En la Casa Rosada preocupa la situación del gobernador
En un día lleno de reuniones, se analizó la crisis política y financiera provincial
Fue una jornada frenética en la Casa Rosada. La presidenta Cristina Kirchner analizó con sus principales ministros la grave situación bonaerense en materia política, financiera y de seguridad; las renuncias en el gabinete del gobernador Daniel Scioli, y el incipiente malestar de los intendentes del conurbano en contra de Scioli y del actual diputado Néstor Kirchner.
"Hay una gran preocupación por la situación financiera y de seguridad de la provincia. Tiene un bache de 15.000 millones de pesos", confió una fuente de la Casa Rosada.
Se pudo saber también que la Nación no le giró aún a Scioli el dinero para pagar el aguinaldo antes de las Fiestas. "Se lo mandarán en el último minuto", conjeturó un funcionario oficial, que no descartó futuros anuncios respecto de la grave situación financiera provincial.
En medio de eso, la Presidenta ya conocía las renuncias en el gabinete de Scioli, originadas en gran medida en conflictos con la Casa Rosada.
Además, existía malestar en Balcarce 50 por las protestas cada vez más audibles de intendentes del conurbano en contra de las políticas del gobierno central.
Desde temprano, el clima era denso. Cristina Kirchner debía encabezar a las 11 la muestra por el Día Nacional del Tango en el palacio. Sólo a las 13 comunicó se confirmó que realmente iría al acto y que su retraso se debió a "reuniones de trabajo", cuyo contenido no fue especificado a la prensa.
En forma simultánea, el ex presidente Kirchner canceló su viaje a Corrientes, previsto para las 10, donde iba a asistir a la asunción del nuevo intendente de esa capital, el medallista olímpico Carlos "Camau" Espínola.
Se supo horas después que la Presidenta recibió al jefe del Gabinete, Aníbal Fernández. Y en forma escalonada ingresaron los secretarios legal y técnico, Carlos Zannini, y general de la Presidencia, Oscar Parrilli; los ministros Amado Boudou (Economía) y Florencio Randazzo (Interior) y con el senador ultrakirchnerista Nicolás Fernández.
Una de las cuestiones más preocupantes para Balcarce 50 fue la renuncia de José Scioli, secretario general de la provincia y hermano de Scioli, que le reclamó al gobernador tomar distancia de los Kirchner.
Además, la dimisión de Claudio Zin al ministerio de Salud era analizada en Balcarce 50 por sus posibles vínculos con el escándalo judicial de los medicamentos adulterados.
La situación de Scioli es seguida minuto a minuto en la Casa Rosada. Sobre todo Néstor Kirchner tiene entre sus objetivos centrales mantener el dominio político sobre la provincia. Las complicaciones financieras y de la seguridad, sumados a los temores de una rebelión política de Scioli, integran la agenda diaria de prioridades del ex presidente y flamante diputado.
En las reuniones de ayer Aníbal Fernández comunicó a la Presidenta que algunos intendentes del conurbano se quejaron ante el Gobierno porque la provincia deriva efectivos de la policía bonaerense al Operativo Sol, en medio de una grave crisis de inseguridad.
En este contexto, la Casa Rosada supo con preocupación que los intendentes continuaron ayer celebrando reuniones de catarsis política con el vicegobernador Alberto Balestrini, jefe del PJ bonaerense, hoy enfrentado a Kirchner, titular formal del peronismo nacional, pero que enfrió su regreso a la jefatura efectiva.
El ex presidente, contra la voluntad de los intendentes y de Balestrini, ordenó modificar la reforma electoral que sancionó la Legislatura la semana última: propuso que las elecciones primarias provinciales fueran obligatorias y en la misma fecha que las nacionales, y mantener vigente la posibilidad de inscribir candidaturas testimoniales.
Los intendentes también despotrican contra Scioli, porque no reciben la coparticipación provincial y porque disminuyó la obra pública, mientras que los casos de inseguridad se multiplican en sus distritos.
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