Endurece el Gobierno su política ante las protestas
Al día siguiente de su fuerte reclamo a los gremios para evitar las protestas violentas, la presidenta Cristina Kirchner ensayó ayer un giro en la política de contención de los reclamos sociales: ordenó a la policía desalojar las vías del ferrocarril Roca para reestablecer el servicio, interrumpido por un bloqueo de vendedores ambulantes.
Desde la mañana, la mandataria se comunicó con sus funcionarios y ordenó una rápida intervención en el conflicto, que comenzó a las 9 con un corte en las vías, a la altura de Avellaneda. Ante la insistencia de los manifestantes de mantener el bloqueo, el Gobierno avanzó un paso más y, después de identificar a los responsables de la protesta, la policía detuvo pasado el mediodía a un grupo de 14 personas que insistían en su postura.
"Esto fue la consecuencia directa de las palabras de Cristina de ayer [por anteayer]", expresó un funcionario de la Casa Rosada respecto del giro en la política oficial. En su discurso frente a la Asamblea Legislativa, la jefa del Estado había instado a los sindicatos a evitar las protestas que perjudicaran a los usuarios de servicios públicos. Con dureza, había advertido: "No pueden someter de rehenes a usuarios y consumidores. Yo quiero seguir siendo compañera de los sindicatos y no cómplice de maniobras que siempre terminan perjudicando a los trabajadores".
Ayer, la ministra de Seguridad, Nilda Garré, avanzó en esa línea. En declaraciones radiales, sostuvo que el Gobierno será "muy estricto" ante este tipo de bloqueos en los servicios de transporte público, pidió "racionalidad" en las protestas y apuntó que la Casa Rosada no negociará bajo "extorsión". "La Presidenta se ha expresado en este tema. La conflictividad siempre es un tema que está presente en las sociedades, pero tiene que resolverse por canales racionales", dijo.
Garré utilizó el término de "servicio esencial" para referirse a los trenes y advirtió: "Tienen derecho a peticionar, pero de ninguna manera pueden estar autorizados a cortar un servicio esencial como es el tren, perjudicando a miles de usuarios".
Una de las posibilidades que ayer analizó el Gobierno para dar un fuerte gesto ante este tipo de reclamos fue reflotar la idea de declarar como servicio esencial el transporte de pasajeros para sentar una base jurídica. Según contaron funcionarios relacionados con el área de servicios públicos a La Nacion, podría avanzar un proyecto, en forma de ley o de decreto, por que el que se declare "esencial" el servicio y evitar así fallos judiciales que perjudiquen la nueva política del kirchnerismo para contener los reclamos.
La propuesta
"A partir del discurso de la Presidenta se volvió a abrir la posibilidad de que se avance con esa iniciativa", comentó a La Nacion una fuente de la Casa Rosada. La propuesta había surgido el año pasado, durante el extenso conflicto con los trabajadores del subterráneo. El proyecto garantiza un servicio mínimo ante los casos de paros.
El Gobierno no sólo avanzó en el desalojo de los vendedores ambulantes que pedían ser incorporados a la planta permanente del Roca, sino que, para dar un mensaje de dureza, reclamó que hubiera detenciones. La Policía Federal implementó un operativo para identificar a los manifestantes y luego los detuvo tras la intervención del juez federal de Quilmes, Luis Armella.
Los vendedores bloquearon la circulación de los trenes en Avellaneda en dos oportunidades. La primera protesta se inició a las 9. Hasta ese momento, las fuerzas de seguridad evitaron el enfrentamiento. Pero un segundo bloqueo irritó la paciencia de la jefa del Estado, que seguía desde la quinta de Olivos, por televisión, el reclamo. Llamó a sus funcionarios y ordenó el desalojo. A las 12.50, intervinieron la Policía y la Gendarmería. Inmediatamente se detuvo a un grupo de manifestantes.
Garré adelantó ayer que había dado la orden a las fuerzas de seguridad de "impedir" los cortes en las vías, donde se dieron los últimos y más graves conflictos, como la semana pasada, cuando se había declarado un paro tras la detención del líder del gremio de los ferroviarios, José Pedraza, investigado por su responsabilidad en el asesinato del militante del Partido Obrero Mariana Ferreyra. "Hay que impedir el corte siempre y, si se produce, recuperar el servicio cuanto antes", sostuvo la ministra de Seguridad.
La Presidenta se mostró conforme con el operativo. Temprano en la mañana, la jefa del Estado llamó a Garré para que actuara. También intervino fuertemente el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, por indicación de Cristina Kirchner.
La jefa del Estado dio la orden a su gabinete de utilizar todos los medios disponibles para evitar los bloqueos en servicios públicos esenciales. En un año electoral, y con su campaña casi lanzada para la reelección, Cristina Kirchner ayer puso en práctica su nuevo discurso.
Con la colaboración de Fernando Massa
DIXIT
"No pueden alterarse los servicios esenciales, y en esto vamos a ser muy estrictos" . NILDA GARRE. Ministra de seguridad
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