El PJ tiene cuatro postulantes en Córdoba

CORDOBA.- Mientras el justicialismo tiene ya cuatro candidatos a gobernador de la provincia, el radicalismo no halla los consensos internos para nominar el suyo. La muerte de Ramón Mestre, hace poco más de una semana, sumió al partido primero en el desconcierto y luego en una pulseada interna acerca de cuyo final es aventurado hacer pronósticos.

Durante el fin de semana, las deliberaciones de una comisión de estrategia electoral terminaron en un rotundo fracaso. A una reunión a la que convocó el presidente del comité provincial, Miguel Nicolás, sólo concurrieron las corrientes que lideran el actual senador nacional Rubén Martí y el ex gobernador Eduardo Angeloz. Todos los demás grupos boicotearon el encuentro.

De este modo, la candidatura de Oscar Aguad, que fue un estrecho colaborador de Mestre en sus funciones de gobierno locales y nacionales, quedó con sustentos limitados al mestrismo y el martismo.

El angelocismo, que había anticipado su apoyo, ahora, ante la realidad doméstica que se ha presentado, insinúa haber enfriado su decisión.

Los referentes de la "generación intermedia", Mario Negri, Carlos Becerra, Luis Molinari Romero, Fernando Montoya y Eduardo Capdevila, entre otros, faltaron a la cita. Argumentaron discrepancias con la metodología de la conducción partidaria para elegir al que reemplazará a Mestre al frente de la fórmula provincial.

Los posibles candidatos

Antes de que el extinto Mestre fuera el hombre de las coincidencias, los radicales apostaban a la popularidad de Martí. Este, con el pretexto de las razones de salud, informó que no podía ser candidato y dejó la vacante al ex gobernador, ex interventor en Corrientes y ex ministro del Interior.

En estos días se le ha insistido en varias ocasiones a Martí para que vuelva a tomar la posta, pero hasta ahora ha dado la misma respuesta: que no está en condiciones de asumir el desafío.

Montoya propuso a Carlos Becerra, ex jefe de la SIDE durante parte del gobierno de Fernando de la Rúa, para encabezar la fórmula de la UCR. Sin embargo, ningún otro sector ha hecho saber que lo apoya.

En tanto, el Foro de Intendentes radicales ha demandado que se le preste atención y consulte.

Con todos estos tejemanejes, resulta dudoso que el radicalismo pueda conformar un eje opositor a José Manuel de la Sota, que la semana pasada puso fin al suspenso con que rodeó su deseo de seguir gobernando Córdoba: se anotó para su reelección, integrando una dupla que lleva en el segundo lugar a su ministro de Producción y Finanzas, Juan Schiaretti.

Danza de postulantes

Hasta hoy, el peronismo cordobés muestra cuatro candidatos, pero no habría que descartar la aparición de un quinto postulante.

El sábado último, Adolfo Rodríguez Saá bendijo la candidatura a gobernador de Horacio Obregón Cano, hijo del ex mandatario justicialista Ricardo Obregón Cano, derrocado en 1974 por un golpe de la policía provincial -pasó a la historia como El Navarrazo- motorizado por sectores del propio peronismo. Irá con las boletas del adolfismo -el Movimiento Nacional y Popular- o de un frente que tratará de impulsar en las próximas semanas.

El menemismo también irá por fuera de la estructura oficial del PJ: se da por seguro que el diputado nacional y ex ministro de la administración delasotista Oscar González será el aspirante a la gobernación. En este sector también se habla de formar un frente electoral.

Existe una cuarta candidata justicialista, Olga Sonia Romero, inscripta la última semana en la Junta Electoral del justicialismo local. Casi nadie la conoce, pero en principio obligará a De la Sota a realizar una elección interna para convalidar sus propias aspiraciones.