La venta ilegal de armas. Habría informes diplomáticos por el caso croata
Fuentes militares coinciden en ello con Camilión; quejas serbias en Belgrado.
"La embajada argentina en Belgrado recibió quejas de parte de las fuerzas serbias cuando se dieron cuenta de que había provisión de armas argentinas a los croatas", dijo ayer a La Nación una importante fuente militar que tomó parte en los últimos batallones que, bajo mandato de las Naciones Unidas (UN), desplegó nuestro país hasta el final de la guerra en la ex Yugoslavia.
"Sería raro que esa comunicación no hubiera llegado a oídos de la Cancillería" admitió la fuente.
Los cuatro años de enfrentamiento bélico en esa parte de Europa oriental produjeron un permanente tráfico de información diplomática, y por vía militar, entre nuestro país y la región.
Durante ese lapso, además de miles de efectivos militares que tomaban parte en las misiones de paz de la UN, nuestro país exportó 6500 toneladas de armamento que fueron transportadas en siete viajes de buques que partieron desde Buenos Aires hasta un puerto croata, según consta hoy en la justicia federal.
Pese a ello, el canciller Guido Di Tella ratifica que no recibió información sobre el arribo de armamento argentino a la zona. Y el jefe del Ejército, general Martín Balza, transita por la misma senda del desconocimiento.
"El Ejército tenía un grupo de inteligencia muy reducido en Croacia. Esa información se manejaba en otro nivel", dijo Balza cuando se lo consultó sobre el asunto.
La Argentina tomó parte en el conflicto en los Balcanes desde marzo de 1992, y aún hoy se mantienen efectivos de la Gendarmería Nacional en Bosnia, como parte de un plan de pacificación que desarrolla la NATO.
En los primeros años las fuerzas croatas, que defendían una nación en formación, no tenían armamento porque Serbia se quedó con el aparato de defensa de la ex Yugoslavia.
"Se sabía que ingresaba una enorme cantidad de armas, pero no tuve noticias de las armas argentinas", dijo otra fuente militar que actuó en los primeros años en la operación denominada Unprofor.
"La información la manejaba la Cancillería. Nuestro contacto era con el embajador (Federico) Battfeld, en Belgrado, y cuando avanzó la guerra, comenzamos a manejarnos con la embajada en Austria, que estaba a cargo de Jorge Taiana", explicó el alto oficial a La Nación . "Los agregados militares trabajaban desde la embajada en Italia, pero no transmitían información", aclaró. De acuerdo con los datos que hoy están en manos del juez federal Jorge Urso, la primera operación a Croacia partió desde el puerto de Buenos Aires en septiembre de 1991, en un buque croata llamado Opatija. El último embarque fue en el buque Rijeca Express, y salió desde esta capital el 2 de febrero de 1995.
El gobierno argentino firmó dos decretos en 1991 que señalaban a Panamá como destino final de ese armamento argentino, un país que no tiene fuerzas armadas.
Esos decretos, con las firmas del presidente Carlos Menem y de tres ministros, Erman González, Guido Di Tella y Domingo Cavallo, permitieron cuatro años de exportaciones ilegales. Hasta poco antes de finalizar la guerra, en 1995.
Durante las últimas semanas, el ex ministro de Defensa Oscar Camilión aseguró, públicamente, y más de una vez, que desde 1992 se produjeron comunicaciones desde la ex Yugoslavia a la Cancillería por las armas que nuestro país vendía a Croacia, violando el embargo internacional decretado por la UN.
"Alguien en la Cancillería tuvo que haber leído los cables que llegaban de la embajada argentina en Belgrado", dijo, sugestivamente, Camilión. La Nación consultó telefónicamente a Battfeld, entonces embajador en Serbia y actual embajador en China, sobre esas comunicaciones que supuestamente habría enviado a Buenos Aires.
-Tenemos información que durante su gestión de embajador en Belgrado, se transmitieron una serie de informaciones a la Cancillería sobre el ingreso de armas argentinas en la región de la ex Yugoslavia.
-Bueno, yo informé durante todo el proceso...(se corta la comunicación).
Se restableció el contacto un minuto más tarde.
-Me estaba diciendo que usted informó durante todo el proceso.
-No. Ah, sí, yo había informado en una oportunidad, lo que recuerdo es que se había hundido una lancha y que había uno o dos ciudadanos argentinos. Eso salió en los diarios de Belgrado que transportaba algún voluntario. Después supimos que había algunos voluntarios argentinos combatiendo del lado de los croatas.
-Pero me refiero específicamente a cables de la embajada que informaban del ingreso en la región de armas...
-¿Informando el ingreso de armas argentinas?
-Sí.
-No, no. Yo no informé eso.