El sciolismo niega una interna con Jorge Capitanich de cara a 2015

La exposición de Jorge Capitanich en su nuevo rol de jefe de Gabinete despertó movimientos internos dentro del justicialismo. Daniel Scioli, uno de los candidatos para competir por el sillón de Rivadavia en 2015, evitó mostrarse tocado por el vertiginoso ascenso del chaqueño.

El jefe de Gabinete bonaerense, Alberto Pérez, descartó hoy que haya internas políticas entre Scioli y Capitanich.

En diálogo con radio Mitre , consultado sobre si la designación de Capitanich en el elenco nacional le resta chances a Scioli como presidenciable para el 2015, contestó: "Somos un equipo a nivel de gobierno nacional, provincial y municipal y trabajamos para que le vaya mejor al país".

El funcionario sciolista resaltó los lineamientos comunes del gobierno provincial y del nacional, al remarcar: "No estamos aumentando impuestos de la provincia, estamos proponiendo un presupuesto en equilibrio y les pedimos a los municipios, sobre todo a los que se oponen para ser consecuentes y coherentes, que hagan lo mismo por algo que pidió la presidenta a principio de año".

"Vimos ayer que el nuevo jefe de Gabinete está pidiendo lo mismo a sindicalistas y empresarios, que haya acuerdo, que podamos terminar bien el año, que podamos tener un mejor 2014. Que el trabajo, la producción nacional, la inclusión social, el trabajo registrado sean los vectores del proyecto nuestro para que el país tenga cada vez más inclusión", amplió. Al respecto, Pérez afirmó que en esa búsqueda van a "trabajar junto a Capitanich" y destacó la relación entre Scioli y el flamante jefe de ministros.

"(Scioli) lo conoce mucho porque han sido compañeros de Gabinete, porque ha sido senador cuando Scioli era presidente del Senado, son colegas gobernadores", rememoró. "Sabemos que va a trabajar por lo mismo que estamos trabajando nosotros desde la provincia, que significa nada más ni nada menos que el 40 por ciento de la población, el PBI, el empleo", insistió.

El estilo de Capitanich

A las 8 de la mañana del jueves, Capitanich inauguró su gestión con un primer contacto con los medios, marca del cambio de estilo. Verborrágico, contestó preguntas y dio pistas de las prioridades del Gobierno: recuperar reservas, abrir y ampliar exportaciones, conseguir financiamiento externo, gravar la compra de bienes de lujo...

En sus primeros dos días como jefe de Gabinete, delineó las ambiciosas 200 metas que se propuso para el relanzamiento de la gestión oficial tras la derrota electoral y el brusco cambio del equipo de colaboradores presidenciales que significaron su llegada, la de Axel Kicillof al Ministerio de Economía y la intempestiva salida del cuestionado secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno.

Aunque no lo digan en voz alta, la exposición y el estilo del flamante funcionario no pasaron desapercibidos entre los presidenciables del Partido Justicialista.