Estados Unidos no definió aún qué hará en la región
WASHINGTON.- El gobierno de los Estados Unidos no termina de definir qué hacer frente a la crisis política y financiera en la que están entrando varios países de América latina de manera encadenada, y que se aceleró en las últimas horas con la profundización de las turbulencias de la economía brasileña.
Funcionarios del Departamento de Estado dejaron trascender en las últimas horas su preocupación creciente sobre las complicaciones del escenario en la Argentina, Brasil y Uruguay.
Pero ésa no es la única voz de la administración norteamericana sobre la política que debe seguir la Casa Blanca en la región.
El secretario del Tesoro, Paul O´Neill, que fue quien marcó el paso de la política de los Estados Unidos durante el colapso financiero de la Argentina, reapareció ayer después de varias semanas de silencio.
Desempolvó el mismo argumento que usó frente a la crisis argentina para oponerse a cualquier aumento de la asistencia financiera que se le otorga a Brasil.
"Tirar el dinero de los contribuyentes estadounidenses a la incertidumbre política en Brasil no me parece una idea brillante. La situación está impulsada por condiciones políticas, no económicas", aseveró O´Neill.
"En el Tesoro hay un dogma, que es que la crisis argentina no es contagiosa, pero parece que el mercado no le está dando la razón", manifestó a LA NACION el director para América del Sur del Centro de Estudios Estratégicos Internacionales, Miguel Díaz.
"Crecimiento sostenible"
Luego de varios meses sin definiciones, la administración de George W. Bush decidió apurar el paso en las negociaciones que mantienen la Argentina y el Fondo Monetario Internacional hace dos semanas tras una reunión entre el secretario de Estado, Colin Powell, y el canciller Carlos Ruckauf, en la asamblea de la Organización de Estados Americanos (OEA) en Barbados.
El vocero del Departamento de Estado, Richard Boucher, sostuvo ayer que el objetivo de la administración norteamericana es "apoyar la recuperación de la Argentina y apoyar su trabajo con el Fondo Monetario y la comunidad internacional para fijar un programa de crecimiento sostenible".
Pero la flexibilización política de los Estados Unidos frente a la crisis argentina coincidió con la aparición de nuevos focos de crisis en la región que dibujan un nuevo escenario, especialmente en Uruguay, Brasil, Perú, Paraguay y Ecuador, las turbulencias que empezaron a evidenciarse en Chile y las dudas sobre la futura solvencia fiscal en México.
Frente a este panorama, el Fondo Monetario Internacional sigue insistiendo en que las crisis que atraviesan varios países de América latina son el resultante de problemas domésticos y que, salvo Uruguay (que anteayer devaluó su moneda casi un 25 por ciento), nada tienen que ver con los problemas que padece la Argentina.
Misión al Paraguay
Sin embargo, una misión técnica integrada por representantes de ese organismo multilateral de crédito, del Banco Mundial (BM) y del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) se encuentra en Paraguay para discutir un programa económico y un blindaje financiero, que prepare al país para un eventual problema derivado de las crisis de sus socios comerciales del Mercosur, según comentó a LA NACION un funcionario del staff del Fondo Monetario.
"Todo el Mercosur está complicado y en algún momento habrá que reconocer que estas crisis no son una casualidad", reveló ayer a LA NACION la fuente del Fondo Monetario.
Ese será el panorama con el que se encontrará entre el 7 y el 12 del mes próximo el secretario de Estado adjunto para América latina, Otto Reich, que por primera vez viajará a la convulsionada región sudamericana.
El colaborador de George W. Bush estará en Brasil, en la Argentina y en Uruguay, y, según han dejado trascender funcionarios del Departamento de Estado norteamericano, será una misión con agenda política y en la que se intentará evitar la crisis económica y financiera.
Un representante diplomático de uno de los países que visitará Reich señaló ayer a LA NACION que el funcionario norteamericano viajará a la región con el propósito de escuchar y tener una impresión de primera mano sobre la situación de los tres países mencionados.
Con esta administración, dijo el embajador, es inimaginable que se encare para la región una operación de salvamento financiero como la que hizo el ex presidente norteamericano Bill Clinton con México durante la crisis del tequila, que se inició con la devaluación de su moneda en diciembre de 1994.
Atanasof pide ayuda al G-7
- El jefe de gabinete, Alfredo Atanasof, les pidió ayer a los países del G-7 y al FMI que "reaccionen a tiempo" para frenar el contagio de la crisis argentina en la región. "Esperamos que los países poderosos y los organismos internacionales reaccionen a tiempo y en forma eficaz y ayuden no sólo a la Argentina, sino también a la región", sostuvo Atanasof. El funcionario consideró que "es difícil, aunque no imposible que la Argentina supere la crisis sin ayuda del FMI", y consideró "lamentables" las versiones de renuncia del ministro de Economía, Roberto Lavagna.