Voto unánime en la asamblea. Gualeguaychú endurece su lucha contra la papelera
Se mantendrá el corte de ruta y habrá una escalada de reclamos
GUALEGUAYCHU.- Cada vez que un orador hablaba de "endurecer la lucha" recibía una ovación. Unos 800 asambleístas premiaban con aplausos los discursos combativos en contra de Botnia. A 15 minutos del comienzo ya habían aprobado intensificar los reclamos sorpresivos. Media hora después no quedó espacio para dudas: con voto unánime decidieron que el corte de Arroyo Verde se mantenga "sin cambios".
Así, contra cualquier especulación, la Asamblea de Gualeguaychú endureció la protesta. Con críticas al fallo de la Corte de La Haya y a los gobiernos argentino y uruguayo, los ambientalistas anunciaron que seguirá el bloqueo del puente internacional General San Martín. También llamaron a una caravana por la ruta 14 para el 30 de este mes. Y aprobaron una batería de medidas para sostener el bloqueo hasta lograr el que consideran su único objetivo: que la pastera se vaya del río Uruguay.
"Arroyo Verde es un emblema. ¡Aunque algunos digan que no, el corte sirve!", gritó Delia Villalba, la primera oradora. La asamblea la aplaudió a rabiar. El ánimo endurecido recorría el gimnasio del Club Deportivo Juventud Unida. De una tribuna colgaba una bandera. Decía: "Si tocan el corte, nos tocan a todos".
Los ambientalistas enseguida votaron las primeras mociones: aprobaron exigir el aumento de los peajes en los cruces alternativos a Uruguay para castigar a los turistas que decidan vacacionar en el país vecino; votaron pedirle al municipio que ponga líneas de colectivo públicas hasta Arroyo Verde, y acordaron reclamar que el gobierno entrerriano sostenga económicamente el corte, amparados en que la Legislatura provincial el año pasado lo declaró "paraje histórico y cultural".
Pero la peor parte se la llevó la Casa Rosada. Aun con disidencias, los ambientalistas les ordenaron a sus abogados que "estudien" la posibilidad de presentar una "demanda colectiva" en contra del Gobierno, de la Secretaría de Ambiente y de la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU). Las razones: "Mal desempeño, inoperancia e incumplimientos de los deberes de funcionario público".
Los ambientalistas consideran que el Gobierno no hizo todo lo que estaba a su alcance para presentar pruebas de contaminación en la Corte de La Haya. Antes del debate, los médicos del grupo presentaron un informe de técnicos de las universidades de Buenos Aires y de La Plata. Leyeron números en una pantalla gigante. Recalcaron con insistencia que hubo 78 episodios de malos olores en 9 meses y que existen "cambios críticos" en el aire y en el río. "Nada de esto fue tenido en cuenta", se quejó Martín Alazard, médico de la asamblea.
Después protestaron los abogados. "La Haya no quiso ver la contaminación", dijo Ana Angelini. "Este fallo no soluciona el conflicto. Atrasa 50 años", gritó Osvaldo Fernández. Los ambientalistas aprobaron llamar a otra asamblea dentro de 60 días. Esperan respuestas del Gobierno: dicen que revisarán su postura sólo si la Casa Rosada "expresa" que coincide con la lucha de la asamblea. Hasta anoche, no había respuesta oficial (de lo que se informa por separado).
La esperanza del Gobierno para salir del atolladero político estaba atada a la voz creciente de los disidentes. Ayer, esos testimonios no se escucharon. "No nos parece que sea bueno generar enfrentamientos. Decidimos no ir", dijo a LA NACION Cristina Garciarena, una de las comerciantes que lideran uno de los grupos que rechazan el bloqueo.
Así, el núcleo duro de los asambleístas mantuvo el liderazgo. Algunos, incluso, llamaron a la acción directa. "¡El corte tiene que ser más fuerte que nunca!", dijo Angel Frías. "¡Hay que hacer un sabotaje industrial! ¡Y destruirlos!", se enojó Gerardo Medel.
Varios pidieron después bajar el tono de las diatribas. Hablaban de "luchar en paz". Eso sí: anunciaron que seguirán las protestas, especialmente las sorpresivas. Igual hubo algunas peleas. Sobre todo cuando le tocó hablar a Eduardo Simón, un joven que sugirió que había que dejar pasar a los autos por el puente. Los coordinadores no pudieron contener los encontronazos. Hubo que suspender el debate para restablecer el orden.
Uno de los más duros, Juan Carlos Barrios, había logrado que la asamblea votara que no habría cambios en la protesta. Pedía indignado que Simón dejara de hablar. "No se puede revisar algo que ya se votó", insistía. "¡Es al revés! Hay que dejar que hablen todos", contestaba Eduardo Villar, otro ambientalista. Varios empezaron a los gritos. "¡Me quieren apretar! Acá hay gente que no quiere el corte", se enojó Barrios.
El atisbo de división al final terminó rápido: la propuesta ni siquiera se trató. Incluso, antes de terminar, hubo un plan que casi todos consideraron superador: votaron para que se arme un sistema de postas y reforzar, cuanto antes, la guardia del bloqueo.
URUGUAYOS MUY APLAUDIDOS
- Entre los asambleístas hubo dos oradores uruguayos que fueron muy aplaudidos. Criticaron expresamente a los gobiernos de Tabaré Vázquez y de José Mujica. Delia Villalba, de Fray Bentos, pidió continuar con el corte porque es, dijo, la mejor medida para molestar al gobierno uruguayo y a Botnia.
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