Gremios: el día en que el Colón fue de los obreros

Mario Paiva tiene 44 años, está empleado a sueldo en la contratista Rol Ingeniería y en 2010 trabajó en las obras de restauración del Teatro Colón. Anoche, él era uno de los 400 obreros del gremio de la Uocra que hacían fila sobre la calle Viamonte para conocer por dentro el monumental coliseo de la cultura porteña.

La visita en tropa al Colón de los albañiles de la Uocra no pasó inadvertida. El sindicato, a través de su fundación y de un canal propio de televisión al que accedió hace cinco años a través de la denominada ley de medios, dio el campanazo de largada a la tercera versión del Festival Internacional de Cine sobre el Trabajo, que comenzó ayer y durará hasta el 11 de este mes. Anoche, en el Colón se habló de trabajo y de cultura. Pero también de política.

Como Paiva, hubo muchos albañiles que pisaron por primera vez el Colón. Algunos no alcanzaron a pasar por sus hogares para cambiarse la ropa del trabajo. Así como hubo obreros de punta en blanco, con saco y corbata, también hubo otros que asistieron con sus mamelucos al hombro y hasta con las gorritas amarillas y azules que lucen en las manifestaciones callejeras. Todos se organizaron como escuadrón para ingresar por la puerta de Viamonte. No hubo vallas para contener ningún rapto violento, como puede ocurrir en un acto gremial. Nadie entonó cantitos con la música de moda ni tuvieron que batir bombos. Fue una jornada distinta.

Dentro del teatro, entre la majestuosidad del Colón, la tropa de obreros se distribuyó en los dos anillos superiores. "Copamos la quinta y la sexta bandeja", bromeó un futbolero. Un compañero del gremio le siguió el juego: "Se ve mejor que en la Bombonera". La tribuna estalló en aplausos y en algún grito de cancha cuando subieron al escenario los tres delegados gremiales que representaron a los 300 albañiles que participaron de las obras de restauración del teatro.

El mensaje

El coliseo también vibró cuando el jefe de la Uocra, Gerardo Martínez, ofició de anfitrión. "Buscamos construir un puente entre la cultura y el trabajo", dijo el sindicalista como parte del mensaje inaugural del Festival de Cine, del que participan 460 películas, entre cortos y largometrajes.

Martínez llevaba un papelito como machete. Lucía nervioso. "No es fácil hablar desde este lugar. Para muchos es nuestra primera vez aquí. Estamos acostumbrados a hablar en otro lado, en otro tono...", se sinceró.

Además de sus afiliados, a Martínez lo escuchaban desde el palco central el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo; Alejandro Cacetta, titular del Instituto Nacional del Cine y Artes Visuales (Incaa); un puñado de empresarios poderosos vinculados a sectores de la construcción, y dirigentes de distintas organizaciones sindicales.

Aprovechó el auditorio para enviar un mensaje conciliador en medio de la tensión que guía hoy el vínculo entre el Gobierno y los gremios.

"Siempre hubo crisis y problemas. En este momento hay nubarrones. Es necesario convocar a un diálogo social, tripartito; queremos ayudar y construir", planteó Martínez, uno de los impulsores de la masiva protesta gremial del viernes pasado en contra de las políticas del gobierno de Mauricio Macri.

Entre los sindicalistas que se mezclaron por el palco del segundo piso estaba Héctor Daer, que es diputado nacional del Frente Renovador (FR), que encabeza Sergio Massa. Daer no pudo casi despegarse el teléfono de la oreja. "Al final, Sergio salió a apoyar públicamente la ley antidespidos", se desahogó ante Carlos West Ocampo, su jefe gremial en el gremio de la Sanidad.

La decisión de Massa, tras un enfrentamiento de posturas dentro de su bloque, puede interpretarse como un triunfo de Daer y otros seis diputados de extracción sindical que integran el FR.

También asistieron los estatales Andrés Rodríguez (UPCN) y José Luis Lingeri (Aysa), y el portuario Juan Carlos Schmid. Daer y Schmid corren hoy cabeza a cabeza para liderar la CGT unificada que nacería el 22 de agosto.

Anoche, los gremialistas pusieron en duda que la central de Luis Barrionuevo continúe activa en el proceso de reunificación de la central. Tal vez evitaron ser tajantes porque estaban obnubilados con el entorno.

La Uocra tiene particularidades. El gremio le dio un espaldarazo a la cultura y suele destinar parte de sus fondos a proyectos de cine y televisión. Pero también es uno de los sindicatos cuyos problemas internos suelen dirimirse a los tiros o a los golpes.

Los enfrentamientos de sus militantes son casi tan viejos como el Colón. Anoche, como si se tratara de una suerte de adoctrinamiento, "La primera de Vivaldi", interpretada por la Camerata Bariloche, fue la música de despedida a los obreros de la construcción que visitaron el Teatro Colón.