En EE.UU. miran al país con desconfianza
Nadie se anima a hacer un pronóstico a dos años; creen que los comicios podrían modificar sustancialmente el mapa político
WASHINGTON.- Por debajo de los discursos y las declaraciones públicas, la Argentina sigue siendo aquí, para la mayoría de quienes analizan y deciden políticas, una tierra de paradojas y de incertidumbre que, como resultado, termina en desconfianza.
Paradojas porque, a poco que se converse surge la evidencia de que el país es un enigma para quienes, en los Estados Unidos, se toman el trabajo de estudiarlo.
No hay interlocutor que no señale "las buenas condiciones" para que la Argentina ocupe una "posición de liderazgo" mundial. Tal parece el destino natural de una tierra con "enorme riqueza, una población muy educada y grandes profesionales", en la que, sin embargo, resulta aquí imposible comprender "cómo a nivel político sigue existiendo una gran capacidad para construir consensos".
Ese fue el dato de respuesta coincidente entre todas las personas consultadas para una misma pregunta: ¿cuál es su visión de la Argentina de aquí a dos o tres años?
Fueron requeridos tanto funcionarios como ex funcionarios del gobierno norteamericano, directivos y ex directivos de las instituciones de crédito aquí basadas: Fondo Monetario Internacional (FMI), Banco Mundial (BM) y Banco Interamericano de Desarrollo (BID), académicos, analistas políticos, directivos de la banca privada y ejecutivos del mercado de capitales.
A la hora de dar una respuesta, buena parte de ellos tropezó con el mismo problema: se ha vuelto tan grande la dependencia de las decisiones de un Poder Ejecutivo acotado que resulta difícil dar una respuesta sin tener en cuenta el escenario que pudiera surgir de las elecciones.
"No tengo la bola de cristal", fue la gráfica expresión del ex subsecretario para Asuntos Hemisféricos Otto Reich, quien sucedió en el cargo al saliente Thomas Shannon.
"No sé si me atrevo a hablar de la Argentina de aquí a dos o tres años. Hay mucha incertidumbre", coincidió, con otras palabras, Michael Shifter, del Inter American Dialogue, uno de los principales foros locales de debate regional.
Buena parte de los consultados pidió hablar bajo condición de anonimato. El diagnóstico de incertidumbre señaló: deterioro institucional, autoritarismo en alza, lenguaje político anticuado y basado en cuestiones ideológicas, una inquietante incapacidad para acceder al mercado de capitales y asfixia de sectores productivos.
Si bien no fue consultado para esta encuesta, Arturo Valenzuela, quien en breve asumirá como nuevo responsable para la política regional de Barack Obama, tuvo, meses atrás, opiniones críticas para el proceso político argentino, con una marcada desconfianza hacia el populismo.
"En los Estados Unidos hay preocupación por el destino que ha tomado la Argentina, porque se percibe un país que todavía no ha logrado consolidar las instituciones por encima de los liderazgos políticos", advirtió en julio este ex colaborador de Bill Clinton y, por entonces, asesor regional de campaña de Obama.
"En los Estados Unidos se valora la recuperación económica argentina, pero también se observa cierto malestar en el sistema financiero con la manera en la que se manejó la crisis de la deuda. Eso generó desconfianza y una reticencia muy grande para invertir porque se percibe cierta inseguridad jurídica", agregó.
Parte de lo que aquí está irresuelto -y molesta- es el reclamo de ahorristas tenedores de bonos de deuda impagos, así como la reticencia del Gobierno a que el FMI corrobore sus estadísticas, sobre las que "hay muchas dudas", según dijo a LA NACION el titular la entidad, Dominique Strauss-Khan.
"El problema de la Argentina es que la desconfianza le está cerrando el acceso al mercado de capitales", dijo un directivo de una banca privada. "Y eso es algo que no puede sostenerse en el tiempo, aunque tampoco se ve que se haga nada por remediarlo. Y es allí donde surgen las dudas", añadió.
En cuanto al futuro político, casi nadie se atrevió a ir mucho más allá de las próximas elecciones.
"Es que la incertidumbre existe. Uno ve, por un lado, que hay desencanto con el gobierno de Cristina Kirchner. Pero, por el otro, no hay opciones muy claras. No creo que esté en juego la estabilidad política pero sí parece que la sociedad clama por un nuevo liderazgo político que no está claro de dónde vendrá", añadió Shifter.
"El mejor escenario es que este gobierno empiece a sentar otras políticas con rumbos más definidos, que convoque a otros sectores y que trabaje con consenso. Esto podría provocarse en el resultado de esta elección, aunque no sé si es posible", concluyó.
Más leídas de Política
"Solo cierra en el Excel" vs. "muy claro". Las repercusiones del arco político, tras la cadena nacional de Milei
Víctimas del terrorismo de Estado. Cúneo Libarona dio detalles de las cifras que motivaron la decisión de dejar de pagar indemnizaciones
Tras hallar irregularidades. El Gobierno dejará de pagar las indemnizaciones otorgadas a víctimas del terrorismo de Estado