunieron nueve gobernadores.

En el séptimo piso del CFI se debatió durante varias horas en medio de un clima que se tensó apenas Néstor Kirchner (Santa Cruz) dijo: "Acá hay que tomar una decisión: o buscamos una salida institucional porque este gobierno está terminado o hacemos algo distinto". Y entonces se abrió una discusión densa en la que Carlos Ruckauf y José Manuel de la Sota fueron los más duros, porque dijeron que el Gobierno había planteado una concertación que no alcanzaba y que el abismo estaba más cerca que nunca.

Como el gobernador bonaerense ya se había cruzado con el Presidente en un acto público, fue el cordobés el que expuso su malestar: "Lamento que todo el mundo le eche la culpa al otro y éste es el momento de que todos los políticos pidan perdón a la sociedad. Los que gobiernan ahora (por De la Rúa) dicen que viven apagando incendios y no cuentan todos los baldes de nafta que le han echado al incendio en estos años".

De la reunión participaron también Rubén Marín (La Pampa), Adolfo Rodríguez Saá (San Luis), Eduardo Fellner (Jujuy), Gildo Insfrán (Formosa) y Angel Maza (La Rioja). Los cinco que faltaron habían avisado y avalaron vía telefónica las decisiones que se tomaron.

Cuando los gobernadores llegaron a la reunión de ayer (cerca del mediodía) existía un malestar: De la Rúa ya había arreglado su encuentro con el ex presidente y titular del PJ, Carlos Menem, para hoy a las 9.30.

Los gobernadores se molestaron porque ellos habían estado la tarde anterior con De la Rúa (en lo que intentó ser una reunión secreta) y como todavía no habían acordado nada consideraron apresurado que Menem vaya hoy a la Casa Rosada. Según pudo saber LA NACION, Rodríguez Saá le había advertido al jefe de Gabinete, Chrystian Colombo, que el peronismo debía primero intentar un acuerdo interno para ir a la concertación.

Análisis económico

Eso significaba intentar sentar a Menem y a Eduardo Duhalde con los gobernadores (una misión casi imposible). El protagonismo del ex presidente, que lanzó un acuerdo patriótico y volvió con la dolarización, no cuenta con el aval de todo el PJ, y algunos gobernadores sospechan que el Gobierno busca dividirlos. Según esa teoría, la reunión con Menem apunta a fragmentar el poder opositor.

Después de que ayer se definió no avanzar contra la estabilidad presidencial y rechazar la concertación, al menos por ahora, los gobernadores quedaron en formar equipos técnicos para definir el plan de reactivación.

Aún no hay un criterio unificado, pero, según pudo saber LA NACION, una de las ideas es "pesificar" los fondos (convertir a pesos todas las deudas en dólares) para disminuir la intranquilidad de la gente ante una eventual devaluación y destrabar las restricciones bancarias. El lunes se avanzará en un borrador que los gobernadores llevarían al Presidente.

Mientras tanto, gobernadores y legisladores mantendrán su postura intransigente hasta que el Gobierno defina de dónde ajustará los $ 1500 millones que le faltan recortar para llegar a los $ 4000 millones que le exige el FMI ($ 2500 millones se compensarían con eliminar los planes de competitividad). El PJ propone que se disminuyan ministerios y que se haga el traspaso de la policía y la Justicia a la Capital sin fondos (esto fue sólo una sugerencia que le hicieron a Domingo Cavallo y que no tuvo respuesta).

Otra vez, el diálogo con quienes manejan poder en el PJ está trabado y amenaza con endurecerse si no se envían fondos a las provincias. Para evitar quedar como los responsables de un irreversible agravamiento de la crisis, los gobernadores propondrán su plan.