Gestos concretos
WASHINGTON.- La tupida y calificada agenda del ministro de Relaciones Exteriores, Carlos Ruckauf, expresa la buena voluntad del gobierno norteamericano de encarrilar positivamente sus relaciones con el nuevo gobierno argentino y encontrar una solución que pueda apoyar para que la argentina supere la crisis.
Vino a la ciudad para asentar los postulados de las políticas de Estado -con carta del presidente Duhalde- y aclarar malentendidos por el uso de las expresiones "neoliberalismo" y "populismo", que sirven más para encender pasiones que aclarar situaciones.
Estas expresiones son los notorios botones calientes de la discusiones de universitarios, pero el ministro habrá encontrado a la administración Bush más interesada en encarar políticas operativas basadas en el interés compartidos que en examinar conceptos ideológicos.
Sin embargo, la falta de una política pro activa de EE.UU. con respecto a nuestro país, y la falta de un programa económico definido del gobierno argentino, habían creado un vacío en las relaciones entre los dos países en este momento de crisis social y económica y la obsesión con los botones calientes parecía obnubilar el análisis cuidadoso y beneficioso de las políticas de Estado.
La agenda de Ruckauf muestra que esa etapa parece superada. En este sentido se destaca que el FMI, el Banco Mundial y el BID anunciaron ayer que se habían reunido para analizar el caso argentino y se manifestaron prontos a ayudar.
Es absurdo pensar, como dijo hace unos días Peter Hakim, del Diálogo Interamericano, que EE.UU. no tiene intereses importantes en la Argentina y que Washington se puede dar el lujo de esperar a que caiga una solución del cielo. Hoy esa actitud pasiva y retentiva de Washington parece superada.
Lo que Estados Unidos busca son políticas operativas de parte del gobierno argentino para adelantar realmente la agenda bilateral y en ese sentido se deben interpretar las reuniones de Ruckauf con Robert Zolleck, el zar de los tratados de integración comercial, y con Condoleezza Rice, consejera de seguridad nacional.
Triple Frontera
Es destacable también que ayer en el Centro de Estudios Latinoamericanos del Centro Woodrow Wilson, que dirige Joseph Tulchin, se realizó ayer un seminario sobre la Triple Frontera, en el que participaron el general Julio Hang, comandante del III Cuerpo de Ejército, y autoridades paraguayas. Estados Unidos quiere y espera soluciones concretas para este desafío.
La dificultad en la relación bilateral no es la falta de buena voluntad, es la falta de operatividad de las dos partes con respecto a la crisis económica. Estados Unidos ha estado esperando que la Argentina presente un plan, y la Argentina ha estado esperando presentar un plan porque no sabe qué plan Estados Unidos va a permitir que el FMI financie.
Desde este punto de vista, la reunión entre Ruckauf y el secretario del Tesoro, Paul O´Neill, es más importante que la que tendrá con el secretario de Estado, Colin Powell.
Parecería que la comunidad internacional se apresta para ayudar al país, pero antes el país necesita tener un plan económico sustentable. Pero hoy se empieza a aceptar en Washington que es difícil elaborar un plan en las circunstancias que vive la Argentina, por eso la impaciencia no es de mal talante, pero es impaciencia de quienes esperan para poder actuar.
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