Gerardo Morales: "Buscan intervenir la Justicia, conformar una nueva Corte y liberar a Milagro Sala"
El gobernador de Jujuy atribuye el intento de intervención a los sectores ultrakirchneristas, pero despega a Alberto Fernández de la movida; asegura que no hay persecución contra la líder de la Tupac
Gerardo Morales aterrizará el martes en el Senado para defender a su provincia de lo que sería, a su juicio, un "atropello": la intervención al Poder Judicial de Jujuy. El gobernador de Juntos por el Cambio recibirá el respaldo del principal bloque opositor y, si bien no tiene previsto asistir a la Comisión de Asuntos Constitucionales -donde se debatirá el proyecto de intervención que presentó su cuñado, el peronista Guillermo Snopek-, confía en que los senadores no convalidarán la intervención porque, sostiene, sentaría un peligroso precedente para las autonomías de las provincias.
"Estoy convencido de que los senadores no van a votar este atropello. Siempre este tipo de proyectos de intervención han sido descartados. Yo fui senador, es muy complejo decidir una intervención en el Senado, que es la cámara que representa a las provincias. Sí creo que hay un sector ultrakirchnerista que va a presionar a fondo para lograr la intervención de la provincia y liberar a Milagro Sala. No solo busca profundizar la grieta, sino que también busca impunidad", dijo en diálogo con LA NACION.
-Usted afirmó que Cristina Kirchner es quien impulsa la intervención en Jujuy y que Fernández le ha dicho que no avala ese proyecto. Pero el kirchnerismo convocó a la Comisión de Asuntos Constitucionales para debatir el tema. ¿Fernández le mintió o no puede controlar lo que sucede en el Senado?
-El proyecto de intervención apareció como una iniciativa aislada del senador Snopek, quien ha dicho acá en Jujuy que actuó por orden de Cristina y de (Oscar) Parrilli. Luego nos enteramos de que la presidenta de la Comisión (la kirchnerista Ángeles Sacnun) puso el tema en agenda para el martes. Antes de que eso ocurriera yo le pregunté al Presidente concretamente si el Gobierno tenía previsto intervenir Jujuy, y él me respondió que bajo ningún punto de vista. Se lo pregunté durante una comida que compartimos (el lunes pasado) con otros gobernadores y representantes de la CAF-Banco de Desarrollo para América Latina. Después nos enteramos de que el PJ de Jujuy apoyó el proyecto de intervención de Snopek. Seguramente recibió una orden nacional en ese sentido. Estoy convencido de que esto fue motorizado por los sectores ultrakirchneristas con un solo objetivo: intervenir la Justicia, conformar una nueva Corte y liberar a Milagro Sala.
-Si el Senado, donde el kirchnerismo es fuerte, avanza con una media sanción, ¿cree que el Presidente intercederá para frenar el proceso en la Cámara baja?
-Yo con Fernández, más allá de nuestras diferencias, tengo una excelente relación institucional. Se está portando muy bien con Jujuy y con otras provincias. Hemos firmado el primer tramo del crédito para obras de infraestructura con la CAF, que, si bien lo paga la provincia, era muy importante para nosotros la garantía soberana de la Nación. Nunca me planteó nada indebido. Por eso yo le pregunté directamente y él me ha dicho que no, y yo le creo. El Presidente, más que problemas con la oposición, tiene más problemas con los propios.
-Si el proyecto de intervención avanza, ¿evalúa presentarse ante la Corte Suprema?
-Puede ser, porque el proyecto que se presentó es claramente inconstitucional y la intervención, en sí misma, es un atropello. No hay que descartar una presentación en la Corte.
-Snopek sostiene que su proyecto no apunta a liberar a Sala, sino a remediar una supuesta situación de anormalidad en el Poder Judicial jujeño. Él aduce que usted, al ampliar el Superior Tribunal de Justicia, de los cuatro jueces que nombró, tres son de la UCR. Uno de ellos, Pablo Baca, está sometido a juicio político por un audio en el que admitiría que la detención de Sala fue arbitraria.
-Cuando yo asumí, el Superior Tribunal tenía cinco miembros, cuatro de ellos, peronistas que han sido funcionarios: Sergio González, Sergio Jenefes, la doctora (María Silvia) Bernal y el doctor (José Manuel) Del Campo, socio y concuñado del exgobernador Eduardo Fellner. La jueza (Clara) Falcone es de extracción radical, pero no fue votada por el bloque de la UCR que se retiró, porque esa fue una nominación del gobierno. Y Snopek, que por entonces era presidente de la Comisión de Asuntos Institucionales de la Legislatura, no solo firmó el dictamen, sino que expresó, según la versión taquigráfica, que era un orgullo para él votar a la doctora Falcone. Después yo designo a (Federico) Otaola, un hombre intachable que, si bien fue legislador radical, fue propuesto por Fellner para integrar la Cámara Laboral. También a la doctora Lamas, con una trayectoria de 35 años en el Poder Judicial, como a Baca y Beatriz Altamirano, que eran legisladores provinciales, pero que se apartan en las causas que afectan a Sala.
-Snopek insiste en que este proyecto no busca beneficiar a Sala, sino desnudar la manipulación política en la Justicia en Jujuy.
-Sí, pero corramos el velo. Porque lo que intentan acá es que se designe a dedo, desde Buenos Aires, un nuevo Superior Tribunal que revise las causas que involucran a Sala y después liberarla. Ella afronta cuatro condenas en las cuales han intervenido 26 jueces, de los cuales solo cuatro fueron designados durante mi mandato y el resto tienen más de 20 años en sus funciones. La única causa que se inició durante mi gestión es la llamada pibes villeros: tuvo una condena de 13 años, ratificada por el Superior Tribunal, por desvío de fondos públicos, con 29 millones de pesos que sacaron del banco antes de que yo asumiera, y hasta ahora no han devuelto la plata. También fue condenada a cuatro años por la causa Lucas Arias; a dos años por amenazar con poner una bomba en una comisaría de Alto Comedero, y tiene otra condena por tres años dictada por la Justicia Federal.
-¿Hay una embestida del Gobierno contra la Justicia?
-A mí me preocupan las declaraciones del kirchnerismo más reaccionario, lo hemos visto con De Vido, Boudou, con todos los delincuentes. Este sector forma parte del Gobierno. Hay una zona gris que en algún punto va a tener que definirse.