Documento. En el Vaticano buscan bajarle el tono a la polémica abierta con la Casa Rosada
Un estrecho colaborador del Papa dijo que analizó el tema con él; "No hay motivo de conflicto", indicó
El Vaticano le bajó ayer el tono a la controversia generada por el documento del Episcopado que advirtió que "la Argentina está enferma de violencia" y expresó su respaldo al pronunciamiento, en el que los obispos habían denunciado que "la Argentina está enferma de violencia".
El llamado a bajar los niveles de la polémica , que llevó a algunos obispos a confrontar con los medios de comunicación, llegó por boca de monseñor Guillermo Karcher, un sacerdote argentino que trabaja estrechamente con Francisco , como oficial de protocolo y ceremonial de la Santa Sede. En esa función, que ya cumplía en tiempos de Benedicto XVI, acompañó a Jorge Bergoglio cuando se asomó al balcón de San Pedro el día que fue elegido papa.
"No hay por qué buscar motivo de conflicto. Es una invitación a la reconciliación nacional, como tantos otros documentos que se vienen haciendo en la Argentina desde hace años", dijo ayer Karcher, en diálogo con la Radio La Red, en un intento de desdramatizar los ecos del documento, que generó en un primer momento la reacción de la Presidenta y luego la aclaración de que el documento no estaba dirigido al Gobierno.
La intervención de uno de los colaboradores de Francisco se interpretó como un gesto tendiente a favorecer espacios de diálogo y encuentro, pocos días antes de que la presidenta Cristina Kirchner participe, el domingo próximo, del tedeum por el 25 de Mayo en la Catedral porteña, por primera vez en los siete años que lleva al frente del gobierno.
"Analizamos el documento y lo charlamos inmediatamente con el papa Francisco. Hay que entender el lenguaje en el contexto", explicó el sacerdote, al insistir en su conclusión de que se trata de un llamado a la reconciliación nacional.
Para el estrecho colaborador del Papa, el documento describe distintas situaciones de violencia que se viven en el país y no contiene "ninguna imputación" en el texto. "Acá fue leído como algo serio, como uno de los llamados que hace siempre la Iglesia a saber convivir en el modo mejor", resumió Karcher.
En tanto, fuentes del Episcopado indicaron a LA NACION que la aclaración sobre el alcance del documento que hizo el rector de la Universidad Católica Argentina (UCA), monseñor Víctor Fernández, quien el martes último criticó en Página 12 el tratamiento periodístico del texto de los obispos, estuvo destinada a clarificar el sentido del pronunciamiento y dejar en claro que no había ánimo de confrontar con el Gobierno.
Clima adverso
Dejaron trascender que a los obispos les molestó la "filtración anticipada y errónea" de que los obispos se pronunciarían en contra del Gobierno, lo que preparó un clima adverso en el oficialismo, que reaccionó con fuertes críticas al documento, que llama a "no responsabilizar y estigmatizar a los pobres" y advierte que "la corrupción, tanto pública como privada, es un verdadero cáncer social", al tomar una definición del propio papa Francisco en su exhortación Evangelii Gaudium.
"En ese contexto surgió el pedido de audiencia con la Presidenta para explicarle el verdadero sentido y alcance del documento", dijo una fuente episcopal, al relativizar la noción de que existan diferencias de criterio en el elenco episcopal. "Como en todo cuerpo colegiado puede haber distintas miradas o enfoques, pero todos están en frecuencia y sintonía absoluta con el papa Francisco", señaló un obispo del conurbano.
La presencia de la Presidenta en el tedeum del domingo será la primera desde el 25 de mayo de 2006, la última vez que un mandatario se acercó a la Catedral.
Enfrentado con el cardenal Jorge Bergoglio, el entonces presidente Néstor Kirchner dejó de asistir a las homilías del hoy papa Francisco cuando el arzobispo de Buenos Aires criticó "la manipulación y la prepotencia" e hizo un fuerte llamado a construir "una patria donde la reconciliación nos deje vivir, trabajar y preparar un futuro digno para los que nos suceden".
El domingo, Cristina Kirchner, sucesora de su esposo, será recibida por el arzobispo de Buenos Aires y sucesor de Bergoglio, cardenal Mario Poli.
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