En el máximo tribunal prefieren no debatir ahora la ampliación
Creen necesario avanzar rápido para completar la Corte y evitar que esa discusión la paralice
En la Corte Suprema sostienen que ahora es el momento de completar y no de ampliar el máximo tribunal: abrir en este momento esa negociación política terminaría por paralizar al cuerpo y tendría un final imprevisible, evalúan puertas adentro.
Ésa es la evaluación que se hace en los despachos judiciales del máximo tribunal. Ciertamente, hay algunos matices en esta lectura de los hechos. El presidente de la Corte, Ricardo Lorenzetti, es el más refractario a agrandar la composición del cuerpo. Su colega Juan Carlos Maqueda, que antes de ser ministro del alto tribunal se desempeñó como diputado y como senador del PJ, es más respetuoso y comprensivo con las sorpresas y las necesidades de la política, y tal vez se inclinaría por ver con buenos ojos un tribunal de siete miembros.
Pero hay una coincidencia generalizada en que mantener a la Corte en vilo, en estos momentos, no parece lo más adecuado. Lo correcto es completarla.
En estos momentos, todavía hay incertidumbre sobre la posibilidad de que Cambiemos consiga el apoyo de los dos tercios de los senadores para nombrar a Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz (ver aparte).
En efecto, la discusión está atravesada por distintos motivos. Por un lado, un sector minoritario del bloque del FPV no responde a la intención de su jefe, Miguel Pichetto, de votar aquellos pliegos.
También hay gobernadores que quieren garantizarse más recursos a costa del presupuesto nacional antes de pedirles a los senadores que voten aquellos pliegos para la Corte Suprema.
Y, finalmente, hay distintos proyectos para ampliar el tribunal: Diego Bossio propone llevarla a siete miembros; Adolfo Rodríguez Saá quiere que tenga nueve jueces, para darle cabida a la senadora Liliana Negre de Alonso; un grupo de senadores liderados por los ultra-K Marcelo Fuentes y Teresa García quieren ampliarla a trece y dividirla en salas, y un importante número de senadoras quieren que una ley introduzca la perspectiva de género.
"Ahora no es momento de ampliar la Corte. Si los políticos no se pueden poner de acuerdo en nombrar dos integrantes, discutir el nombramiento de cuatro, seis o diez jueces nuevos podría demandar dos años de debate", se escuchó decir en uno de los despachos de la Corte Suprema.
En una conversación entre el presidente Mauricio Macri y Lorenzetti se habría abordado ese asunto, y no solamente los ataques que le dirigió al juez supremo la diputada Elisa Carrió, quien por otra parte bajó su perfil.
Claro que el radicalismo quiere colocar en el tribunal a uno de sus juristas. Y el FPV, además, siente la necesidad política de hacerlo, porque tarde o temprano la Corte terminará interviniendo en todos los casos de corrupción abiertos contra muchos de sus integrantes.
Pero cualquiera que sea el motivo para justificar la ampliación está latente el riesgo de que, en lo inmediato, ello trabe la designación de Rosenkrantz y de Rosatti.
Los colegios de abogados también se expresaron en el mismo sentido. El doctor Guillermo Lipera, titular del Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires, pidió "no supeditar las designaciones a una negociación sobre una eventual ampliación de la Corte, porque el tribunal está incompleto desde hace seis meses".
Y en la misma línea se expresó el presidente del Colegio Público de Abogados de la Capital Federal, Jorge Rizzo, quien además planteó que éste es un tema cuya discusión se renovará constantemente hasta que una futura reforma constitucional fije definitivamente el número de jueces previstos pata la Corte Suprema.
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