Existen trabas legales para que Menem se convierta en senador
Cuando Carlos Menem aún no había formalizado su renuncia, la senadora Ada Maza, hermana del gobernador de La Rioja, se adelantó al anuncio oficial y reveló que había puesto a disposición del ex presidente la banca que ocupa en la Cámara alta.
Pero la jugada política, que Menem descarta por ahora, no parece ser tan sencilla de llevar a cabo desde el punto de vista jurídico.
Los principales obstáculos que tendría que sortear serían el cuestionamiento a la razonabilidad de la renuncia de Maza, que debe ser aprobada por el Senado, y la violación de la ley de cupo femenino, coincidieron fuentes parlamentarias y constitucionalistas consultados.
"De la misma forma en que lo hice cuando estuvo detenido, le ofrecí al doctor Menem renunciar para que él asumiera. Es el suplente y si yo dejo el cargo, es suyo -dijo a LA NACION la legisladora-. El es nuestro líder político y su decisión será sabia."
Con el ofrecimiento de su banca al ex mandatario, Maza reavivó el debate por el cumplimiento del cupo femenino en caso de vacancia.
La ley 24.012, que en 1993 estableció que al menos un tercio de los cargos electivos deben ser ocupados por mujeres, no es precisa sobre el modo de cubrir las vacantes en el Congreso. Tampoco lo es el decreto 1246/2000, que firmó Fernando de la Rúa, y que desde las elecciones de octubre de 2001 obliga que al menos 24 de las 72 bancas del Senado sean ocupadas por mujeres.
Frente a la falta de claridad normativa hay quienes piensan que ante la renuncia, muerte o destitución de una legisladora, debe reemplazarla una suplente mujer para mantener el cupo. En cambio, otros opinan que como el asunto no está regulado, si se produce la vacancia del cargo de una senadora es indistinto quién lo ocupe.
El mismo debate se planteó en la Cámara alta en diciembre de 2001, cuando la legisladora correntina Isabel Josefa Viudez de Damonte, dos días después de asumir, renunció a su banca para que la ocupara Raúl "Tato" Romero Feris, entonces preso y procesado por actos de corrupción.
Finalmente, el ex gobernador correntino desistió de llegar al Senado, por lo que la Comisión de Asuntos Constitucionales discutió el problema del cupo femenino en caso de vacancias, pero no llegó a emitir dictamen.
Oposición
Si Menem deseara ser senador y volver a tener fueros, la renuncia de Maza tendría que ser aceptada por la mitad más uno de los senadores presentes. Algunos de ellos, como la frepasista Vilma Ibarra, ya anticiparon que se opondrán.
Ibarra consideró que si Maza renuncia a su banca, "ésta deberá ser ocupada por la candidata suplente mujer y no por Menem, porque si no las renuncias serían una forma de burlar la ley de cupos", que exige que cada distrito tenga al menos una representante mujer.
"¿Es posible que Menem sea senador", se preguntó la legisladora en diálogo con LA NACION. "Sí, si renuncia su hermano Eduardo", respondió.
Fuentes parlamentarias dijeron que la misma opinión tiene la senadora Cristina Fernández de Kirchner, esposa del presidente electo y titular de la Comisión de Asuntos Constitucionales, que dictaminará qué hace en caso de que Maza renuncie.
Los juristas consultados por LA NACION también cuestionaron la razonabilidad de la posible dimisión de Maza.
"Previo a analizar si se observa o no la representación femenina, lo que habría que evaluar es si las razones invocadas por la renunciante son compatibles con una inteligencia sana de la democracia. La verdad es que suena mucho más a un premio consuelo para alguien que se bajó del cargo principal que buscada", consideró Alejandro Carrió, presidente de la Asociación por los Derechos Civiles.
Daniel Sabsay, titular de Derecho Constitucional de la UBA, coincidió: "La renuncia de un legislador no es un acto unilateral sino que tiene que ser considerada por el cuerpo. El artículo 66 de la Constitución es muy claro. El cuerpo puede aceptarla o rechazarla. Y para que sea aceptada, ella debe ser razonable, algo que no parece darse en este caso".
El constitucionalista Alberto García Lema dijo que en última instancia será el propio Senado y no sólo Maza y Menem los que decidan la incorporación del ex presidente al cuerpo.