En las frías calles de Washington
Cena con diálogos entrecortados
La noche de cena y charla política en la Casa Blanca se debe de haber hecho interminable para la Presidenta. No pudo tener a mano a su traductor, ya que solamente los jefes de gobierno tenían permitido el acceso al salón de la comida y al café posterior. A Cristina Kirchner le tocó sentarse con el premier ruso, Dimitri Mevdeved, a su derecha, y el presidente mexicano, Felipe Calderón, a la izquierda. Por razones obvias, sólo pudo repasar con este último toda la agenda bilateral que tenía prevista antes de la reunión. También pudo tener, al principio y al final del encuentro, un dialogo mano a mano con el presidente español José Luis Rodríguez Zapatero, aunque la charla entre ellos "no pasó de lo protocolar", según relataron fuentes argentinas.
Un selectivo pase para la prensa
El Jumbo que usa la Presidenta para sus viajes internacionales partió anoche hacia Argelia, con el reducidísimo número de funcionarios que la acompañó, la no tan pequeña delegación de custodios, agentes de protocolo y personal de la comunicación oficial. Iban también unos pocos periodistas de medios que fueron elegidos por la Casa Rosada. Esta vez el criterio pareció ser la buena sintonía con la política kirchnerista. Se invitó a la gira a los diarios Página 12 y Crónica, y al canal de noticias de Daniel Hadad, C5N, además de los medios estatales Télam y Canal 7. Es la primera vez que se autoriza el viaje de periodistas en el avión presidencial desde que gobierna Cristina Kirchner. Su esposo, Néstor Kirchner, lo permitió durante los primeros dos años de su gestión e invitaba a los medios de mayor circulación.