El salteño Sáenz es el vice de Massa
El intendente electo acompañará al tigrense en las PASO contra De la Sota-Rucci; Felipe Solá finalmente aceptó pelear la gobernación, junto con el ex ministro de Desarrollo Social Daniel Arroyo
Apenas dos horas antes del cierre de listas, el líder del Frente Renovador, Sergio Massa, anunció que el intendente electo de Salta, Gustavo Sáenz, será su compañero de fórmula para disputar las PASO presidenciales. Tras varias negativas, el diputado Felipe Solá aceptó finalmente ser su candidato a gobernador bonaerense, en dupla con Daniel Arroyo.
Abogado y de 46 años, apenas tres más que Massa, Sáenz fue elegido intendente de Salta el 17 de mayo, tras imponerse al kirchnerista Javier David. En las primarias había derrotado al macrista Guillermo Durand Cornejo. Ese doble récord, más la juventud y la idea de federalismo detrás de su nominación, terminó colocándolo entre las opciones de Massa, que desde 2013 hasta ayer analizó más de una decena de nombres como posibles acompañantes.
De esta manera, el binomio Massa-Sáenz se enfrentará en las PASO del frente UNA a la dupla que el gobernador cordobés, José Manuel de la Sota, conformó con la ex diputada bonaerense Claudia Rucci, hija del jefe de la CGT José Ignacio Rucci, asesinado en 1973.
Solá resolvió el principal problema que tenía Massa luego de que Francisco de Narváez declinó su candidatura. El ingeniero agrónomo buscará volver al cargo que ocupó entre 2002 y 2007. Había desistido de la candidatura provincial en abril, al enterarse de que Massa prefería una interna entre De Narváez y Darío Giustozzi. Hacía semanas que Solá rechazaba públicamente la idea de volver a postularse. "No le veo mucho sentido", decía.
Arroyo fue el número dos de Alicia Kirchner en el Ministerio de Desarrollo Social y luego ministro de esa cartera a nivel bonaerense. Se enteró de que era candidato anoche, luego de haber firmado para otro cargo.
Por la tarde, una de las primeras incógnitas que develó el FR fue la del primer candidato a diputado nacional por la Capital: Marco Lavagna, economista como su padre, el ex ministro Roberto Lavagna. Un apellido que el tigrense no quería desperdiciar y un modo de retribuir la lealtad de ambos en tiempos difíciles.
Luego se conoció que la boleta bonaerense quedó encabezada por el diputado y sindicalista de los peajes Facundo Moyano, hijo del titular de la CGT Azopardo, Hugo Moyano. Otro apellido fuerte, peronista y, sobre todo, joven, atributo que Massa quería priorizar en sus listas.
El lugar de Moyano fue disputado ásperamente por Alberto Roberti, actual titular del bloque massista en el Congreso y sindicalista del petróleo. Esposo, además, de Mónica López, la diputada provincial que amagó con pelear la gobernación, pero que quedó como candidata al Parlasur, en tercer lugar, después del ex ministro de Justicia duhaldista Jorge Vanossi y el líder del MID, Carlos Zaffore.
Las candidaturas bonaerenses se cerraban en Rodríguez Peña 80, cerca del Congreso, donde funciona la junta electoral del FR. Anteayer se habían definido las candidaturas del interior bonaerense. Ayer fue el turno del conurbano.
En su búnker de Tigre, Massa jugó al misterio hasta el final y ni siquiera los dirigentes que lo acompañan desde hace años se salvaron de la incertidumbre. La mayoría se apiñó durante toda la jornada en el cuarto piso de la Torre de las Naciones, esperando un llamado para subir -documento en mano- al piso 17, donde el líder del FR armaba y desarmaba listas, a la espera de los movimientos en el kirchnerismo y Pro.
Sólo unos pocos rodeaban a Massa en el piso 17: la diputada y jefa de campaña del FR, Graciela Camaño; los intendentes Joaquín de la Torre (San Miguel) y Mario Meoni (Junín); el ex legislador provincial Raúl Pérez; la esposa del tigrense, Malena Galmarini, y su cuñado, el senador bonaerense Sebastián Galmarini.
En el cuarto piso, los dirigentes del FR aprovecharon el partido de la selección argentina de fútbol para matar el tiempo. "Nadie sabe nada. Nos preguntamos entre nosotros", comentaban entre risas nerviosas, entrada la noche y con el partido contra Jamaica ya finiquitado.
Arroyo, por ejemplo, subió al piso 17 por la tarde, para firmar su candidatura a diputado nacional. Estaba de vuelta en el cuarto piso cuando empezó a escuchar los chismes que decían que era el compañero de fórmula de Solá. Para cuando lo llamaron del piso 17 nuevamente, su nombre ya estaba en las noticias.
"Amordazados" por su jefe, el equipo de prensa del FR pasó la tarde en el segundo piso de la torre. Mates, facturas y fútbol sirvieron para amortizar la espera de otro cierre típico del tigrense: hermético, hasta el límite.
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