Fuerte ingreso de Duhalde en la campaña
Dijo que Menem "tiene dos posibilidades: perder por abandono o por knock out"; el ex presidente replicó: "No sabe lo que dice"
El presidente Eduardo Duhalde ingresó ayer de lleno en la campaña y puso en marcha una maniobra pensada como un intento de evitar que Carlos Menem se baje de su candidatura presidencial, algo que preocupa a la Casa Rosada, porque podría hacer caer la segunda vuelta electoral del 18 del mes actual y dejar sin adversario al candidato oficial, Néstor Kirchner.
Duhalde asoció la eventual renuncia del ex presidente a la figura de un hombre que abandona una pelea. El comentario no fue ingenuo.
El Presidente conoce muy bien a Menem y sabe que éste nunca toleraría cargar el resto de su carrera política la imagen de la renuncia. "Tiene dos posibilidades, como en el boxeo: perder por abandono o por knock out", desafió Duhalde a su adversario en el PJ, en declaraciones al programa "Desayuno", que se emite por Canal 7.
Por la noche, Menem le contestó durante un encuentro que mantuvo con medio centenar de intendentes de varias provincias. "Lo conozco hace mucho. No sabe lo que dice", afirmó.
El ex presidente recordó que en la elección interna de 1988 Antonio Cafiero contaba con el apoyo de casi todos los gobernadores (salvo, paradójicamente, el de Santa Cruz) y había dicho que ganaba "de taquito". "Al final perdió y ahora Duhalde también va a perder, al igual que el señor Kirchner", sostuvo.
Un influyente ministro del gabinete explicó a LA NACION que "las declaraciones de Duhalde fueron en la dirección de instalar que el abandono de Menem sería comparable, por ejemplo, al de Fernando de la Rúa, cuando renunció a la Presidencia".
"Pero no descartamos que Menem podría inventar un pretexto escandaloso, con denuncias de fraude, y bajarse. Con Menem nunca se sabe", dijo, en lo que es una síntesis de la inquietud oficial.
De todos modos, Duhalde cree en su fuero íntimo que el ex presidente terminará por presentarse en la segunda vuelta. Eso mismo hicieron trascender fuentes del entorno menemista.
"Incluso, algunos de los nuestros creen que todavía hay posibilidades de ganar, aunque es casi imposible", aseguró a LA NACION un hombre del ex presidente.
Sin embargo, el rumor de la eventual renuncia de Menem preocupa, tanto a Duhalde como a la fórmula oficialista compuesta por Kirchner y por Daniel Scioli. "Nosotros queremos ganarle a Menem en las urnas. Sería muy malo para el sistema y para el futuro presidente que no haya ballottage y no ser legitimado por los votos", aseguraron cerca de Scioli.
Presidente con pocos votos
En el Gobierno observan esta posibilidad como una verdadera amenaza. Kirchner debería asumir la presidencia ungido sólo por el 22% de los votos, llevar adelante una agenda política y económica muy compleja, y la potencial crítica permanente de las demás fuerzas, incluso el menemismo, en un Parlamento fragmentado.
Otro factor de alarma reside en la imagen internacional de la Argentina. Descuentan que el sistema institucional de nuestro país sufriría un grave daño en el caso de que un ex presidente como Menem, reconocido en el exterior, no se presentara al ballottage en virtud de denuncias de fraude.
"Más aún cuando la transparencia en las elecciones fue destacada y elogiada por diversos países", dicen cerca del Presidente.
La ofensiva de Duhalde contra Menem fue acompañada por el ministro del Interior, Jorge Matzkin. "Creo que quiere ensuciar la cancha con denuncias de fraude", dijo en la Casa Rosada, aunque agregó: "Hay mucha actividad mediática sobre el tema, pero hasta hoy (por ayer) no hubo ninguna denuncia ante la Justicia".
Incluso, Matzkin agregó que en las actas giradas ayer por las juntas electorales provinciales al Senado, correspondientes al escrutinio definitivo de la primera vuelta, "no figura ninguna impugnación ni denuncia".
Por su parte, Duhalde destacó que la denuncia del programa "Kaos en la ciudad", de Canal 13, se centralizó en un puntero menemista que supuestamente falsificaba y vendía DNI durante el día de las últimas elecciones.
Pese a que Duhalde considera improbable la renuncia de Menem, en sus declaraciones públicas no descartó la posibilidad y la consideró "factible". En su entorno, explicaron que buscó así forzar la definición de Menem que alejara cualquier posibilidad de dejar sin rival a Kirchner.
"Le haría un mal enorme al sistema democrático si no se presentara, buscando cualquier pretexto", dijo Duhalde. "Entonces, un presidente que podría asumir con el 65% y mucho respaldo popular lo haría con lo que sacó en la primera vuelta", es decir, con el 22 por ciento, aseveró.