En Roma, De la Rúa puso reparos a un juicio a la Corte
ROMA.- El precandidato presidencial de la Alianza Fernando de la Rúa (UCR) aseguró ayer que "uno de los grandes objetivos del próximo gobierno argentino será la independencia de la Justicia y recuperar la confianza de los ciudadanos en el Poder Judicial".
En su tercer día de visita oficial a esta ciudad, el jefe del gobierno porteño dedicó buena parte de la agenda a esta cuestión.
En el lobby del hotel Excelsior, en la Vía Veneto, luego de entrevistarse con el presidente Luigi Scalfaro, De la Rúa se refirió a la posibilidad de concretar el juicio político a la Corte Suprema, en caso de llegar a la presidencia en 1999.
"Ya firmamos el pedido de juicio político, pero hay un problema de números para que esto sea posible, por eso había dicho que la medida es testimonial", comentó.
Tras admitir que aunque el resultado electoral que obtenga la Alianza fuera muy bueno y la situación en el Senado no permitiría concretar la iniciativa, De la Rúa explicó una teoría impregnada por su personalidad: "Los procesos no son eternos. El recambio se da naturalmente. Hay gente que llega a la edad para jubilarse o que cambia de actitud y se vuelve más independiente", explicó confiado.
Después de una larga jornada de audiencias, De la Rúa hizo un repaso de la jornada con el senador José Genoud, el diputado Ricardo Laferriere, y el secretario general de la UCR, Jesús Rodríguez.
El candidato y jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires descartó de plano la posibilidad de poner a todos los jueces en comisión en el caso de llegar al poder. "Es un problema constitucional; los magistrados tienen estabilidad, es una resolución que sólo se podría aplicar con una reforma a la Carta Magna."
Al igual que en los encuentros anteriores, De la Rúa intentó acumular consejos y experiencias que lo diferencien de su competidora, la diputada Graciela Fernández Meijide (Frepaso), con miras a las elecciones internas de la Alianza, el 29 de noviembre próximo.
De la Rúa se reunió ayer con el vicepresidente del Consejo de la Magistratura italiano, Giovanni Verde, para informarse sobre el funcionamiento del cuerpo.
Verde es admirador del futbolista Diego Armando Maradona, como la mayoría de los napolitanos. Profesor de Derecho Procesal y virtual titular del Consejo de la Magistratura de Italia, Verde es simpático y conversador, que apenas tuvo contacto con los periodistas argentinos. Contó con orgullo: "Yo fui el abogado de Diego Maradona en algunas de las causas civiles que tuvo mientras vivió acá". Verde afirmó que en 1994, en pleno furor del proceso "Manos limpias", la Justicia tenía el 69 por ciento de adhesiones; y que según los últimos sondeos conocidos, sólo el 37 por ciento de los italianos cree en ella.
Con Scalfaro, justicia
La cuestión judicial fue uno de los ejes centrales de la entrevista que el candidato radical mantuvo durante casi una hora con el presidente Scalfaro, ayer por la tarde.
En el Quirinale (sede de la jefatura del Estado) están hospedados los reyes de España, Juan Carlos de Borbón y la reina Sofía. El ex diputado Jesús Rodríguez sufrió el rigor de las medidas de seguridad de los carabineros. Por error, no lo dejaron entrar hasta que intervino otro integrante de la comitiva.
Ante De la Rúa, Scalfaro destacó: "Que un pueblo no tenga confianza en sus gobernantes es serio, pero si no cree en la Justicia, se lastima al Estado".
Quienes participaron del convite describieron a Scalfaro como "un típico italiano", apasionado, conversador y simpático.
De la Rúa también visitó al ministro de Comercio Exterior, Augusto Fantozzi. El principal tema fue el de las pequeñas y medianas empresas. El secretario de Industria del gobierno porteño, Rafael Kohanoff, exhibió los trabajos que se están realizando en Buenos Aires y recibió el compromiso italiano para intensificar las relaciones comerciales entre ambas naciones.
Luego, en la sede de la Confindustria (la unión industrial de Italia), los empresarios escucharon al candidato comprometerse a que un eventual gobierno de la Alianza será previsible jurídica y políticamente. "Ni siquiera se mencionó la estabilidad, no se habló ni de (Carlos) Menem, ni de (Domingo) Cavallo", se comentó en la comitiva.
En el edificio más grande que tienen las Naciones Unidas, la sede de la FAO (Organización de la UN para la Alimentación y la Agricultura), el director del organismo, Jacques Diouf, dio la bienvenida a De la Rúa. El jefe de gobierno porteño, tras firmar un convenio entre la FAO y la ciudad, sostuvo que "el Consejo de Seguridad de la UN debiera ocuparse de esto en lugar de ocuparse de la guerra".