Eliminan exenciones para subir ingresos
Se suprimirán beneficios fiscales por $ 4500 millones; el FMI cuestionó el sistema de pagos a cuenta de planes de competitividad
El Gobierno anunciará esta semana la suspensión o eliminación de determinadas exenciones impositivas por un monto cercano a los $ 4500 millones, fundamentalmente los pagos a cuenta que contemplan los planes de competitividad.
Así lo anunció anoche el ministro de Economía, Domingo Cavallo, en una conferencia de prensa que brindó en el quinto piso del ministerio, donde hizo un repaso de las negociaciones que mantuvo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) durante su breve viaje a Washington.
Una de las primeras cosas que dijo al ponerse frente a los periodistas fue negar de plano que el organismo exija un recorte adicional del gasto. Esa posibilidad ayer ya había sido rechazada por los legisladores Eduardo Camaño (presidente del bloque de diputados del PJ) y Leopoldo Moreau (diputado nacional por la UCR) aun sin saber si los rumores que circularon tenían algún viso de realidad.
Cavallo negó el tema, pero dejó en claro que persisten ciertas dudas sobre los números fiscales de algunas provincias, fundamentalmente sobre las cuentas de la provincia de Buenos Aires. “Lo que tenemos que hacer en los próximos dos o tres días es aportar evidencias de que no hay gato encerrado y que lo que proyectamos y fue puesto en el presupuesto en materia de gastos será cumplido”, comentó.
Antes, en relación con los números provinciales, había dicho que los directivos del organismo multilateral quieren pruebas fehacientes de que los Estados provinciales cumplirán. “Tienen razones para dudar porque hay algunas provincias que se comprometieron a hacer planes de ajuste y después aparecen solicitando dinero a la Nación”, se quejó.
Sobre las cuentas del Estado nacional, el funcionario aseguró que el organismo no tiene inquietudes respecto de la reducción del gasto que se proyecta en el presupuesto 2002, que ya está para ser discutido en el Congreso de la Nación.
“En lo que sí tienen dudas es en el tema de los recursos. Piensan que todas las exenciones que existen conspiran contra los niveles de recaudación y por eso las proyecciones que ellos hacen de recaudación para 2002 son más bajas que las nuestras”, dijo.
Por eso, el Gobierno está dispuesto a eliminar beneficios impositivos que recibe fundamentalmente el sector privado mediante los planes de competitividad que se presentaron de manera oficial en junio último. La decisión sería transitoria, hasta tanto se normalicen los desinflados números de la recaudación, que este año arroja signo negativo desde junio, con relación a igual mes del año anterior.
Mientras que en los doce meses de 2000 ingresaron en las arcas del Estado 49.102 millones de pesos, el año actual, hasta noviembre último, se recaudaron 42.584 millones (un 5,7% menos que lo ingresado durante los primeros once meses del año pasado).
Los estímulos fiscales otorgados por el Estado representan entre 7500 y 8000 millones de pesos, dijo Cavallo ayer ante una pregunta de LA NACION, y añadió que de esa suma se suspenderán exenciones por una suma cercana a los $ 4500 millones.
En tanto, según un análisis del economista José Luis Espert, el factor de convergencia (que significó la incorporación del euro a la convertibilidad) tiene un costo fiscal de $ 650 millones anuales y la baja de los impuestos a través de los planes sectoriales le cuestan al fisco $ 1200 millones al año.
De todos modos, nada se dijo ayer sobre la marcha atrás del factor de convergencia o empalme, que sembró las primeras dudas sobre la continuidad de la convertibilidad. Es más, una alta fuente del Gobierno lo desmintió.
Lo mismo que anunció Cavallo por la noche había sido dicho horas antes a LA NACION por un funcionario del equipo económico que participó en las negociaciones.
“El Fondo no hizo ningún cuestionamiento a los números del gasto, pero sí cuestionó el sistema tributario porque cree que es muy engorroso el tema de los pagos a cuenta. Es más, cuando estuvieron en la Argentina escucharon esa queja de las propias autoridades de la AFIP, de las complicaciones que acarrea el cobro de los impuestos, y se fueron con esa idea”, dijo la fuente.
Por ese motivo están bajo análisis todos los pagos a cuenta que el Gobierno otorgó como beneficio a distintos sectores industriales y empresarios; también se estudia la posibilidad de disminuir la alícuota del impuesto a los débitos y créditos bancarios (hoy la principal fuente de ingresos) y que deje de ser utilizado como pago a cuenta de IVA y ganancias.
“El FMI cree que con todos estos planes hay que hacer malabarismos para poder cumplir con los números que se fijaron en el presupuesto sobre el ingreso de recursos y para que se quiten esas dudas el Gobierno analiza cambios impositivos”, sostuvo el funcionario.
Ayer, lejos de la imagen sobreactuada que mostró el jueves último antes de subirse a un avión con destino a los Estados Unidos, el ministro apareció en el microcine del ministerio bastante más tranquilo y dijo ser “el primero en estar dispuesto a que atenuemos y suspendamos las exenciones de cara al crecimiento”.
En las reuniones que se mantuvieron en el FMI la situación de las provincias se discutió, pero no fue el tema central. Tampoco se habló sobre una posibilidad de devaluar o dolarizar la economía, ni siquiera en el almuerzo privado que Cavallo tuvo con el titular del Fondo, Horst Koehler.
Primeras definiciones
Empalme: Se analiza eliminar el factor de convergencia que significó la incorporación del euro a la convertibilidad. El costo fiscal es de $ 650 millones anuales.
Reducción: Se suspenderían o eliminarían exenciones impositivas por $4500 millones e incluiría la eliminación de los pagos a cuenta de los planes de competitividad.
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