Otra vuelta al plan de pago. Intentarán cancelar la deuda con el FMI en 2008
Kirchner prevé emplear las reservas en forma escalonada
El sueño de cancelar de un solo pago la deuda con el Fondo Monetario Internacional (FMI) quedó sepultado.
Tras las gestiones externas de sus emisarios, el presidente Néstor Kirchner mantiene la idea de la cancelación completa, aunque resolvió que los pagos de esa deuda, sin los reembolsos del organismo, se harán con las reservas del Banco Central, en forma escalonada y a lo largo de cuatro años.
De aquí a 2008, la Argentina cumpliría con los vencimientos del Fondo conforme a los plazos estipulados. Pero la decisión política es cancelar sólo los vencimientos improrrogables y reprogramar los postergables.
El pago por etapas permitiría al BCRA recuperar progresivamente sus reservas y no quedar expuesto a los vaivenes de la economía, ingeniería financiera que deberá quedar establecida claramente en un futuro acuerdo con el FMI, según las fuentes de la Casa Rosada.
La deuda total con el Fondo es de poco más de 15.000 millones de dólares. El Presidente analizó más de una vez la posibilidad de cancelarla de un solo pago con las reservas y con excedentes fiscales.
Incluso llegó a fantasear con recurrir, para ello, a un megapréstamo que gestionó con el Banco Spiritu Santo, de Portugal, que administra grandes capitales de China.
“Ese era el as en la manga que dejó trascender Kirchner, porque cambiaría el escenario económico. Pero se cayó”, recordó a LA NACION un funcionario cercano a Kirchner. El objetivo del Presidente es cancelar la deuda para desembarazarse del monitoreo trimestral del Fondo sobre la economía argentina, propio de cuando regía el acuerdo con el FMI, que fue interrumpido hace unos meses por las postergaciones del canje de la deuda en default.
Desde esa suspensión, también se interrumpieron los reembolsos del organismo ante cada pago de la Argentina, la que no obstante cumplió con todos los vencimientos.
"Desde entonces pagamos 5000 millones de dólares con reservas y sin reembolsos", subrayó una fuente allegada al Presidente.
Con las auditorías del Fondo, Kirchner procura obtener autonomía en su política económica.
Por caso, el Presidente se molesta cuando el organismo le exige aumentos en tarifas de los servicios públicos privatizados; renegociar los contratos con esas empresas; sancionar la ley de coparticipación o sobrevaluar el peso para obtener más dólares con el fin de mejorar la oferta del pago de la deuda en default, entre otros reclamos.
"Hay que desendeudar"
Por primera vez en público, Kirchner señaló ayer que "hay que desendeudar al país para lograr la desintervención de la economía y la autonomía".
Lo hizo durante el lanzamiento de un plan de capacitación laboral en el Salón Blanco de la Casa Rosada. "Sin autonomía nacional de la economía, no habrá recuperación del país", dijo. Sugestivamente, el Presidente agregó: "Hay que consolidar un nivel de reservas aceptable".
Pareció así anticipar la orientación del nuevo plan: los pagos escalonados. En esa decisión, exclusivamente de Kirchner, el ministro de Economía, Roberto Lavagna, tuvo un papel secundario, según trascendió.
Por otra parte, según una alta fuente gubernamental, "era lo más sensato y la única posible; no fue una decisión, sino que al Presidente no le quedaba otra opción".
Cancelar de un solo pago los 15.000 millones de dólares era inviable, tanto mediante un préstamo milagroso como utilizando las reservas del Central, que apenas alcanzan los 20.000 millones, y hubiera dejado demasiado expuesto al Banco Central a una fuerte devaluación, según se coincidió ayer en diversos despachos de Balcarce 50.
Todo ello se terminó de definir en España, donde el jefe del Gabinete, Alberto Fernández, y la primera dama, Cristina Fernández de Kirchner, conversaron en las últimas horas con el presidente del gobierno de ese país, José Luis Rodríguez Zapatero; con el rey Juan Carlos y con empinados empresarios ibéricos.
Con reservas
La situación argentina con el FMI en 2005 es la siguiente: el total de vencimientos es de 5500 millones de dólares. Pero, de ese monto, 1900 millones son prorrogables y sólo 3600 son impostergables.
Se pagarían éstos con reservas y, quizá, con algo del superávit fiscal y los recursos excedentes, y se reprogramarían aquéllos, de manera que el Banco Central iría recuperando sus reservas en el año.
Y así hasta 2008. Por el volumen de vencimientos, en principio, no sería necesario reformar la carta orgánica del Banco Central, según se decía ayer en Balcarce 50.
Nuestro país debe afrontar en 2005, además, el pago de la deuda privada: 1200 millones de dólares a los acreedores privados de bonos en default y 4700 millones a los tenedores de deuda nueva (bodenes, bocones y prestamos garantizados).
Esos casi 6000 millones de dólares se pagan con el superávit fiscal primario previsto del presupuesto 2005 y no con las reservas.
Sin embargo, cabe esperar rechazos a la inminente decisión del Gobierno: varios países y funcionarios que componen el FMI podrían tener reparos y los bonistas protestarán porque el Fondo recibiría el total de sus deudas, sin quita alguna como la de los bonos en default.
La idea del pago escalonado quedó clara ayer en Palacio de La Moncloa, tras la reunión de los emisarios argentinos con Zapatero y con su asesor económico, Miguel de Sebastián. "Zapatero está muy conforme con el desempeño de la economía argentina y con planes del gobierno argentino ?a mediano plazo´", dijo a LA NACION un allegado.
Cerca de Fernández deslizaron ayer que "no se está pensando en tocar las reservas todas juntas", porque nadie quiere un "desbarajuste".
Cristina Fernández de Kirchner pareció anticipar el plan de escalonamiento en un reportaje concedido ayer al diario ABC: "Es imposible, en términos financieros y económicos, cancelar la deuda de 15.000 millones de dólares de una sola vez y en un único pago".
El apoyo de España a esta nueva alternativa sería importante para el momento en que el Gobierno se siente a afinar el lápiz con el FMI, luego del lanzamiento del canje, para acordar en qué plazos y montos cancela su deuda.
Sin reclamos por las tarifas
- El jefe de Gabinete, Alberto Fernández, aseguró anoche que durante el encuentro que tuvo en Madrid con empresarios españoles "en absoluto nos hicieron reclamo por tarifas". Por el contrario, en declaraciones al programa A dos voces, que emite la señal de cable TN, dijo que se notó "cómo ha evolucionado la buena relación entre los empresarios españoles y la Argentina". Reconoció que los empresarios "nos plantearon dificultades y problemas para ver cómo podemos ayudar desde el Gobierno para un mejor desarrollo de sus inversiones", pero insistió en que "hoy se está hablando de los progresos de la economía argentina"
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