La visita del presidente de Chile. Gracias a Neruda, Lagos viene a sellar las fisuras con Kirchner
La idea de homenajear en Buenos Aires al poeta chileno surgió en Puerto Iguazú
En una jornada signada por la visita del director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Rodrigo de Rato, y por la reunión con la cúpula de la Iglesia Católica, el presidente Néstor Kirchner recibirá, también hoy, a su par de Chile, Ricardo Lagos, con motivo de un homenaje conjunto al poeta Pablo Neruda en el centenario de su nacimiento.
Hito que, según confiaron anoche a LA NACION fuentes gubernamentales de ese país, "viene a sellar, sin agenda previa, los desencuentros por el conflicto del gas y otros ítem".
La idea fue de Kirchner: honrar a Neruda en Buenos Aires. Y quedó sellada con un viaje a Santiago del canciller Rafael Bielsa. Surgió, en realidad, en la cumbre del Mercosur realizada a principios de julio en Puerto Iguazú.
Allí, sentados codo a codo después de una crisis por la cual la Argentina dejó de suministrar a Chile el gas pactado y rubricó un acuerdo de importación con Bolivia del cual quedó excluido el país trasandino, Kirchner sorprendió a Lagos con su disposición para echar paños fríos sobre aquello que había enturbiado el vínculo entre ambos.
En un par de ocasiones, según dijo a LA NACION un diplomático chileno, Kirchner no vaciló en alzar la mano, llamar a alguno de sus colaboradores (al menos dos ministros) y exigirle pronta solución para cuestiones asociadas con la relación bilateral.
Abierto por inventario
En el inventario de desencuentros figuran desde los supuestos espías chilenos que ingresaron en el consulado argentino en Punta Arenas hasta la asistencia del embajador de ese país en Londres al festejo de los malvinenses por la victoria de Gran Bretaña en la guerra de 1982.
En Buenos Aires, según fuentes cercanas a Lagos, el gobierno de Kirchner no había tenido conciencia del efecto político que la crisis del gas produjo en Chile: un escenario propicio para que la oposición, encarnada en Joaquín Lavín, recobrara bríos con propuestas nacionalistas contra la Argentina, como someterla a tribunales internacionales por el incumplimiento del acuerdo gasífero de 1995, en desmedro de una Concertación, representada por Lagos, en la cual la canciller Soledad Alvear y la ministra de Defensa, Michelle Bachelet, se perfilan como posibles candidatas a sucederlo en las elecciones presidenciales de 2005.
De Buenos Aires, Lagos partirá hacia Panamá, donde participará mañana de la asunción del presidente electo, Martín Torrijos. Hasta anoche estaba en duda la hora de su arribo al país, pero fuentes diplomáticas estimaron que a las cuatro estará en la embajada de Chile y, poco después, verá a Kirchner en la inauguración de una exposición fotográfica sobre Neruda en el Congreso.
En el acto, que se realizará en el Salón de los Pasos Perdidos, disertarán el titular de la Cámara de Diputados, Eduardo Camaño; el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de ese cuerpo, Jorge Argüello, y Lagos. Poco después, César Isella cantará poemas de Neruda frente a las fotos, cedidas por la Fundación Isla Negra.
En forma paralela se reunirá la comisión bicameral parlamentaria argentino-chilena, cuyo temario incluye la organización de un seminario sobre integración y una reunión plenaria que pactará para noviembre próximo en Santiago.
En la Casa de Gobierno, a su vez, ambos presidentes verán un video sobre la vida de Neruda, el actor chileno Patricio Contreras interpretará sus poemas e Isabel Parra hará un recital.
Kirchner pronunciará entonces su discurso, poco antes de reunirse a solas con su invitado.
Señal de recomposición
La mera presencia de Lagos en la Argentina, en coincidencia con el primer viaje a la región de Rato como titular del FMI, no deja de ser, a los ojos de diplomáticos argentinos consultados por LA NACION, una suerte de señal de recomposición regional, "mero espejo de la buena relación entre ambos".
En verdad, Kirchner tendrá hoy oportunidad de sellar varios desencuentros. Con el FMI, por un lado. Con el Episcopado, por el otro; sobre todo, después del cruce que tuvo con algunos obispos por la política oficial sobre los piqueteros y la inseguridad. Y con Lagos, en cierto modo, como broche de los gestos que comenzaron en la cumbre del Mercosur.
Neruda, el homenajeado, es algo más que una excusa, según diplomáticos de ambos países. La excusa, agregaron, de un hecho político, más allá de las coincidencias de una jornada muy particular, en el cual la cultura obrará como puente.
Prólogo, en definitiva, de la visita de Estado que hará Kirchner a Chile, en noviembre, en conmemoración de la firma del tratado de paz y amistad entre ambos países.
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