El plan del sciolismo: más peronismo y guiños a los votantes de Massa

Lo que tendría que haber sido un día de euforia y celebración mutó en preocupación. Las sonrisas de las primeras horas de los presentes en el Luna Park se fueron transformando con el correr de las horas. El impacto generó incertidumbre en el equipo de Daniel Scioli, obligado a replantear ahora su estrategia tras el pésimo resultado de ayer. Hay poco tiempo para lamentarse. Un nuevo capítulo comienza hoy para el gobernador bonaerense y finalizará el 22 de noviembre.

A partir de ahora, el eje del discurso sciolista sería el votante de clase media, ese que en la primera vuelta acompañó la propuesta de Sergio Massa y que mira con desconfianza a Mauricio Macri. Consolidado el voto kirchnerista, que ya no tendrá refugio en otro candidato más amigable, Scioli apostaría ahora por temas que sólo sobrevoló en la primera parte de la campaña. En la agenda aparecen la inseguridad y el trabajo en blanco.

En la nueva etapa que se abre, Scioli empezará a dejar de lado el equilibrio que siempre mantuvo entre el kirchnerismo y el peronismo. "Será más Scioli que nunca", anticiparon cerca del gobernador bonaerense. En buen romance sciolista, eso significa que el candidato del kirchnerismo se peronizará un poco más.

Pese al primer impacto, con la ventaja que Scioli le sacó al candidato de Cambiemos, desde el sciolismo bajaron como una certeza el triunfo dentro de un mes. "Ahora o el 22, pero mi hermano será el próximo presidente de la Nación", dijo a LA NACION José "Pepe" Scioli.

La estrategia discursiva será similar a la que llevó adelante hasta aquí. Apuntará a mostrar las contradicciones de Macri, reforzará su mensaje y avanzará con las definiciones pendientes y realizará nuevos anuncios, como el que hizo en el cierre de la campaña para las elecciones de ayer, con el impuesto a las ganancias. Algo de esto ensayó ya anoche, en el que fue el primer discurso de campaña de cara a la pelea en segunda vuelta.

Sciolismo reforzado

"Ya no hay mucho para descubrir. Vamos a fortalecer el discurso sobre las diferencias con Macri, pero especialmente en las distancias que hay entre los dos modelos que quedaron en la pelea", describió en declaraciones a LA NACION uno de los hombres de consulta del mandatario provincial.

Con el voto kirchnerista fidelizado, Scioli obtuvo un porcentaje de votos similar al que alcanzó en las primarias abiertas simultáneas y obligatorias (PASO) del 9 de agosto pasado. Para el sciolismo no fue "una mala elección", ya que el peronismo se presentó "fragmentado" -en referencia a la candidatura de Massa- y rescatan que Scioli volvió a ser el postulante más votado.

En el juego de las alianzas, en el sciolismo dan por descontado que Adolfo Rodríguez Saá, postulante de Compromiso Federal, se sumará a ellos para el ballottage. "Es peronista", destacaron con total seguridad. Pero desde la mesa de estrategia de campaña del sciolismo también apuntarán a los votantes de Nicolás del Caño (FIT) y Margarita Stolbizer (Progresistas). "Ellos, ideológicamente están en las antípodas de Macri. Los vamos a ir a buscar", aseguraron desde el equipo del gobernador bonaerense.

Pero el mayor esfuerzo estará puesto en aquellos votantes que eligieron a Massa. En el sciolismo están convencidos de que gran parte de ese caudal de votos responderá más amistosamente hacia la opción que representa el candidato del Frente para la Victoria. Las primeras cuentas hablan de una división pareja. "El peronismo va a jugar al peronismo. Mucho de ese caudal de votos vendrá para nuestro lado", analizaron junto a Scioli. Una cuarta parte del plan que ahora se pondrá en marcha con vistas al 22 de noviembre incluye a los radicales disconformes con el acuerdo que la UCR selló con Pro.

Desde hoy a primera hora, Daniel Scioli y su equipo de campaña, que ya esperaba tomarse unos días de descanso después del ajetreo, volverá a ponerse en movimiento con el objetivo de sumar voluntades para ir por el triunfo que ayer se presentó esquivo.