Evo Morales llegó a la Argentina, pero no se verá con Macri
visita. La relación entre ambos presidentes pasa por su momento de mayor frialdad
La relación entre el presidente Mauricio Macri y su par boliviano, Evo Morales, que ayer comenzó una visita de dos días por la Argentina, atraviesa su momento de mayor frialdad.
El gobierno de Bolivia notificó a la Cancillería su visita apenas un día y medio antes de que Morales recibiera ayer un doctorado honoris causa en la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET), que le entregó el líder del gremio Suterh, Víctor Santa María. Hoy encabezará un encuentro en la Plaza de Mayo, organizado por las comunidades bolivianas.
Pese a la falta de "sintonía política", en el Gobierno reaccionaron con sorpresa por "las formas" que utilizó Morales. No hubo una comunicación formal hasta 36 horas antes y tampoco un pedido para ver al presidente Mauricio Macri.
Tras los conflictos diplomáticos que protagonizaron la Argentina y Bolivia en los últimos meses, en la Cancillería le pidieron al embajador argentino en ese país, Normando Álvarez García, que le transmita a Morales que sea "prudente" a la hora de realizar declaraciones y que "evite entrometerse en temas de política local".
El Gobierno buscó evitar, así, que el conflicto escale. Cerca del Presidenta, igualmente, evitan hablar de conflictos y se refieren a las diferencias como un tema de "agendas distintas". Pero lo cierto es que el malestar de la Casa Rosada es permanente. Anteayer, por ejemplo, Morales recordó a Santiago Maldonado, al que describió como un "desaparecido".
"Un día como hoy, en 2017, fue encontrado el cadáver del activista argentino Santiago Maldonado, que estuvo desaparecido durante 78 días, después de la represión policial a un bloqueo de ruta durante una protesta mapuche. El caso sigue abierto, mientras el pueblo espera justicia", sostuvo. Eso se sumó al reclamo que hizo hace poco más de un mes, vía Twitter, exigiendo que se termine "el hostigamiento judicial" contra Cristina Kirchner, con la que podría reunirse hoy, aunque esto no fue confirmado.
"Rechazamos el hostigamiento judicial a la hermana Cristina Kirchner, contra quien se ha dictado prisión preventiva. La oligarquía quiere encarcelarla y acallarla, pero no logrará disminuir el amor que le tienen millones de argentinos que la ven como su esperanza. ¡Fuerza, Cristina!", publicó Morales en las redes.
Esa frase provocó una dura respuesta del canciller Jorge Faurie. "Presidente Evo Morales, en la Argentina rige el pleno Estado de Derecho y todos somos iguales ante la ley. Existe división republicana de poderes y un sistema democrático basado en instituciones sólidas", lo cruzó el ministro de Relaciones Exteriores. Y agregó: "Respetamos la independencia de la Justicia, quien determina la situación procesal de la expresidenta Kirchner, cumpliéndose con todas las garantías que establece nuestra Constitución Nacional".
En la antesala del viaje, el embajador de Bolivia en Buenos Aires, Santos Tito, destacó la relación entre ambas naciones. "Respetamos al gobierno argentino, y somos pueblos hermanos que trabajamos por continuar fortaleciendo los lazos de hermandad", describió el diplomático, quien adelantó que Morales "no participará de ningún acto político".
Pese al desplante político, en la Casa Rosada resaltaron que la relación con Bolivia es "buena" desde lo comercial y lo consular. Las diferencias, según analizaron, son solo ideológicas. "Evo se preocupa en mantener teorías que ya no se sustentan en la región", describió un hombre con acceso al despacho presidencial.
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