Incidente con Bolivia por la visita de un iraní
La Cancillería argentina presentó ayer una queja formal ante la embajada de Bolivia porque el presidente de ese país, Evo Morales, recibió una visita oficial del ministro de Defensa de Irán, Ahmad Vahidi, que está prófugo de la Justicia y acusado de ser coautor ideológico del atentado contra la AMIA, en el que murieron 85 personas en 1994.
Así lo confirmaron a La Nacion fuentes confiables del Palacio San Martín. De hecho, la Cancillería informó anoche que recibió una carta del ministro de Relaciones Exteriores de Bolivia, David Choquehuanca Céspedes, a su par Héctor Timerman, en la que en nombre del gobierno boliviano le pidió disculpas a la Argentina por desconocer los antecedentes penales de Vahidi. A la vez, el gobierno de Morales advirtió que ante este hecho "ha tomado las previsiones correspondientes a fin de que el señor Ahmad Vahidi abandone el territorio boliviano" para no interferir en la situación jurídica del ministro de Defensa iraní.
Sucede que Vahidi tiene pedido de captura de Interpol y ayer el fiscal Alberto Nisman, titular de la Unidad de Investigaciones por el ataque a la AMIA, cursó las comunicaciones pertinentes a la central de Interpol y a su oficina en Bolivia para reclamar su detención. Pero según comentaron a La Nacion fuentes de la comunidad judía, Vahidi viajó con pasaporte diplomático, por lo que tendría inmunidad y evitaría su arresto. Hasta anoche, no se sabía si el ministro iraní había abandonado o no Bolivia.
Vahidi llegó a la localidad boliviana de Santa Cruz de la Sierra para inaugurar una escuela de defensa de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América y se reunió dos veces con el presidente Morales en calidad de ministro de Defensa. En ese encuentro también estuvo la ministra de Defensa de Bolivia, María Cecilia Chacón, y Vahidi anunció que su país está dispuesto a ofrecer "todo tipo de cooperaciones en el sentido militar si hay demanda por parte del gobierno boliviano". En ese acto estuvieron diplomáticos de Cuba, Venezuela, Irán y Panamá.
Al parecer, el hecho molestó mucho al gobierno argentino y se lo hizo saber a la embajada de Bolivia en Buenos Aires. No es casual que en la carta que remitiera el canciller Céspedes a Timerman hubiera calificado el hecho de "un grave incidente" y atribuyó la causa al desconocimiento. El funcionario de Morales dejó en claro que "bajo ningún aspecto" se quiso agraviar a la Argentina y afectar las relaciones que mantienen ambos países.
Ayer, el presidente de la AMIA, Guillermo Borger, calificó de "una provocación" y "una burla" la visita del ministro de Defensa iraní a Bolivia. En diálogo con La Nacion, Borger informó que le había pedido a la Cancillería que interceda ante las autoridades bolivianas para que Vhaidi fuera detenido en Bolivia.
"Es una burla y una gran ofensa que un país amigo como Bolivia reciba a un ministro acusado de ser coautor intelectual de un atentado que dejó 85 personas muertas", expresó Borger.
La comunidad judía en la Argentina se esperanzó ayer con que ocurra en Bolivia algo similar a lo que pasó en Londres, en 2003, cuando el ex embajador iraní en la Argentina Hadi Soleimanpour fue arrestado en Gran Bretaña mientras se tramitó infructuosamente su extradición.
AHMAD VAHIDI
Ministro de defensa de Irán
El ministro de Defensa de Irán está acusado por la justicia argentina de ser coautor intelectual del atentado a la AMIA, en el que murieron 85 personas. Tiene pedido de captura de Interpol. El fiscal Nisman y la Cancillería reaccionaron al enterarse de que había viajado a Bolivia.