En el congreso del PJ, el kirchnerismo invitó a Massa a ir a internas
No estuvo presente. Ni siquiera tuvo que mandar un video. A Cristina Kirchner le alcanzó un tuit tempranero del diputado camporista Eduardo "Wado" de Pedro para apropiarse de la agenda discursiva del congreso nacional del PJ que ayer se reunió en Ferro. "Llamamos a conformar un gran frente opositor sin exclusiones e invitamos a Sergio Massa y a los gobernadores peronistas a dirimir roles y candidaturas en las PASO", escribió De Pedro antes de entrar al estadio de Caballito.
"Yo reflejé algo que la gente nos viene pidiendo", explicó luego el diputado a LN+, para insistir con el copyright del llamado a la unidad: "Tiene que ver con una línea que viene diciendo Cristina desde 2016, cuando planteó que el límite para nosotros es Mauricio Macri".
La explicación olvida la costosa exclusión a Florencio Randazzo en 2017, pero no por eso desvía el foco principal: si bien en todos los congresos del PJ se proclama la unidad -especialmente cuando esa meta es más lejana-, esta vez, a través de La Cámpora, Cristina convocó a Massa con nombre y apellido.
No tuvo la misma deferencia con los otros socios del tigrense en Alternativa Federal: los gobernadores Juan Schiaretti (Córdoba) y Juan Manuel Urtubey (Salta), y el senador Miguel Ángel Pichetto. Quizá porque al tuit de De Pedro no le quedaban más caracteres libres. Quizá no.
El mensaje tempranero del diputado de La Cámpora ayudó a amplificar el llamado a la unidad que el PJ nacional había previsto lanzar desde Ferro, hasta el punto que se preparó un cotillón (letras gigantes con la frase "#NosUnimos") para que los congresales se tomaran fotos y las difundieran en las redes sociales.
Plantada esa bandera, la convocatoria al panperonismo se convirtió en el eje discursivo del congreso. Pero no todos incluyeron a Massa en el convite. No es un olvido casual: muchos intendentes bonaerenses necesitan a Massa como rival para quitarle votos a Cambiemos. "El 70% del electorado de Sergio prefiere a Macri antes que a Cristina. Si no tiene a Massa en el cuarto oscuro, va a elegir a Cambiemos con tal de que no vuelva Cristina", resumió un referente del PJ a LA NACION.
Por eso, quizás, hubo mayor "amplitud" entre los referentes nacionales del PJ que entre los bonaerenses. "El único límite es estar vestido de amarillo, nuestro pueblo necesita que ganemos", sostuvo el diputado José Luis Gioja, presidente del consejo nacional del PJ, que también incluyó a Massa en su listado de preferencias. No es novedad: Gioja viene proclamando hace semanas que, a la hora de plantear alianzas, será inevitable "tragar algunos sapos y hacer la unidad, aunque duela".
A esa tarea se sumó el exjefe de gabinete Alberto Fernández, uno de los operadores políticos de Cristina. "Comparto lo que Wado ha dicho, tenemos que abrir puertas para que otros ingresen. Lo de Sergio [Massa] es muy importante, es el único candidato que tiene votos propios", e dijo a Radio Nacional.
Massa dejó pasar la pelota envenenada. En la previa del 8M, ayer escribió sobre diferencias de género y el empoderamiento de las mujeres. No contestó la consulta de este diario.
Los referentes de la provincia de Buenos Aires prefirieron hacer llamados menos personalizados. Fernando Gray, intendente de Esteban Echeverría y presidente del PJ bonaerense, convocó a "formar un gran frente electoral que derrote a este gobierno y le devuelva la dignidad a la gente".
"El peronismo bonaerense ya selló la unidad en La Matanza. Hoy [por ayer] venimos a iniciar un nuevo camino a nivel nacional", agregó Fernando Espinoza, diputado y titular del congreso del PJ provincial.
Sin Cristina Kirchner acaparando miradas -lleva años sin participar de un congreso justicialista-, el escenario de Ferro sirvió como vidriera para quienes sueñan con competir contra Macri: uno al lado del otro se sentaron los diputados Felipe Solá, Agustín Rossi y Daniel Scioli.
Los 643 congresales nacionales presentes (sobre un total de 927) disimularon varias ausencias: solo asistieron dos de los 14 gobernadores peronistas: el formoseño Gildo Insfrán, que preside el congreso nacional, y el puntano Alberto Rodríguez Saá, que también sueña con la candidatura presidencial.
Alianzas, amparos, homenajes
En lo operativo, el congreso sirvió para que el PJ tuviera los "papeles al día" ante la Justicia Electoral. Pero también se aprobó delegar dos tareas en el consejo que preside Gioja: la definición de alianzas con otros partidos y el rechazo de tres decretos electorales de Macri.
Se trata de los decretos 45, 54 y 55 de este año, que modifican el modo en que votan extranjeros, los agentes de seguridad afectados a la custodia de los comicios y los detenidos con prisión preventiva. Jorge Landau, apoderado del PJ, agregó un cambio que "no fue decretado aún" y que consiste en la eliminación del certificado de escrutinio que se llevan los fiscales de los partidos tras la votación. "Están abriendo las puertas del fraude", alertó.
El congreso incluyó un homenaje a Eva Perón (el 19 de mayo se cumple el centenario de su nacimiento), al exprocurador general Esteban Righi y al exgobernador cordobés José Manuel De la Sota. Un último guiño a los peronistas díscolos.
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