El plan de Scioli para acotar el corte de boleta
Preocupado por el ajustado porcentaje de sufragios que sacó en muchos municipios bonaerenses, el gobernador desplegó un operativo para "recuperar un 1.000.000 de votantes"; el papel de los intendentes y un trabajo focalizado
"¡Quiero los mismos votos!" Daniel Scioli miró con firmeza a los 14 intendentes que lo escuchaban, quería que sus palabras sean lo suficientemente claras. El diagnóstico sobre la provincia de Buenos Aires arrojó un dato que sembró preocupación en el equipo de campaña del gobernador: en casi el 75% de los distritos bonaerenses el candidato presidencial del Frente para la Victoria (FPV) sacó menos votos que los postulantes municipales.
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El corte de boleta en el territorio más importante del país, donde se reparten cuatro de cada diez votos nacionales, volvió a hacer temblar la estructura del peronismo. Incluso, en muchos casos, se trató de una sorpresa inesperada.
En el sciolismo no hay dudas. Consideran que hubo "un foco de rebeldía", que atribuyen a intendentes que se sentían mejor representados por Florencio Randazzo y a las internas municipales, que en muchas casos fueron bastante agresivas; eso repercutió en los números de la fórmula que integran Scioli-Zannini.
Para evitar sorpresas en octubre, Scioli puso en marcha un plan para abordar de manera focalizada los 135 distritos que componen la provincia. El 40% que cosechó en la provincia la dupla oficialista es insuficiente para las aspiraciones presidenciales del gobernador bonaerense. El panorama es incluso más complejo si se tiene en cuenta que sólo superó la marca de los intendentes en 36 municipios.
Calculadora en mano, el equipo de campaña de Scioli llegó a la conclusión que dejó en el camino un millón de votos de bonaerenses. ¿Dónde y por qué perdieron? Ésos fueron los interrogantes sobre los que Scioli puso a trabajar a dos personas de su estrecha confianza: el jefe de Gabinete, Alberto Pérez, y la ministra de Gobierno, Cristina Álvarez Rodríguez.
Para armar el rompecabezas desplegaron el mapa de la provincia sobre la mesa. Ahí revisaron uno por uno los votos que sacaron Scioli, los precandidatos a gobernador y los jefes comunales.
El escáner dejó un sabor amargo. Las miradas se enfocan en varios municipios. Un ejemplo de esto son los Oktubre, grupo que conforman Juan Patricio Mussi (Berazategui), Francisco Durañona (Areco), Juan Pablo de Jesús (La Costa), Juan Pablo Anghileri (General Rodríguez), Francisco Echarren (Castelli) y Santiago Maggiotti (Navarro). Sólo Anghileri pudo mostrar números positivos; el resto, en promedio, sacó 8% más que el candidato a presidente.
El último jueves, en el Banco Provincia, Scioli les pidió mayor compromiso. "Todos se dijeron lo que tenían que decir", dijeron fuentes cercanas al gobernador. Dentro de los argumentos que se debatieron, hubo acuerdo en la necesidad de superar la marca del 40% para no perder poder en el Congreso de la Nación, la Legislatura provincial y los concejos deliberantes locales.
Timbreo y redes sociales
El nuevo esquema de trabajo que ya desplegó el sciolismo está dividido de acuerdo con las necesidades de cada distrito. El mensaje fue claro: irán casa por casa. Para eso recurrirán al timbreo, la utilización de redes sociales y mostrar la capacidad de construir en la diversidad.
"Hicimos una muy buena elección, pero creemos que podemos ampliar el horizonte. No hay proyecto municipal sin proyecto nacional, eso los intendentes lo tienen claro", dijo a LA NACION Álvarez Rodríguez.
La funcionaria, que será una de las caras visibles en esta etapa de la campaña, aseguró que uno de los problemas en las PASO fue la comunicación. "Vamos a enfocarnos en el futuro y en lo que hicimos en la provincia", agregó Álvarez Rodríguez.
Según pudo saber LA NACION, también habrá un foco especial en las grandes ciudades, sobre todo en La Plata, donde el binomio Scioli-Zannini alcanzó el 30,4%; Mar del Plata, 31,3%, y Bahía Blanca, 24,9%.
En la capital de la provincia se hará hincapié en la terminal de contenedores del puerto y el nuevo parque industrial. Y en la ciudad costera, por ejemplo, se enfocará en la seguridad, con los nuevos 1600 agentes de la policía local. "Trabajaremos para ganar en todos los municipios", aseguró Álvarez Rodríguez.
En el sciolismo también avanzan con el objetivo de capitalizar el voto que podría acompañarlos en un eventual ballottage. A los tres o cuatro puntos que podrían crecer en la provincia, según las estimaciones del comando de campaña situado en el Banco Provincia, le suman otro tanto que aspiran recuperar en Córdoba y en la ciudad de Buenos Aires.
"Nuestra campaña se va a parecer a nuestra ideología, que es policlasista, de los trabajadores y del empresariado nacional", destacó Jorge Telerman, coordinador de comunicación de la campaña.
En el distrito porteño, Scioli le encomendó al presidente del Banco Provincia, Gustavo Marangoni, que lleve adelante el trabajo. Mientras que en Córdoba el encargado de coordinar las acciones es el senador provincial Alberto De Fazio.
De lleno en recuperar terreno en la provincia que gobierna desde hace ocho años, Scioli depositó parte de la estrategia en su esposa, Karina Rabolini, que recorrerá en su nombre el país. En ese contexto, la primera dama bonaerense visitó en los últimos días Tucumán, La Rioja y Jujuy. Otro que tendrá una tarea destacada en esta etapa es el gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, que hoy actúa con la venia de Scioli como un jefe de campaña nacional.
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