Cómo reaccionó el gobierno de Mauricio Macri ante las crisis de 2017
La actuación de la Casa Rosada ante la disputa por la reforma previsional, la desaparición del submarino y el caso Maldonado; errores de comunicación y costos
La batalla de la Casa Rosada por la reforma previsional reavivó una de las críticas más escuchadas durante los dos años de gestión de Mauricio Macri : “el Gobierno comunica mal”. La reacción del oficialismo en el momento más tenso de su administración quedó bajo la lupa, como ocurrió en otros casos que mantuvieron en vilo a la sociedad: la desaparición de Santiago Maldonado y la búsqueda del submarino ARA San Juan. ¿Qué falencias mostró la Casa Rosada a la hora de lidiar con situaciones críticas?
La reforma jubilatoria
Macri impulsó su paquete de reformas económicas cuando la resaca de los festejos en Costa Salguero por el triunfo en las legislativas de octubre todavía estaba vigente. Con el aval del Senado a la iniciativa, la Casa Rosada aceleró la discusión en la Cámara de Diputados para conseguir la sanción de la ley antes de que terminara el año. La frase de Pablo Tonelli (“los jubilados van a tener menos plata, pero no poder adquisitivo”) encendió el debate y activó a buena parte de la oposición, que cuestionó el “tratamiento exprés”. El Ejecutivo blindó el Congreso con un amplio operativo de seguridad ante las protestas de movimientos sociales y grupos de izquierda.
El FPV, el massismo y la izquierda presionaron dentro del recinto por la represión en la plaza del Congreso y el quórum tardío. Elisa Carrió reveló que el Gobierno iba a dar un bono compensatorio a los jubilados y pidió que se levantara la sesión.
El Gobierno reaccionó con una reunión de gabinete de urgencia en la Casa Rosada y la amenaza de que la reforma saldría por DNU. Carrió evitó la firma de Macri. El jefe del Estado decidió darle “una oportunidad más” al Congreso y aumentó la presión sobre los gobernadores. El apoyo de los mandatarios le permitió a Cambiemos obtener con comodidad el quórum y aprobar la ley por un margen estrecho cuatro días después.
La táctica y las fallas: la estrategia discursiva del Ejecutivo para avanzar con una medida impopular volvió a generar tensiones con sus aliados en Cambiemos, como ocurrió con el aumento de las tarifas de luz y gas. El jefe del interbloque oficialista, Mario Negri, dijo que la Casa Rosada debía “explicar bien” a los argentinos los alcances de la reforma. Carrió, en tanto, sugirió que en Balcarce 50 habrían preferido no detallar los cambios. “Hay algunos sectores del Gobierno que dicen que no hay que comunicar. Yo no puedo estar en la televisión todo el tiempo explicando”, lanzó durante una entrevista con LA NACION.
Con el proyecto aprobado, Macri dio una conferencia de prensa en la que ensayó una suerte de autocrítica sobre la estrategia comunicacional de la Casa Rosada, un área que depende de Marcos Peña, su mano derecha. "Siempre se puede mejorar en términos de comunicación", admitió.
Sergio De Piero, politólogo y profesor en la UBA y la Universidad Nacional Arturo Jauretche, cree que el Ejecutivo entendió que “la estrategia más efectiva” consistía en evitar una explicación profunda de los cambios en los haberes jubilatorios porque no había “nada bueno para comunicar a los afectados”. “En ese sentido, hacer pocas aclaraciones o apelaciones generalistas y hablar de la necesidad de bajar el déficit era la mejor estrategia”, aseguró a LA NACION.
El politólogo Santiago Leiras consideró que la Casa Rosada mostró durante el debate “dificultades en materia de pedagogía política y de articulación del esquema de alianzas para garantizar que la reforma prosperara”, como ocurrió el año pasado durante el tratamiento parlamentario de los cambios en el impuesto a las Ganancias. “Ambas reformas finalmente salieron, pero podrían haberlo hecho con costos de transacción menos elevados”, aseveró a este medio.
Para el politólogo y consultor comunicacional Mario Riorda, la estrategia de la Casa Rosada tuvo una serie de pasos “bien calculados”. “Metió a la reforma previsional dentro de un paquete más amplio; volvió a explicar que el reformismo es contra un pasado insostenible; repartió el costo de la impopularidad entre varios; disminuyó y evitó el contenido pedagógico de la reforma; y logró aumentar a un nivel histórico la dicotomía ideológica de reformistas versus violentos”, explicó.
Por su parte, Federico González, de la consultora González y Valladares, no considera que el Gobierno “comunique mal”. “Al contrario, creo que el Presidente comunica muy bien muchas veces. Aunque varias de sus argumentaciones puedan ser conceptualmente cuestionables, la convicción con que las realiza produce efectos positivos en gran parte de la ciudadanía. Transmite serenidad, asertividad y sentido común, lo cual redunda en una imagen de seriedad”, indicó.
Sin ganadores: ¿la sanción de una ley impopular tendrá un alto costo político? Leiras resaltó que el Presidente pagó “el costo de haber llevado adelante una iniciativa de especial sensibilidad sin un buen entramado pedagógico y político en un mes que evoca en la memoria de los argentinos” la crisis del 2001.
“El Gobierno se vio afectado, disminuyó su aceptación, pero lo cierto es que nadie ganó. No hubo un reacomodo de apoyos en lógica de suma variable donde alguien gana y otros pierden. Nadie de la oposición se vio fortalecido”, aseveró Riorda.
La desaparición del submarino
La desaparición del submarino ARA San Juan también desató una crisis para el Gobierno. El caso se filtró en los medios antes de que el ministro de Defensa, Oscar Aguad, tomara conocimiento del tema. Su cartera emitió un comunicado cuando se detectaron siete llamadas satelitales: informó que podrían provenir del buque perdido. La novedad, que había generado esperanza en los familiares de los 44 tripulantes, fue desechada pocas horas después como un indicio certero.
Con el correr de las horas, creció la angustia. Macri visitó a los familiares en la Base Naval de Mar del Plata y se reunió con las autoridades de la Armada para interiorizarse sobre el operativo de búsqueda. La Casa Rosada dejó trascender cierto malestar del primer mandatario con el entonces jefe de la Armada, Marcelo Srur, pero pocos días después buscó dar señales de unidad con la fuerza.
Ante el hallazgo de un “evento consistente con una explosión” en la zona del último contacto del navío, los familiares apuntaron sus críticas a las autoridades de la Armada y del Gobierno.
Cuando la Armada dio por finalizado el operativo de rescate, el Presidente analizó grabar un mensaje. El malestar de los familiares frenó el homenaje oficial a los marinos. A un mes de la desaparición, cuando aparecieron sondeos que mostraron que los argentinos no evalúan de forma positiva la actuación de la Armada y del Ejecutivo, Aguad le pidió el pase a retiro al jefe de la fuerza.
“En general se suele ponderar la política comunicacional de Cambiemos, tanto en campaña como en el ejercicio del gobierno. Pareciera que, ante las crisis, esa destreza queda esmerilada. La zona de confort en que suele moverse en los espacios de comunicación también lo distancia de lo que le sucede «la común de la gente»”, apuntó De Piero, quien consideró que la Casa Rosada demostró una “escasa empatía” con los familiares de los tripulantes del submarino y de Santiago Maldonado.
El caso Maldonado
El caso Maldonado, el tatuador que estuvo desaparecido durante 79 días tras un operativo de la Gendarmería en la en Chubut, fue un cimbronazo para la administración de Cambiemos. La desaparición del joven se produjo en plena campaña electoral y fue utilizada políticamente por un sector de la oposición. Con los ministros de Seguridad, Patricia Bullrich , y de Justicia, Germán Garavano , como voceros, el Gobierno defendió el accionar de la Gendarmería. La familia de Maldonado cuestionó con dureza la postura oficial.
La investigación mantuvo en vilo a la sociedad y tuvo una fuerte repercusión internacional durante varias semanas, pero Macri evitó dar un mensaje o una conferencia para referirse al caso. Rompió el silencio más de 30 días después de la desaparición del joven durante un breve contacto con un cronista en el que se limitó a decir que el Gobierno colaboraba con la Justicia en la búsqueda del tatuador. Ante la frialdad de la Casa Rosada, la oposición y los organismos de Derechos Humanos reclamaron más explicaciones sobre el operativo de la Gendarmería y exigieron la renuncia de Bullrich. Desde el Ejecutivo alimentaron versiones que serían descartadas por la Justicia (como que el joven había sido herido por un puestero o la teoría de que se encontraba en Chile).
“Pareciera ser que, con excepción del uso y abuso de la polarización ideológica, el Gobierno no muestra una reacción que sea destacable desde los niveles de profesionalización de la gestión de crisis. Por otro lado, no debe desdeñarse el ritmo judicial de causas resonantes que aparecen en los medios opacando hechos que generan polémica”, remarcó Riorda, director de la maestría de Comunicación Política de la Universidad Austral.
La mala relación del Gobierno con los Maldonado no tendría retorno. El cuerpo del joven fue hallado a cinco días de las elecciones legislativas en el Río Chubut. Macri llamó a la madre para transmitirle sus condolencias y generó la reacción de Sergio, hermano del joven, enfrentado con los funcionarios desde que comenzó la búsqueda del tatuador.
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