El Gobierno no llevará al Salón del Libro de París a intelectuales opositores

La participación de la Argentina, como país invitado de honor del Salón del Libro de París 2014, despertó satisfacción, por un lado, y críticas, por el otro, en el seno de varios escritores e intelectuales que fueron "excluidos" de la delegación nacional por ser opositores al Gobierno.

Al recorrer el listado se advierten ausencias, como la de Martín Caparrós, Beatriz Sarlo o Jorge Asís, hoy contrarios al pensamiento oficial; la presencia de referentes kirchneristas, como Ernesto Laclau, Horacio González, Ricardo Forster y José Pablo Feinmann, y también la mención de otros autores independientes, entre los que se destacan, Lucía Puenzo, Claudia Piñeiro y Guillermo Martínez.

En esta oportunidad, Europa decidió homenajear a las letras argentinas y hacerlas partícipes de su vidriera literaria, en una feria que reúne cada año a más de 200.000 visitantes, en coincidencia con el centenario del nacimiento de Julio Cortázar, quien escribió en París, en 1964, su obra de culto, Rayuela. Además, este año se celebran 50 años del acuerdo de cooperación cultural, científica y técnica, firmado entre Francia y la Argentina durante la histórica visita al General de Gaulle, en octubre de 1964.

Consultado por LA NACION, Caparrós dijo: "Nadie tiene ninguna obligación de invitarme a ninguna parte. Es cierto que mi libro Living -en castellano, Los Living- fue publicado en Francia por Buchet Chastel hace cuatro meses y tuvo muy buenas críticas, pero aún así". Y agregó: "Lo molesto es que el Gobierno no tenga criterios claros y despierte la sospecha de que maneja sus actividades culturales con interés politiquero. En este caso es más que una sospecha: supe que estaba en una primera lista y un funcionario ordenó que me sacaran. No me sorprendió. Lo mismo pasó en la Feria de Frankfurt -donde también tenía una novela recién publicada en alemán y tampoco me invitaron- y en varias otras instancias. Y lo mismo pasa con otros escritores. A mí, en todo caso, ir o no ir a esos tours de compras -y de ventas- no me cambia nada. Al Gobierno, por supuesto, tampoco, pero parece que todavía no lo entendieron. Como tampoco entendieron, porque los argentinos no se lo hacemos entender, que el Estado no es un aparato que pueden manejar para su beneficio y el de sus amigos".

Sarlo también conversó con LA NACION sobre esta exclusión: "Nunca viajé con pasajes pagados por el estado nacional ni por la ciudad. Nunca me invitaron ni el estado nacional ni la ciudad a integrar ninguna delegación. Fui a la Feria de Frankfurt invitada por la Fundacion Ebert. Fui a la Feria de Hanover, de los quinientos años de la llegada de Colón a América, invitada por los españoles, no por el pabellón argentino. Pongo estos dos ejemplos porque son significativos. Como regla, cada vez que viajo pagan el pasaje las instituciones extranjeras que me invitan. Nunca me sucedió de otra manera".

Asís, por su parte, dijo que está acostumbrado al "cristinismo literario con aliados". Y agregó: "No es ninguna novedad para mí y ni siquiera me importa. Me habitué a la normalidad de las omisiones. Prefiero creer que los 40 escritores invitados son mucho más interesantes que yo, y tienen una obra más significativa".

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