Espionaje: Oyarbide puso a Macri al borde del juicio oral
El juez dio por cerrada la investigación; el jefe porteño denunció una operación de la Casa Rosada
El juez federal Norberto Oyarbide reactivó la causa por escuchas ilegales en la que el jefe del gobierno porteño, Mauricio Macri, está procesado como presunto miembro de una "asociación ilícita". El viernes pasado consideró terminada la investigación y ya empezó los trámites para elevar el caso a juicio oral.
Fueron tantos meses de letargo que Macri bien podría haber pensado que la Justicia se había olvidado de él. Había sido procesado por Oyarbide hace exactamente dos años, en un fallo confirmado, dos meses después, por la Sala I de la Cámara Federal. Pero la causa se trabó cuando llegó a Casación, el máximo tribunal penal, al que Macri le pidió, hace más de un año, que revisara su procesamiento.
"Oyarbide responde al kirchnerismo absolutamente" , afirmó ayer Macri cuando se enteró de la noticia. Acababa de encabezar una reunión de gabinete en una biblioteca de Villa Crespo e improvisó allí una conferencia de prensa, en la que dijo que la novedad no lo había sorprendido para nada y que la Casa Rosada estaba detrás de sus problemas judiciales. "Yo anuncié que dentro de este esquema de trabar y obstruir no iba a ser extraño que vuelvan con los jueces", declaró.
Las acusaciones contra Macri son graves. Según la Cámara Federal, se probó que el jefe de gobierno montó "una estructura de inteligencia subterránea", de carácter "clandestino" (como una "vertiente paralela" de la Policía Metropolitana), y prueba de ello son los casos de pinchaduras telefónicas detectadas en la causa.
La Cámara se refirió a las escuchas de las que fueron víctimas -según la investigación- el ex cuñado del jefe de gobierno, el parapsicólogo Néstor Leonardo, y Sergio Burstein, un férreo opositor a Macri.
El viernes, Oyarbide decidió seguir adelante con la causa, en una resolución que hizo pública ayer el abogado de Burstein. El juez dio por "completa la instrucción" y pidió la opinión de las partes como paso previo a elevar la causa a juicio.
¿Por qué ahora? Según Oyarbide, porque pese a que la Cámara de Casación no se pronunció, ya pasó mucho tiempo y debe respetarse la "garantía del plazo razonable" de duración de los procesos, una garantía que protege a los acusados. De acuerdo con la ley, que la Casación tenga recursos pendientes suspende el curso de la causa. Oyarbide subrayó que está cumplida otra garantía, la de la "doble instancia", porque la Cámara confirmó el procesamiento.
Según Macri, en cambio, detrás de todas las decisiones del juez está la Casa Rosada. "Lamento que la Presidenta piense que ésta es la forma de manejarse con la oposición", dijo.
El no se opuso a que la causa fuera elevada a juicio. De hecho, había pedido la elevación no bien la Cámara confirmó su procesamiento. Dijo entonces que quería llegar cuanto antes al juicio oral. En su decisión del viernes, Oyarbide hizo referencia a ese pedido.
Junto con Macri, quedaron ahora a un paso del juicio oral el primer jefe de la Policía Metropolitana, Jorge "Fino" Palacios, supuesta pieza clave de la organización de inteligencia que la Justicia le imputa a Macri; el presunto espía Ciro James, y el ex ministro de Educación de Macri Mariano Narodowski, acusado de haber contratado a James en su ministerio para "asegurarle un salario" a cambio de "servicios clandestinos" para el gobierno porteño. Todos ellos tienen procesamientos confirmados por la Cámara, lo mismo que el juez de Misiones José Luis Rey, la secretaria judicial Mónica González y un grupo de policías misioneros.
Aunque la causa avance, la Cámara de Casación seguirá en condiciones de revertir la situación de Macri. Ese tribunal podría revisar su procesamiento y tiene para resolver dos pedidos de su defensa para apartar a Oyarbide de la causa.
Los delitos por los que el jefe de gobierno está procesado son asociación ilícita, falsedad de documento público, interceptación de llamadas telefónicas y abuso de autoridad. La Sala I de la Cámara Federal, que no suele traerle inconvenientes al Gobierno, advirtió que no procedía el recurso de Casación contra el procesamiento (no es un fallo definitivo ni equiparable a tal) y Macri fue "en queja" ante el máximo tribunal penal.
La Casación tiene que resolver si mantiene a Oyarbide y si accede a revisar el procesamiento, pero aún está lejos de hacerlo. Recién el mes pasado se definió que intervendrán Raúl Madueño, Eduardo Riggi y Ana María Figueroa. "No estamos esquivando nada. El trámite fue normal, pero hubo cambios de jueces que demoraron todo", se defendieron ayer en Casación.
En primera instancia todavía falta que las partes opinen sobre el cierre de la causa y que el fiscal o las querellas pidan la elevación. Está claro que de haber juicio contra Macri, no será este año.
Más leídas de Política
Relevamientos. La AGN había emitido informes críticos sobre las universidades de Buenos Aires, Tucumán y Formosa
"Lo que te perdiste". Victoria Villarruel apeló a Hebe de Bonafini, que murió hace dos años, para criticar el discurso de Taty Almeida
Qué pasa adentro de la UBA. Las auditorías internas que revelan irregularidades de caja y problemas para los estudiantes