Fabricaciones Militares facturó 43% más pero recortó 50 contratos
CÓRDOBA.– Otro cierre de año complicado para los trabajadores de Fabricaciones Militares; hay asambleas en todas las unidades del complejo –Villa María, Río Tercero y Fray Luis Beltrán– porque no se renovaron 50 contratos. El interventor, Ricardo Casares, dijo a LA NACION que la decisión es "consecuencia de una reorganización administrativa y de la centralización operativa". Afirmó que la mayoría de los empleos recortados son de áreas de administración.
Entre diciembre de 2017 y agosto de este año se cortaron unos 550 contratos, a los que se suman ahora otros 50. En la actualidad, Fabricaciones Militares emplea a 1215 personas y, según explicó Casares, el número marca un punto de equilibrio para seguir con los planes de negocios en marcha y los proyectados. Este año la facturación fue de $1000 millones, 43% más que en 2017 y para 2019 estimó que alcanzará los $1800 millones.
Durante 2018, el Tesoro nacional giró $1400 millones para que cierren los números y la previsión es alcanzar el déficit cero en 2020. "El año que viene habremos reducido el rojo a un tercio del de 2017", expresó el funcionario.
"No son expectativas adolescentes –agregó–. Es el resultado de haber acomodado la estructura y los productos y de focalizarnos en seis ítems principales". Esas áreas centrales son la venta de municiones 9 y 22 mm (se producen en Fray Luis Beltrán, con insumos que llegan desde Villa María) y la de chalecos antibalas. "Estamos desarrollando nuevos modelos que responden a la demanda; competimos en un mercado abierto y debemos adaptarnos".
Los contratos que no se renuevan ahora son 16 en la unidad de Río Tercero, ocho en Villa María, diez en la sede central de Buenos Aires y 26 en Fray Luis Beltrán. José Goroso, delegado de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) en Villa María, dijo que desde la asunción de Cambiemos "hay enormes complicaciones para producir".
"El jueves, cuando determinaron el asueto administrativo para hoy, difundieron un comunicado anunciando el 40% de incremento de la producción y el asueto era para despedir a los compañeros; lo mismo pasó en 2017 y cerraron la planta de Azul", describió.
Casares insistió en que hay consenso en el Gobierno en seguir trabajando por el complejo. Mencionó que en Río Tercero, además de la producción de ácido nítrico y nitrato de amonio para fertilizantes, hay una "apuesta" al sector metalmecánico.
"Hay oportunidades; seguimos manteniendo ferrocarriles pero además participamos en licitaciones internacionales como subcontratistas". La referencia es a la empresa rusa TNH en un proyecto que presentó la semana pasada mientras hay "conversaciones para cerrar un acuerdo con una firma china para mecanizado de aerogeneradores".
El Senado, el mes pasado, aprobó un proyecto para frenar, por un año, los despidos en Fabricaciones Militares a la vez que pedía reincorporar a los echados. La Cámara de Diputados no trató la iniciativa.
Mientras los trabajadores dicen que producían más hasta 2015, cuando se anunció la reorganización del complejo, las autoridades plantearon que, al asumir, encontraron "un panorama desolador fruto de -al menos- numerosas negligencias de los funcionarios designados por el anterior gobierno, cuando no errores graves en la decisión de inversiones, inoperancia en la gestión comercial, ineficiencia en las acciones de producción o irresponsabilidad en el aumento de la cantidad de colaboradores a quienes se dio empleo y sueldo, pero no trabajo".
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