Electores duros, difíciles e imposibles: las recetas y los números secretos de Durán Barba para la campaña
LA NACION
Electores "duros", "difíciles" e "imposibles". "Aprender de los votantes" y estudiar sus "mundos específicos". Ayer, el consultor estrella de Pro, Jaime Durán Barba, expuso frente a un amplio auditorio de candidatos y asesores las recetas de su estrategia de campaña.
El consultor reveló fórmulas y números que muchas veces resultan un enigma para los propios miembros del campamento oficialista. Ayer, sin embargo, los postulantes de Juntos por el Cambio tuvieron la oportunidad de hacerle preguntas específicas al gurú que guía al comando de Mauricio Macri.
En un acto nacional del oficialismo en Parque Norte, con todos los candidatos del país, el experto ecuatoriano ayer dijo, que no descarta que la elección presidencial se resuelva en primera vuelta. Pero, consultado luego por la platea, desglosó algunos números que tiene bajo estudio en su "laboratorio" electoral junto con su socio, el consultor político Santiago Nieto.
"Dada la polarización que hay en el país, vamos a trabajar sobre ese voto difícil, que no ve bien a Mauricio ni a Cristina, pero que podría votar a un candidato por oposición a su adversario", dijo Durán Barba en un clima con mayor optimismo que el que exhibía el oficialismo hace dos meses atrás.
Un candidato tiene voto duro. En el caso de Cristina es como del 22% y en el caso de Mauricio es del 12%. Es gente totalmente fanática que no va a dejar de votar por ese candidato de ninguna manera
El ecuatoriano explicó que existen, según sus sondeos y estudios cualitativos, distintos perfiles de votantes: los "duros" o fanáticos; los "imposibles", que nunca votarían por determinado candidato y los "difíciles", que no aparecen en las encuestas, pero que al final del camino, frente a las urnas, podrían inclinarse por determinado candidato.
Los "duros" de Macri y Cristina
"Vale la pena explicar algo interesante de cómo nuestro equipo trabaja siempre sobre determinados votantes", comenzó Durán Barba, según pudo reconstruir LA NACION. Y desglosó: "Un candidato tiene voto duro. En el caso de Cristina es como del 22% y en el caso de Mauricio es del 12%. Es gente totalmente fanática que no va a dejar de votar por ese candidato de ninguna manera".
Hay muchísima gente que es difícil o imposible. Concretamente, en el caso se Cristina tiene un voto difícil del 10% y un voto imposible del 45%
"Hay otro porcentaje un poco más amplio en Mauricio y menor en Cristina, que en una encuesta votan por ese candidato, pero tienen contradicciones y podrían dejar de votar. Y hay un tercer grupo que se llama el voto posible que son los que no votan por el candidato en una encuesta, pero tienen muchos puntos de afinidad y podrían finalmente votar", se explayó Durán Barba. Y aclaró: "Desde hace muchos años que trabajamos juntos y siempre trabajamos estos votantes. Es decir, aquellos que están votando pero podrían irse y aquellos que no están votando pero podrían venir".
Los "imposibles" del Presidente y la senadora
"¿Qué pasa en esta elección?", se preguntó Durán Barba. "Hay muchísima gente que es difícil o imposible. Concretamente, en el caso se Cristina tiene un voto difícil del 10% y un voto imposible del 45%. Mauricio tiene un difícil de 25% y un imposible de 26%. Con los imposibles no se puede trabajar. Pero la ventaja, es que nosotros tenemos muchos más votos difíciles que Cristina y podríamos trabajar con esa gente en esta circunstancia", detalló.
El experto ecuatoriano reconoció que es un escenario "complejo" y "anómalo" y admitió que es una campaña "difícil de resolver". "Dada la polarización que hay en el país, vamos a trabajar sobre ese voto difícil que, no ve bien a Mauricio ni a Cristina, pero que podría votar a un candidato por oposición a su adversario", concluyó.
Olfato vs método
En Casa Rosada, hoy se mostraban confiados en la ingeniería electoral que pone en marcha Pro en cada turno electoral. Subrayaban, tras escuchar ayer los consejos de Durán Barba y el jefe de gabinete (y jefe de campaña) Marcos Peña: "Otros tienen solo olfato. Lo que tenemos nosotros es la combinación del viejo olfato político con una consistencia en un método que utiliza herramientas modernas. Lo que vemos muchas veces difiere de las encuestas".
Durán Barba explicó ayer los fundamentos de la campaña segmentada por intereses como la que comenzó a implementar Juntos por el Cambio. "Tenemos gente dedicada a pensar y dedicamos muchas horas a estudiar", se confió el ecuatoriano. Y puntualizó: "Cada persona tiene un mundo específico y quienes hacemos una campaña tenemos que aprender de los votantes. Antes en la política era «yo tengo todos los conocimientos y voy a hablar con esta gente ignorante a la que le voy a explicar». Ahora es «yo soy una persona que debo aprender de los votantes, qué piensan, qué quieren». Sin una encuesta no es posible hacer una campaña moderna. Una campaña que comunique realmente con la gente", exhortó a los candidatos de todo el país. .
Peña, por su parte, remarcó ayer que la campaña es "una orquesta donde no todos tocan todo" y pidió que los postulantes trabajen sobre nichos específicos. "Tenemos que permitir que la diversidad se convierta en una fuerza", dijo. Los candidatos de las listas comenzaron a abocarse en los últimos días en delimitar sus segmentos, para salir a la caza del voto.
Conforme a los criterios de
Conocé The Trust Project
Más leídas de Política
Ante el reto opositor. El forzoso giro de Milei hacia la fase de resistencia
Hace dos meses. El sindicato que lideró el paro en aeropuertos no pagó los aportes a la jubilación ni la obra social de sus empleados
Boleta Única de Papel. La iniciativa barre con prácticas “punteriles” y gradúa la necesidad del “aparato”, según especialistas
¿Jugada en tándem con Cristina? La sucesión de Máximo Kirchner en el PJ bonaerense quedó envuelta en dudas
Últimas Noticias
Boletín oficial. El Gobierno desreguló el transporte de cargas: "Trámite absurdo, caro y engorroso"
Cumbre con Francos. Para los gobernadores es un “disparate” el pedido de ajuste que les hizo Milei y surge un fuerte rechazo
