Intentan reflotar la boleta electrónica
El Gobierno negocia con el PJ la reforma política
La Casa Rosada resolvió insistir en reflotar en el Congreso la utilización de la boleta única electrónica (BUE), excluida del proyecto de reforma política que obtuvo la aprobación de la Cámara de Diputados antes de quedar estancado por la oposición peronista en el Senado, encabezada por Miguel Ángel Pichetto.
La fórmula, que evalúa el Ministerio del Interior, que lidera Rogelio Frigerio, es la implementación gradual de la BUE, comenzando por las provincias en las que ya se utilizó el sistema o donde exista legislación que posibilite su implementación. La intención es dejar de lado a las que se resisten a dejar la boleta de papel para más adelante. Córdoba, Mendoza, la ciudad de Buenos Aires, Salta, Neuquén y Chaco estarían incluidas en la primera tanda, con la posibilidad de incorporar a ese pelotón a Entre Ríos y Misiones.
"Muchas provincias vienen avanzando en reformas del sistema de votación, tal como se ha planteado en el proyecto del Ejecutivo. Esa experiencia, exitosa donde se aplicó a nivel provincial y en muchos municipios del país, es la que buscamos que nutra el debate que el Senado tiene pendiente", afirmó a LA NACION Adrián Pérez, secretario de Asuntos Políticos de Interior y encargado de la reforma política.
Pérez apunta al Senado, en donde la ley de reforma política quedó sin tratar. Ya comenzaron los sondeos con senadores del PJ, que en principio tendrían, según funcionarios del Poder Ejecutivo, una "posición favorable" a modificar el proyecto y devolverlo a la Cámara de Diputados con la inclusión de la cláusula de gradualidad para aplicar la BUE. Un dato ilusiona a los funcionarios: la Comisión de Asuntos Constitucionales del Senado, por donde debe pasar la iniciativa, ya no está presidida por el ultrakirchnerista Marcelo Fuentes y en su lugar se sentó Dalmacio Mera, peronista por Catamarca y con un perfil más moderado.
La elección de las provincias para la eventual "primera tanda" no es casual. La ciudad de Buenos Aires y Salta son los distritos "modelo": uno porque es el principal bastión de Pro y el otro porque el gobernador peronista Juan Manuel Urtubey ya la puso en marcha en tres oportunidades, ya fuera de manera parcial o total.
En Mendoza, el gobernador radical Alfredo Cornejo hizo aprobar el año pasado una ley que prevé, justamente, la adopción gradual de la BUE.
Además de apostar a distritos propios o que ya están familiarizados con el sistema, el Gobierno confía en el gobernador cordobés, el peronista Juan Schiaretti, que aprobó por ley provincial la BUE a fines de 2016, con la perspectiva de implementarla en 2019.
Neuquén tiene una situación legislativa similar, con la posibilidad de votar con ese mecanismo el año que viene. En Chaco ya se probó el sistema con éxito en distintas oportunidades, aunque los senadores que responden al gobernador peronista Domingo Peppo votaron en contra de la reforma política.
Los gobernadores Gustavo Bordet (Entre Ríos) y Hugo Passalacqua (Misiones) han dejado trascender que verían con buenos ojos esta iniciativa. En Buenos Aires y Corrientes ya se manifestaron en favor de este sistema, aunque aún falta dar pasos concretos para poder incluirlos en la reforma. Para colmo, en la provincia uno de los actores importantes, como lo es Sergio Massa, se opuso en su momento a implementar un sistema gradual.
Otros distritos, en cambio, se oponen de manera manifiesta. Se trata de Formosa, La Pampa, Santa Cruz y San Luis. Bastiones peronistas que rechazan otras iniciativas, además de la reforma política.
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