Impiden a Alfonsín entrar en la Casa Rosada
Fue con un grupo de dirigentes radicales a hacer un homenaje a Illia, que terminó en un acto frente a las vallas de seguridad; desde el Gobierno dijeron a LANACION.com que no hubo un "pedido formal" para ingresar
El Gobierno impidió hoy que el ex presidente Raúl Alfonsín y un grupo de dirigentes radicales ingresaran en la Casa Rosada para hacer un homenaje a Arturo Illia, a 40 años de su derrocamiento.
El acto, del que participaron unas 40 personas, terminó realizándose frente a las vallas de seguridad sobre la calle Balcarce, con la mirada del personal de seguridad de cerca y críticas del radicalismo al Gobierno por la negativa a permitirles ingresar.
El partido tenía previsto dejar una ofrenda floral en el Salón de los Bustos de la Casa de Gobierno. Según relató a LANACION.com el dirigente Leopoldo Moreau, uno de los organizadores del acto, durante la semana pasada pidieron a la Secretaría de la Presidencia, a cargo de Oscar Parrilli, el permiso para hacer el homenaje.
“Específicamente, el pedido le llegó a Parrilli y siempre nos contestaron con evasivas, como problemas de seguridad”, se quejó Moreau.
Voceros de esa secretaría negaron a este medio que haya existido un pedido formal para hacer el acto. Concretamente, dijeron que no hubo -como es de rigor- la presentación de una nota firmada y sellada por alguien con entidad.
Desde el Gobierno atribuyeron el hecho a una "confusión" y comunicaron que tras el episodio, por pedido del presidente Néstor Kirchner, Parrilli invitó a Alfonsín a que regrese por la tarde a la Casa Rosada a hacer el homenaje.
El ex presidente no quiso hablar sobre el asunto. Sus voceros relataron que el propio Parrilli y el ministro del Interior, Aníbal Fernández, lo llamaron para invitarlo nuevamente, pero contestó que ya no tenía sentido porque la gente se había ido.
A pesar de que gran parte de la dirigencia radical se mostró enojada con el Gobierno, Alfonsín intentó poner paños fríos.
El acto en recuerdo del derrocamiento de Illia había comenzado más temprano, con una misa en la catedral metropolitana. Desde allí, Alfonsín y los demás dirigentes se trasladaron hasta la Casa Rosada.
“Cuando el personal de seguridad lo vio enseguida abrió la valla. Es lógico –razonó Moreau- es un ex presidente”. El dirigente relató que enseguida, el jefe de seguridad dio la contraorden de no dejar ingresar a nadie.
Después del episodio, los organizadores terminaron haciendo el acto en las puertas de la Casa de Gobierno con palabras críticas hacia la presidencia de la Nación.
“Parece que para el Gobierno los únicos golpes de Estado repudiables son los que se hicieron contra el peronismo. Es una demostración más de un falso pluralismo que ne realidad esconde un profundo sectarismo”, descargó Moreau.
En tanto, la diputada y líder del ARI Elisa Carrió se solidarizó con la situación y manifestó “su más enérgico repudio” contra el Gobierno y consideró lo ocurrido como “un nuevo acto de fascismo”.
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