La mira en 2007: expectativas por el nuevo mapa electoral de la Capital. Encuentro de un grupo kirchnerista porteño
Critican a Scioli y Alberto Fernández
La agrupación kirchnerista Compromiso K, que dirige Carlos Zannini, realizará el jueves 29 del mes actual un gran encuentro de militantes y dirigentes para fundar la corriente en la Capital Federal, en un acto en el que sugestivamente no estarán invitados ni Alberto Fernández ni Daniel Scioli.
El mitin en Parque Norte, luego del mediodía, será el primero luego del acto del 25 de mayo último, en la Plaza de Mayo, organizado por Compromiso K.
Los grandes protagonistas serán el secretario legal y técnico de la Presidencia, Zannini; el ministro de Planificación, Julio De Vido, y la senadora Alicia Kirchner.
Los organizadores del encuentro, Damián Barijhoff, referente de Compromiso K en la Capital Federal, Olaf Aaset y Roberto Porcaro, dejarán fundado un espacio kirchnerista por fuera de la estructura partidaria del Frente para la Victoria.
Sucede que no mantienen una relación fluida con el jefe del Gabinete, Alberto Fernández, ni con el vicepresidente Daniel Scioli, que hoy aparece como candidato para la jefatura de gobierno porteño, en 2007, impulsado por Fernández.
En cambio, en Compromiso K miran con atención la gestión porteña de Jorge Telerman, aunque no tienen diálogo con el actual jefe de gobierno del distrito. Fuentes de Compromiso K aseguraron a LA NACION que en la Capital Federal apoyarán "a quien ordene el propio Kirchner", decisión que todavía no se produjo.
Ese grupo, también, trabajará para evitar la fuga de intendentes del radicalismo hacia una candidatura presidencial potencial del ex ministro de Economía Roberto Lavagna.
Kirchner procura seducir a esos intendentes de la UCR para conformar en 2007 una gran concertación, lo cual parecía bien encaminado antes de la aparición de Lavagna como candidato. Luego de la irrupción del ex ministro, muchos intendentes radicales comenzaron a manifestar algunas dudas, ya que deberán acatar la decisión del comité nacional de la UCR.
Ello preocupó sobremanera al Presidente, que le ordenó a De Vido, a Alicia Kirchner y a Zannini que atendieran personalmente a todos los jefes municipales radicales para atender sus necesidades. Hasta la aparición de Lavagna, y ante la orfandad de candidatos en la UCR, casi todos los intendentes radicales estaban decididos a inscribirse en la gran concertación kirchnerista a cambio del favor financiero de la Nación.
Pero el nuevo escenario podría hacer cambiar de opinión a muchos de ellos. De allí que Barijhoff, Porcaro y Aaset organizan una ronda de reuniones que los intendentes mantendrán con las máximas figuras del Gobierno, Zannini, Alicia Kirchner y De Vido, que serviría para contener esas posibles fugas.
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